El departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente ha emitido un informe favorable sobre el Plan Municipal de Egüés promovido por el Ayuntamiento del valle, un trámite preceptivo para avalar el macrocrecimiento urbanístico previsto pero supeditado al cumplimiento de una serie de medidas correctas entre las que destaca la eliminación del embalse de Ustarroz. El informe que salvaguarda la Declaración de Impacto Ambiental anula de esta forma la reserva de agua prevista "dadas las afecciones ambientales derivadas de la construcción del embalse de Ustarroz en la cuenca del río Urbi". Por ello, "se eliminará esta propuesta y el plan urbanístico dará prioridad a la aplicación de medidas relacionadas con la gestión integral del agua, como la reducción del consumo de agua proyectando instalaciones que faciliten el ahorro y la reutilización de agua en los edificios o construcciones, incorporando criterios de ahorro de agua en el diseño de zonas verdes mediante el uso de especies con menores requerimientos hídricos, entre otras". Otras medidas son la adaptación de la ordenación urbana al "trazado de las regatas" y ante posibles riesgos de inundaciones, señala que la ubicación de los aprovechamientos urbanísticos previstos se desarrollará a una cota tal que "quede exenta del riesgo de inundación para el periodo de retorno de cien años, para lo que se efectuará previamente al desarrollo de los instrumentos urbanísticos correspondientes, los estudios hidráulicos de detalle que definan y justifiquen medidas correctas ambientalmente asumibles que no agraven en ningún caso la inundabilidad y el riesgo preexistente en el entorno". Se tendrán en cuenta además los criterios incluidos en los Planes de Ordenación del Territorio relativos a la zonificación en áreas inundables y usos admisibles en las mismas con objeto de "reducir el riesgo de producción de daños en personas, en el medio ambiente y en la actividad económica". El informe también alerta sobre la necesidad de reformar el estudio acústico que resulta insuficiente para el desarrollo previsto.

Los concejos de la zona, asociaciones de vecinos y Nabai habían denunciado en su escrito de alegaciones "graves irregularidades" ambientales recogidas en el proyecto urbanístico que avala un crecimiento de 21.435 nuevas viviendas, y entre las que destacaban la propuesta de balsa en Ustárroz, una infraestructura que consideraban "innecesarias" al igual que la Supereste. Para la creación de esta balsa aprovechando el cauce del río Urbi mediante una presa (ahora no hay nada entre el casco urbano y la carretera de Aoiz) faltaba caudal suficiente, según los alegantes, y había alternativas más viables en cotas como la balsa de Zolina. Destacaba que tampoco había sido sometida al informe preceptivo de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Así, el nuevo plan habilitaba un total de 461.776 metros cuadrados para el riego de nuevas zonas verdes que irían a cargo de los propietarios de cada uno de los sectores del nuevo plan, si bien el Ayuntamiento anticipara su coste previsto en unos once millones según un estudio de viabilidad. A cambio, los propietarios de los terrenos afectados por este embalse participarán de la edificabilidad que se asigna a dos sectores residenciales de Badostáin, por un lado, y al espacio industrial de Sanquín lo que suponía una gran oportunidad económica para los propietarios del suelo. La oposición denunció por otro lado que hubo información privilegiada y que los terrenos, en su origen de secano, se vendieron a precio residencial a principios del año 2006 mientras se tramitaba la EMOT del plan, la estrategia que definió los nuevos crecimientos.