Desde principios de marzo hasta principios de agosto para que las aves y los peces se puedan reproducir. Es el parón biológico obligado en la obra que convertirá las márgenes del río Guadiana desde el puente de la autovía A5 hasta la desembocadura del río Caya en un lugar de ocio y esparcimiento. La Confederación Hidrográfica del Guadiana, que realiza las obras, aprovechará este periodo para determinar puntos indefinidos en el proyecto original, de cuya incorporación resultará el definitivo. Entre ellas, elegir las especies vegetales, fijar las conducciones de agua y los cerramientos perimetrales.

Además, los técnicos tendrán que ordenar el entorno de la antigua central hidroeléctrica que se encuentra en la zona de la Pesquera, puesto que la zona baja es inundable, y que será restaurada. Este invierno han provocado daños en el azud de la pesquera, que será rehabilitado. A pesar de que los operarios han trabajado a marchas forzadas, las intensas lluvias del invierno han complicado su fin. Según el presidente de la CHG, Eduardo Alvarado, los trabajos en el Brazo del Jamaco están prácticamente terminados.

La comisión de seguimiento de la actuación se reunió ayer y decidió las modificaciones necesarias para terminar la adecuación del proyecto a la declaración de impacto ambiental. En esta reunión estuvieron representantes de las tres administraciones que financian la actuación, que tiene un presupuesto de 30 millones de euros, más 14 para expropiaciones. El 70% del importe procede de los fondos Feder y la CHG aporta un 5%, mientras que el Ayuntamiento de Badajoz y la Junta de Extremadura añaden el 25% restante a partes iguales.

El alcalde, Miguel Celdrán, acudió al encuentro, en el que se decidió que el Ayuntamiento intervendrá en la selección de especies vegetales y zonas ajardinadas, puesto que se encargará de su gestión una vez que la actuación finalice.

Paralelamente a las modificaciones en el proyecto, la CHG espera que concluyan los procesos judiciales de expropiación. Los terrenos que aún no han pasado a titularidad de este organismo impiden que las obras puedan avanzar. Además, Alvarado se refirió a la posibilidad de expropiar alguna gravera. «El objetivo (de esta obra) es que las márgenes queden en las mejores condiciones posibles y ese espacio es un ronchón en el río», dijo, quien incluyó esas zonas en las modificaciones del proyecto.

La intención es que el documento definitivo esté terminado en agosto, cuando concluya la parada biológica. Aunque Alvarado evitó señalar una fecha para retomar la actuación que se ha paralizado antes de lo previsto por las lluvias.

La actuación supondrá la recuperación de las márgenes para el disfrute de los ciudadanos. Así, se adecuarán caminos para peatones y ciclistas, habrá un mirador hacia El Pico, una pasarela de madera junto al azud de la Granadilla, un parque periurbano y se restituirá el paso que existe hasta esta zona frente a la Alcazaba. También habrá aparcamientos. Estado de la obra en la margen derecha, donde se puede ver una parcela sin expropiar.