El gasto de agua en la capital aragonesa el año pasado rondó los 60 hectómetros cúbicos, el 45% menos de agua que hace veinte años, cuando se consumían 106, a pesar de tener entonces 200.000 habitantes menos. Un ahorro que manifestó ayer el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, en la inauguración del encuentro internacional Gestión sostenible del agua en las ciudades: La implicación de las partes interesadas para un cambio y una acción eficaces. Este era uno de los objetivos del plan estratégico del agua en la aplicación de nuevas políticas.

Las jornadas han sido organizadas por Naciones Unidas (ONU), el ayuntamiento de la ciudad y por el proyecto Gestión Sostenible del Agua para Mejorar la Salud de las Ciudades del Mañana (SWITCH), que promueve el uso y la gestión eficientes del agua por parte de los ciudadanos, y en el que Zaragoza participa como la única ciudad demostración española. Alrededor de 200 expertos entre técnicos, representantes políticos, universidades de todas las partes del mundo, compartirán las soluciones que han adoptado según los recursos de los que disponen.

La gestión sostenible del agua es uno de los retos del siglo XXI. Las ciudades se enfrentan a "presiones" derivadas del cambio climático y de la escasez del agua, afirmó el profesor Kalanithy Vairavamoorthy, responsable del programa.

En este marco, Zaragoza es "ejemplo", y uno de sus grandes logros es precisamente el cómo ha reducido "drásticamente", el consumo de agua por ciudadano hasta el punto de ser "la gran ciudad española que menos agua consume", señaló Helena Caballero, consejera en Agua y Medio Ambiente de la Oficina de la Década del Agua.

Este logro se ha conseguido con la implicación de los ciudadanos, la mejora de infraestructuras de abastecimiento de agua potable y redes de saneamiento. Y también con decisiones como que la economía del agua se refleje en la factura, "a modo de aliciente para seguir ahorrando".