Aliviadero inducido frenará inundaciones en Louisiana, EE.UU.
Mar, 17/05/2011
Prensa Latina
Los canales de irrigación abiertos en Lousiana (sur), frenarán allí las inundaciones que a su paso por ocho estados de la Unión ha ocasionado el desbordamiento del río Mississippi.
Sin embargo, la medida podría crear problemas logísticos para las grandes refinerías del corredor petroquímico de la región, pero de no aplicarse Nueva Orleans quedará sumergida seis metros y la destrucción superaría los daños provocados por el huracán Katrina en 2005.
El gobernador de Lousiana Bobby Jindal, autorizó el sábado la apertura de las esclusas del sistema Morganza, por primera vez en casi cuatro décadas, para disminuir el caudal de la mayor corriente de agua de América del Norte, con un volumen sin precedente desde la década de 1930.
La maniobra desvió el agua de las ciudades densamente pobladas de Baton Rouge y Nueva Orleans, así como de las numerosas refinerías petroleras y plantas químicas situadas a lo largo de las partes más bajas del Mississippi.
"Suponiendo que los diques resistan, como se espera, el riesgo de inundación es bajo", estimó Andrew Lipow, presidente de Lipow Oil Associates LLC, en Houston.
Los trabajos para filtrar el líquido disminuirán la tensión en los diques, pero sumergirá otras áreas rurales donde miles de viviendas y terrenos cultivables serán afectados, admitieron las autoridades.
Se estima que el agua recorrerá unos 32 kilómetros al sur hasta la cuenca del río Atchafalaya (afluente del Mississippi) y de ahí se desplazará a Morgan City, una comunidad de alrededor de 12 mil habitantes y centro de comercialización de combustible y mariscos.
El Mississippi elevó su caudal debido al proceso de deshielo en el norte del país y por las fuertes lluvias de las últimas semanas, inclemencia que ha causado daños de consideración en todo el centro y sur de Estados Unidos.
Sin embargo, la medida podría crear problemas logísticos para las grandes refinerías del corredor petroquímico de la región, pero de no aplicarse Nueva Orleans quedará sumergida seis metros y la destrucción superaría los daños provocados por el huracán Katrina en 2005.
El gobernador de Lousiana Bobby Jindal, autorizó el sábado la apertura de las esclusas del sistema Morganza, por primera vez en casi cuatro décadas, para disminuir el caudal de la mayor corriente de agua de América del Norte, con un volumen sin precedente desde la década de 1930.
La maniobra desvió el agua de las ciudades densamente pobladas de Baton Rouge y Nueva Orleans, así como de las numerosas refinerías petroleras y plantas químicas situadas a lo largo de las partes más bajas del Mississippi.
"Suponiendo que los diques resistan, como se espera, el riesgo de inundación es bajo", estimó Andrew Lipow, presidente de Lipow Oil Associates LLC, en Houston.
Los trabajos para filtrar el líquido disminuirán la tensión en los diques, pero sumergirá otras áreas rurales donde miles de viviendas y terrenos cultivables serán afectados, admitieron las autoridades.
Se estima que el agua recorrerá unos 32 kilómetros al sur hasta la cuenca del río Atchafalaya (afluente del Mississippi) y de ahí se desplazará a Morgan City, una comunidad de alrededor de 12 mil habitantes y centro de comercialización de combustible y mariscos.
El Mississippi elevó su caudal debido al proceso de deshielo en el norte del país y por las fuertes lluvias de las últimas semanas, inclemencia que ha causado daños de consideración en todo el centro y sur de Estados Unidos.