La escasez de reservas en Yesa obliga a estrenar el abastecimiento desde La Loteta
Mié, 15/06/2011
La escasez de reservas en el embalse de Yesa ha obligado a la Confederación Hidrográfica del Ebro a interrumpir el abastecimiento a Zaragoza desde el sistema de Bardenas, que como siempre se ha recalcado es provisional y está condicionado a la disponibilidad de excedentes. En su lugar, la CHE ha puesto a disposición de la ciudad y de los municipios de su entorno el pantano de La Loteta, que aunque todavía está en fase de puesta en carga ya está al 88% y acumula 91 hm3.
Esos caudales alternativos también proceden del Pirineo. De hecho, llegan a La Loteta por la misma tubería que abastece a la capital aragonesa. Sin embargo, al tratarse del primer llenado del nuevo embalse construido en las inmediaciones de Gallur, su calidad se ha estropeado en parte. Esta circunstancia obliga a mezclarlos al 50% con agua del Canal Imperial, lo que significa que el suministro resultante es mejor que el tuvo Zaragoza durante décadas, pero algo peor que cuando la ciudad bebió a partes iguales del Canal y de Yesa.
«Como es el primer llenado y ha arrastrado muchas sales que estaban en el fondo del pantano, hay dos parámetros de La Loteta que son peores que los del Canal Imperial: los sulfatos y el calcio -explican fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza-. La calidad de esa nueva fuente de suministro mejorará con el tiempo, pero mientras tanto lo mejor es mezclarla al 50% con caudales del Canal, porque esos parámetros, aunque no afectan a la salud, empeoran el abastecimiento». Además, se da la circunstancia de que, dentro del programa de llenado de La Loteta, el embalse está desaguando al Canal 10 m3/s, lo que también contribuye a mejorar la calidad del agua de boca de Zaragoza.
La capital empezó a recibir caudales del Pirineo en junio de 2009. Aunque estaban mezclados al 50% con los del Canal, entonces la CHE ya advirtió de que se trataba de un abastecimiento «provisional y en precario» condicionado a la existencia de excedentes en el sistema de Bardenas.
Un año después, el 1 de julio de 2010, Zaragoza pasó a abastecerse casi en exclusiva desde el Canal, aunque este cauce bicentenario ha seguido aportando un pequeño porcentaje de caudales -según el Consistorio, para facilitar el proceso de potabilización-.
Estas mejoras en el suministro la ciudad y de muchos municipios de su entorno fueron posibles gracias a que los últimos años han sido buenos desde el punto de vista hidrológico. Sin embargo, la situación ha cambiado.
Bardenas, en prealerta
Desde el pasado 1 de septiembre ha llovido menos de lo habitual en gran parte de Aragón. Ese déficit es más acusado en la mitad occidental del Pirineo oscense, donde las precipitaciones están por debajo del 75% de la media histórica y además ha nevado muy poco. Estos factores han dejado el embalse de Yesa en situación de prealerta según los índices de sequía de la Confederación. «Como no nevó, el deshielo se adelantó y llegó con el pantano lleno, así que no pudimos aprovecharlo -lamenta el presidente de los regantes de Bardenas, José María Vinué-. Además, en mayo tampoco ha llovido, así que no hemos podido ahorrar riegos».
Esta semana Yesa está al 74% de su capacidad, lo que unido a la situación de Laverné y Malvecino hace que el sistema sufra un déficit de unos 100 hm3. «Los agricultores sabían que esto podía pasar y han aumentado la superficie que se ha quedado sin cultivar, pero aun así hemos tenido que pedir a la CHE que interrumpa el abastecimiento a Zaragoza -explica Vinué-. Si Yesa ya hubiera estado recrecido habríamos podido guardar buena parte del agua que hemos perdido en los últimos años y no estaríamos en esta situación, pero seguimos esperando».
