Los avances del bosque y las lluvias frenan la desertización de la provincia

Lun, 02/05/2011

Mediterráneo

Si ya en el 2007 el proceso de desertización, una situación que afecta a unos 600 kilómetros cuadrados en la provincia de Castellón, parecía haberse estabilizado, los expertos coinciden en que a día de hoy el avance se ha detenido y no hay señales que apunten a un nuevo cambio en la tendencia. Las causas se centran en un mayor volumen de lluvias, el menor número de incendios y el, por ahora, imparable avance del bosque, debido en buena parte también al progresivo abandono de las tierras de cultivo en las zonas del interior.
Con esta premisa, que sitúa las tierras más degradadas en las comarcas del Alto Palancia y el Alto Mijares, según el estudio realizado por el responsable de Planificación Territorial del Centro de Investigación sobre Desertificación (CIDE), Juan Sánchez, la falta de agua y los problemas de calidad se circunscriben al norte de la provincia y a puntos concretos de la costa sur, como Moncofa y Xilxes, indica el prestigioso investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), José Miguel de Hoz Becares.
El catedrático de Meteorología de la Universitat Jaume I, José Quereda, coincide en reseñar las carencias de caudal en el área que depende del pantano de Ulldecona, en el norte, y confirma que en la zona centro el volumen de los recursos hídricos está en los niveles habituales.
En este sentido, el presidente del Sindicato de Riegos de Castellón, José Pascual, asegura sin dudarlo que "es muy difícil que volvamos a tener una situación de falta de agua grave aquí", en la zona de la capital y su entorno.
En cuanto a los modelos que hace escasos años predecían un avance de la erosión y la desertización en la provincia, José Quereda indica que "no hay señales de alerta que confirmen los modelos que hablaban de una intensa reducción de las lluvias".
El científico matiza que "empezamos mal el año 2011, pero con las muchas precipitaciones que se han registrado después, la situación se ha reconducido".
Tal y como indica Quereda, la evolución es típica de la zona y, por ejemplo, en un periodo de solo cinco días caen cuarenta o cincuenta litros, lo que modifica sensiblemente y con rapidez un eventual momento de carencia.
De hecho, añade el catedrático de la UJI, "siguiendo los primeros modelos de predicción, teníamos que haber perdido ya entre el 10 y el 15% de los recursos hídricos, disponibles, pero no ha sido así".

alerta termal // Sin embargo, José Quereda sí confirma otro fenómeno y es el proceso de aumento de las temperaturas. Según el científico, "hay acuerdo mayoritario sobre el hecho de que las temperaturas están subiendo, aunque también existe un debate sobre las causas y no está nada claro y la evolución se debe al cambio climático por la destrucción de la capa de ozono, o bien a un cambio que sufre el sol a lo largo del último siglo".