El Guadiloba vuelve a desembalsar

Dom, 20/02/2011

Hoy

Las precipitaciones registradas en la ciudad durante las jornadas de ayer y anteayer obligaron a los responsables del Ayuntamiento y de Canal de Isabel II -empresa concesionaria del servicio en tanto se resuelve la adjudicación de un nuevo contrato para los próximos años- a tomar la decisión de abrir una de las compuertas del embalse de Guadiloba.

La presa que abastece de agua a la ciudad de Cáceres alcanzó el 94,3 por ciento de su capacidad, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Tajo, a las 17 horas del viernes. Llegados a ese punto, y ante el pronóstico de la Agencia Estatal de Meteorología que daba un 95 por cien de probabilidad de lluvia para la jornada de ayer, quienes controlan el nivel del embalse optaron por empezar a dejar salir líquido. El aliviadero se mantuvo abierto hasta el mediodía de ayer. En concreto, hasta que se volvió a un volumen de agua embalsada del 90,5 por ciento, cota a la que se llegó sobre las 15 horas.

A partir de ese momento, la lluvia empezó a caer con mayor fuerza, por lo que el nivel de la presa volvió a subir, aunque para entonces ya se contaba con un margen de espacio suficiente gracias a haber desembalsado a partir del viernes por la tarde y durante más de veinte horas. A las cinco de la tarde de ayer, en el embalse habían caído 13 litros por metro cuadrado. En esta última operación, se desembalsaron más de 1,5 millones de metros cúbicos.

Hacía sólo nueve días de la última vez que el Guadiloba tuvo que abrir una de sus compuertas. Fue el 11 de este mes, cuando el embalse tuvo que dejar salir líquido elemento, sólo cuatro días después de haber realizado la misma operación.

La decisión de aliviar se toma, habitualmente, cuando se alcanza un volumen de agua embalsada del 94 por ciento, ya que como es norma en la gestión de este tipo de infraestructuras, nunca se llega al tope de capacidad, pues es necesario dejar un margen de seguridad para que la acumulación de agua no comprometa la seguridad de la pared que contiene su fuerza.

Que el embalse esté lleno significa, en términos generales, que el abastecimiento para los más de noventa mil habitantes que tiene Cáceres está garantizado por un periodo aproximado de un año. La situación actual contrasta con la de hace sólo cuatro meses, cuando la falta de precipitaciones era un fenómeno preocupante que obligó a activar el bombeo desde el río Almonte.

Por regla general, el trasvase se pone en marcha cuando el Guadiloba se sitúa en torno al setenta por ciento de su capacidad, como una medida que garantice la disponibilidad de agua para los usos habituales de la población.

Para acabar con estos problemas que surgen por contar con un pantano pequeño, de tan sólo veinte hectómetros cúbicos, se está construyendo un nuevo sistema de abastecimiento de agua a la capital, mediante más de sesenta kilómetros de tuberías que traerán a la capital agua procedente del embalse de Portaje, situado entre Torrejoncillo y Coria. En la actualidad, esa infraestructura se está construyendo, y la previsión es que empiece a funcionar a lo largo del año 2012.