La UdG predice la evolución física y biológica de los embalses de Sau y Boadella
Mar, 31/05/2011
El investigador Saadek Takkouk de la Universitat de Girona (UdG) ha desarrollado una tesis doctoral --dirgida por Xavier Casamitjana-- aplicando un modelo de calidad del agua en los pantanos de Sau y Boadella para acceder a su evolución física, química y biológica, que permitirá mejorar la gestión de estos embalses y determinar, por ejemplo, cual es la profundidad óptima para la extracción de agua.
La tesis, "Application of hydrodynamic and water quality models to the Sau and Boadella Reservoirs", Takkouk ha aplicado el modelo de calidad del agua llamda Dyresm-caedym, que es capaz de predecir le evolución de los embalses, datos que una vez calibrados, proporcionan información de como evolucionará, por ejemplo, el fósforo disuelto y las poblaciones de algas, según un comunicado de la universidad.
Para funcionar, estos modelos necesitan nutrirse diariamente con datos meteorológicos como la radiación solar, la velocidad del viento y las precipitaciones --variables que se pueden obtener de las estaciones meteorológicas cercanas a los embalses--, a la vez que necesitan datos biológicos --para esta tesis han sido aportados por la Agencia Catalana del Agua (ACA) y la Universitat de Barcelona (UB)--.
Así, una vez calibrado el sistema Dyresm-caedym, predice muy bien la evolución de la temperatura y bastante bien la de oxígeno disuelto, sobre todo, en el embalse de Sau, indicando la presencia de zonas anóxicas en el fondo, pantano en el que también se ve reflejada la evolución del fósforo disuelto.
En cambio, las simulaciones de clorofila --indicativas de las algas-- no son tan ajustadas, ya que dependen de muchos factores y no todos quedan suficientemente reflejados en el modelo.
La tesis, "Application of hydrodynamic and water quality models to the Sau and Boadella Reservoirs", Takkouk ha aplicado el modelo de calidad del agua llamda Dyresm-caedym, que es capaz de predecir le evolución de los embalses, datos que una vez calibrados, proporcionan información de como evolucionará, por ejemplo, el fósforo disuelto y las poblaciones de algas, según un comunicado de la universidad.
Para funcionar, estos modelos necesitan nutrirse diariamente con datos meteorológicos como la radiación solar, la velocidad del viento y las precipitaciones --variables que se pueden obtener de las estaciones meteorológicas cercanas a los embalses--, a la vez que necesitan datos biológicos --para esta tesis han sido aportados por la Agencia Catalana del Agua (ACA) y la Universitat de Barcelona (UB)--.
Así, una vez calibrado el sistema Dyresm-caedym, predice muy bien la evolución de la temperatura y bastante bien la de oxígeno disuelto, sobre todo, en el embalse de Sau, indicando la presencia de zonas anóxicas en el fondo, pantano en el que también se ve reflejada la evolución del fósforo disuelto.
En cambio, las simulaciones de clorofila --indicativas de las algas-- no son tan ajustadas, ya que dependen de muchos factores y no todos quedan suficientemente reflejados en el modelo.