Oceana apoya la moratoria de 10 años para la Anguila en el Guadalquivir
Mar, 18/01/2011
Oceana apoya la moratoria de diez años para la pesca de la anguila en el Guadalquivir aprobada por la Junta de Andalucía. Desde hace años, la situación de la anguila en Andalucía, como en el resto de Europa, resulta dramática. En concreto en el estuario del Guadalquivir, río en el que se localiza la principal población andaluza, las capturas declaradas de angula (fase joven de la anguila) han pasado de 40 toneladas en 1982 a 300 kg en 2008, lo que representa una alarmante disminución del 98%.
Las razones de este declive son básicamente la fragmentación del corredor fluvial que impide su migración y la sobreexplotación comercial. A este último respecto hay que añadir que la actividad pesquera de la angula en el Guadalquivir nunca ha estado regulada y se ha realizado de una forma evidentemente insostenible no solo para la especie en cuestión, sino para el resto de la comunidad acuática presente en la zona, sobre la que ejerce un fuerte impacto negativo.
El paro de diez años aprobado por la Junta de Andalucía ha sido recomendado por ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar), y apoyado por expertos que llevan trabajando el estuario durante más de 15 años, para poder detectar resultados en las medidas de conservación.
“Aunque sí se han puesto en marcha distintas iniciativas de protección para la especie, todavía resultan escasas las medidas reales de gestión para su recuperación”, señala Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana, quien recuerda que “problemas similares acabaron en el pasado con el esturión en la zona y han situado otras especies como la saboga, el sábalo o la lamprea marina al borde de la extinción.”
Entre los métodos de captura más comúnmente empleados en el estuario destaca el denominado tipo persiana, utilizado por más de 130 embarcaciones ilegales censadas en la zona. Esta modalidad de pesca nada selectiva emplea redes tipo mosquitera con una luz de malla inferior a 1mm, así todas las especies que cohabitan con la angula, muchas en fases jóvenes, son igualmente capturadas. Estudios científicos han comprobado cómo la pesca de 1kg de angula implica la captura de más de 65Kg de otras especies, o lo que es lo mismo, la muerte de alrededor 500.000 individuos.
Javier López, científico marino de Oceana, explica que “las medidas de gestión implementadas no sólo favorecerán de manera efectiva a la recuperación de la especie sino que ayudarán a proteger una de las zonas más importantes para la cría de especies marinas, muchas de interés comercial, del sur de Europa y uno de los puntos calientes de biodiversidad y productividad de Andalucía”.
En el resto de Europa la situación de la especie no es muy diferente. Así, la alarmante reducción de la presencia de la anguila en los estuarios europeos –apenas queda un 2% de su población histórica– ha llevado a catalogar la especie en la Lista Roja de la UICN como “En Peligro Crítico” de extinción, e incluirla en el anexo II del convenio CITES, que regula su comercio internacional. Otros organismos como ICES han advertido en esta misma línea que la anguila europea se encuentra actualmente fuera de los límites de seguridad biológica, lo que compromete su supervivencia.
Las razones de este declive son básicamente la fragmentación del corredor fluvial que impide su migración y la sobreexplotación comercial. A este último respecto hay que añadir que la actividad pesquera de la angula en el Guadalquivir nunca ha estado regulada y se ha realizado de una forma evidentemente insostenible no solo para la especie en cuestión, sino para el resto de la comunidad acuática presente en la zona, sobre la que ejerce un fuerte impacto negativo.
El paro de diez años aprobado por la Junta de Andalucía ha sido recomendado por ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar), y apoyado por expertos que llevan trabajando el estuario durante más de 15 años, para poder detectar resultados en las medidas de conservación.
“Aunque sí se han puesto en marcha distintas iniciativas de protección para la especie, todavía resultan escasas las medidas reales de gestión para su recuperación”, señala Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana, quien recuerda que “problemas similares acabaron en el pasado con el esturión en la zona y han situado otras especies como la saboga, el sábalo o la lamprea marina al borde de la extinción.”
Entre los métodos de captura más comúnmente empleados en el estuario destaca el denominado tipo persiana, utilizado por más de 130 embarcaciones ilegales censadas en la zona. Esta modalidad de pesca nada selectiva emplea redes tipo mosquitera con una luz de malla inferior a 1mm, así todas las especies que cohabitan con la angula, muchas en fases jóvenes, son igualmente capturadas. Estudios científicos han comprobado cómo la pesca de 1kg de angula implica la captura de más de 65Kg de otras especies, o lo que es lo mismo, la muerte de alrededor 500.000 individuos.
Javier López, científico marino de Oceana, explica que “las medidas de gestión implementadas no sólo favorecerán de manera efectiva a la recuperación de la especie sino que ayudarán a proteger una de las zonas más importantes para la cría de especies marinas, muchas de interés comercial, del sur de Europa y uno de los puntos calientes de biodiversidad y productividad de Andalucía”.
En el resto de Europa la situación de la especie no es muy diferente. Así, la alarmante reducción de la presencia de la anguila en los estuarios europeos –apenas queda un 2% de su población histórica– ha llevado a catalogar la especie en la Lista Roja de la UICN como “En Peligro Crítico” de extinción, e incluirla en el anexo II del convenio CITES, que regula su comercio internacional. Otros organismos como ICES han advertido en esta misma línea que la anguila europea se encuentra actualmente fuera de los límites de seguridad biológica, lo que compromete su supervivencia.