El amenazante color verde avanza en la presa del Umia

Mar, 31/05/2011

Faro de Vigo

Cada día que pasa una mayor tonalidad verde se va apoderando del embalse de A Baxe en el Umia. Este color es ya el predominante en toda la presa y ayer se podía observar con claridad en puntos en los que,en teoría,la renovación del agua es mayor como la cola del embalse.Así, en A Pontenova, en Moraña,el aspecto que mostraba el agua embalsada ayer era de un verde muy intenso.

En Caldas la preocupación crece de forma paralela que lo hace la intensidad de este color en aguas de A Baxe. El verde es la forma que tiene la temida microcistis de anunciar su llegada a la presa y este año lo ha hecho antes de lo previsto.

Así lo comunicó el alcalde de la localidad, Juan Manuel Rey, durante la última reunión de la Comisión de Desaugamento de Encoros de la zona sur de Galicia lo que llevó a tomar una serie de medidas para modificar el caudal ecológico del embalse de tal forma que no se desagüe más líquido del que entra por la cola de la presa. Entonces se facilitó la única medición oficial de la que disponen en el Concello sobre la presencia de la cianobacteria, que señalaba una presencia de 2.000 células de microcistina por cada mililitro de agua. No era una cantidad alarmante,pero sí preocupante.Desde entonces no han trascendido nuevas mediciones, una falta de información que ya levantó críticas desde partidos como el BNG o el propio gobierno local.

El tiempo también está contribuyendo a esta situación. La falta de agua y el calor son el caldo de cultivo perfecto para que prolifere la microcistina.Ayer, desde la propia consellería de Medio Ambiente se explicaba que los embalses gallegos presentan niveles más bajos de lo habitual debido a la que ya es la primavera más cálida desde 1961, por lo que se activará un seguimiento especial de los recursos de abastecimiento.

Vilagarcía es uno de los municipios en donde la situación se califica"como más complicada"por el estado del embalse de O Con. La Xunta señala que esta población cuenta con la posibilidad de completar el suministro con la captación en un río Umia que, precisamente, baja más "seco" de lo habitual por la ausencia de lluvia y por los recortes para intentar mantener un caudal de agua adecuado en la presa.En Caldas la preocupación es otra: que la microcistina detenga su avance y no cause problemas como el pasado año.