El Ebro prueba nuevos planes contra el aumento de moluscos invasores

Jue, 19/05/2011

El Periódico

El mejillón cebra, en el tramo inicial del Ebro catalán, y el caracol manzana, en el curso inferior. La concatenación de plagas de estos dos moluscos invasores vinculados al sistema fluvial carece de solución transcurridos ya varios años desde su irrupción en la cuenca. De hecho, ambos azotes serán esta temporada especialmente virulentos, por las condiciones físicas que favorecen su eclosión. También lo será el combate contra ellos.
La Conselleria d'Agricultura de la Generalitat presentará este viernes su plan para frenar el avance exponencial del caracol manzana en el delta. Por su parte, el Ministerio de Medio Ambiente ha iniciado pruebas para evaluar la eficacia del nuevo método de las biobalas en el mejillón cebra que se acumula en sistemas de riego.
Las pruebas se están llevando a cabo en tuberías infectadas de la comunidad de regantes de Móra la Nova (Ribera d'Ebre) y según el principal valedor del método, el doctor David Aldridge, de la Universidad de Cambridge, los resultados están siendo positivos. Para llevar a cabo el tratamiento, los técnicos vierten diferentes cantidades de dos tipos de biobalas en el agua. Las toxinas se dosifican en unas partículas diminutas recubiertas de una membrana que engaña al bivalvo, que si las ingiere muere.
«El molusco cebra es un animal muy inteligente y si capta alguna sustancia nociva en el agua, se cierra y es capaz de permanecer hermético durante tres semanas», explica Aldridge. La jefa del Servicio de Control del Estado Ecológico de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Concha Durán, señala, en la misma línea, que «uno de los principales beneficios de las biobalas es que se ahorran mucho producto tóxico porque son eficaces desde el primer momento, al contrario que el cloro, por ejemplo, porque con este se debe esperar varios días a que el mejillón se abra».

ESPACIOS CERRADOS

La novedad respecto a otros métodos es que las biobalas no son interpretadas como peligrosas por los moluscos. Existen otros beneficios: «No es un método caro, y además es respetuoso con el medioambiente, porque se disuelve en el agua en pocas horas y ya no tiene efectos tóxicos sobre otros animales», sostiene Durán. Sin embargo, de momento no es posible su uso en sistemas abiertos: «La legislación es muy estricta y no hemos investigado aún en campo abierto, pero creo que podría ser bueno en áreas concretas localizadas», apunta Aldridge.
Aguas abajo, en la llanura deltaica, la preocupación es otra. Con la llegada de la campaña de inundación de los arrozales y el buen tiempo, la plaga del caracol manzana se anuncia más agresiva que nunca. Así lo sostiene Unió de Pagesos (UP), el sindicato que detectó su irrupción hace dos años. «Estamos muy alerta porque hay muchísimos», comenta el responsable de arroz de UP, Dani Forcadell. A falta de los datos oficiales sobre el desarrollo de la especie, fuentes del Govern consideran que «los distintos sistemas de combate que se han llevado a cabo han ido bien».

VOLUNTARIOS

Al secado de los campos de forma prematura, la recogida manual de ejemplares adultos, la distribución de cal viva en las acequias o la colocación de trampas se le están sumando estos días labores de voluntariado como la que efectúan una docena de jóvenes llegados de diversos países, que colaboran con Seo/Birdlife para capturar ejemplares. El responsable de la entidad, Ignasi Ripoll, recuerda que los voluntarios colaboran desde hace dos años, pero muestra su malestar «porque la brigada contratada por el Govern para recoger ejemplares dejó de trabajar en abril, en un momento clave para el desarrollo de la especie».