La CHE y el Ayuntamiento de Zaragoza aseguran que el suministro desde Yesa se retomará «en cuanto la situación hidrológica lo permita». Hasta entonces, la capital y los municipios de su entorno podrán sustituirlo por el abastecimiento desde La Loteta, por las fuentes de suministro que tenían antes o por una mezcla. «El abastecimiento desde el Pirineo solo estará garantizado cuando se concluyan las obras de recrecimiento de Yesa», recuerdan la Confederación y el Consistorio zaragozano.
Esos caudales alternativos también proceden del Pirineo. De hecho, llegan a La Loteta por la misma tubería que abastece a la capital aragonesa. Sin embargo, al tratarse del primer llenado del nuevo embalse construido en las inmediaciones de Gallur, su calidad se ha estropeado en parte. Esta circunstancia obliga a mezclarlos al 50% con agua del Canal Imperial, lo que significa que el suministro resultante es mejor que el tuvo Zaragoza durante décadas, pero algo peor que cuando la ciudad bebió a partes iguales del Canal y de Yesa.
«Como es el primer llenado y ha arrastrado muchas sales que estaban en el fondo del pantano, hay dos parámetros de La Loteta que son peores que los del Canal Imperial: los sulfatos y el calcio -explican fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza-. La calidad de esa nueva fuente de suministro mejorará con el tiempo, pero mientras tanto lo mejor es mezclarla al 50% con caudales del Canal, porque esos parámetros, aunque no afectan a la salud, empeoran el abastecimiento». Además, se da la circunstancia de que, dentro del programa de llenado de La Loteta, el embalse está desaguando al Canal 10 m3/s, lo que también contribuye a mejorar la calidad del agua de boca de Zaragoza.
La capital empezó a recibir caudales del Pirineo en junio de 2009. Aunque estaban mezclados al 50% con los del Canal, entonces la CHE ya advirtió de que se trataba de un abastecimiento «provisional y en precario» condicionado a la existencia de excedentes en el sistema de Bardenas.
Un año después, el 1 de julio de 2010, Zaragoza pasó a abastecerse casi en exclusiva desde el Canal, aunque este cauce bicentenario ha seguido aportando un pequeño porcentaje de caudales -según el Consistorio, para facilitar el proceso de potabilización-.
Estas mejoras en el suministro la ciudad y de muchos municipios de su entorno fueron posibles gracias a que los últimos años han sido buenos desde el punto de vista hidrológico. Sin embargo, la situación ha cambiado.
Bardenas, en prealerta
Desde el pasado 1 de septiembre ha llovido menos de lo habitual en gran parte de Aragón. Ese déficit es más acusado en la mitad occidental del Pirineo oscense, donde las precipitaciones están por debajo del 75% de la media histórica y además ha nevado muy poco. Estos factores han dejado el embalse de Yesa en situación de prealerta según los índices de sequía de la Confederación. «Como no nevó, el deshielo se adelantó y llegó con el pantano lleno, así que no pudimos aprovecharlo -lamenta el presidente de los regantes de Bardenas, José María Vinué-. Además, en mayo tampoco ha llovido, así que no hemos podido ahorrar riegos».
Esta semana Yesa está al 74% de su capacidad, lo que unido a la situación de Laverné y Malvecino hace que el sistema sufra un déficit de unos 100 hm3. «Los agricultores sabían que esto podía pasar y han aumentado la superficie que se ha quedado sin cultivar, pero aun así hemos tenido que pedir a la CHE que interrumpa el abastecimiento a Zaragoza -explica Vinué-. Si Yesa ya hubiera estado recrecido habríamos podido guardar buena parte del agua que hemos perdido en los últimos años y no estaríamos en esta situación, pero seguimos esperando».
La CHE y el Ayuntamiento de Zaragoza aseguran que el suministro desde Yesa se retomará «en cuanto la situación hidrológica lo permita». Hasta entonces, la capital y los municipios de su entorno podrán sustituirlo por el abastecimiento desde La Loteta, por las fuentes de suministro que tenían antes o por una mezcla. «El abastecimiento desde el Pirineo solo estará garantizado cuando se concluyan las obras de recrecimiento de Yesa», recuerdan la Confederación y el Consistorio zaragozano.