La concejala de Planeamiento Urbanístico en el Ayuntamiento de Benicàssim, Susana Ros, informó ayer de que el proyecto de redacción de la nueva depuradora de Benicàssim se encuentra en su fase final. "Se trata de una infraestructura muy importante para el futuro desarrollo de nuestro municipio, dado que la actual no tiene suficiente capacidad para hacer frente a las necesidades a medio y largo plazo", explicó.

Y es que la nueva estación depuradora será una realidad por parte de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR), que es la encargada de desarrollar y financiar el proyecto y ya está trabajando en ello.

Será una instalación con capacidad para tratar el agua del municipio turístico en los próximos 30 años. Será moderna y dotadascon la más avanzada tecnología. Se construirá en una parcela calificada como suelo público, ubicada en las inmediaciones de la nacional 340, en los terrenos que en principio debían de acoger el proyecto de la Ciudad del Ocio.

OLORES DE LA ACTUAL // De esta manera, también se podrá eliminar la actual depuradora que, con el paso del tiempo, ha quedado casi integrada en el núcleo urbano, además de haber causado problemas a los vecinos por el olor que desprende la misma. Desde el equipo de gobierno se ha destacado la importancia que tiene su construcción, porque es un paso más a la hora de planificar los servicios que garanticen el desarrollo sostenible de una localidad que tiene en cartera varios proyectos urbanísticos.

Por su parte, el alcalde, Francesc Colomer, manifestó que esta actuación supone una constatación de que el equipo de gobierno hace los deberes en una serie de aspectos fundamentales. "Alcanzamos un acuerdo con Acuamed que desbloquea el urbanismo gracias a la garantía de suministro de agua de calidad y ahora garantizaremos el tratamiento de ese agua con la nueva depuradora", aseguró Colomer.

De momento, sin embargo, algunas obras como el golf o el nuevo colegio e instituto están pendientes de que la Generalitat Valenciana presupueste la canalización del barranco de la Parreta, que aún no tiene financiación.