El Plan Hidrolóxico declara el tramo urbano del Lérez como zona protegida de interés piscícola
Sáb, 27/11/2010
Al menos el 40% de todo el recorrido del río Lérez desde su nacimiento en Forcarei hasta la desembocadura en Pontevedra estará considerado por la Xunta como zona protegida de interés piscícola por su riqueza en salmones. Este protección se extiende a 24 de los 60 kilómetros totales del río, entre los que figura todo su tramo urbano, desde la presa de Monte Porreiro hasta el puente de A Barca, un tramo que coincide en parte con el Lugar de Interés Comunitario (LIC) definido por los Salones del Lérez.Así se detalla en borrador del Plan Hidróloxico de Galicia-Costa, cuyo informe de sostenibilidad ambiental acaba de iniciar la fase de consultas públicas.
El documento detalla que de los 24 kilómetros del Lérez de interés piscícola, casi ocho corresponden al tramo urbano pontevedrés y los 16 se ubican entre los puentes de Vichocuntín y Betarra, al paso del río por Campo Lameiro y Cotobade. Con esta catalogación el Plan aspira a "proteger la calidad de agua para los peces".Al respecto,se detalla que "entre la ictiofauna continental destacan especies como el salmón atlántico, desaparecido en varios ríos, pero aún presente en los cauces del Masma, Ouro, Landro, Mera, Mandeo, Ulla y Lérez", pero cuya supervivencia choca con las agresiones al medio fluvial. Así, se alerta de que "la creciente y rápida presión sobre los cauces y la zona marítimo-terrestre, fundamentalmente urbanística, reduce día a día el espacio fluvial y marino, incrementa los riesgos frente a inundaciones y menoscaba la protección medioambiental del dominio público". De hecho, el propio Plan ya advierte en su borrador de que el Lérez es uno de los ríos de Galicia-Costa con más alteraciones.
El otro río de la comarca que obtiene esta protección es el Umia, a lo largo de casi veinte kilómetros, aunque esta vez por su riqueza en truchas. Uno de los puntos de interés piscícola, según el Plan Hidrolóxico, es el embalse de A Baxe, pese a los frecuentes episodios de microcystis que padece.
Al margen de la protección que esta declaración piscícola el documento recuerda que la Ría de Pontevedra está declarada como zona sensible, junto con la de Ferrol."En ambos casos -apunta- las principales aglomeraciones urbanas que vierten a las rías tienen un saneamiento deficitario por lo que son zonas donde implantar medidas específicas para controlar estas presiones de vertido puntual para cumplir con los objetivos en zonas sensibles en particular y con el buen estado de las masas en general".
El documento detalla que de los 24 kilómetros del Lérez de interés piscícola, casi ocho corresponden al tramo urbano pontevedrés y los 16 se ubican entre los puentes de Vichocuntín y Betarra, al paso del río por Campo Lameiro y Cotobade. Con esta catalogación el Plan aspira a "proteger la calidad de agua para los peces".Al respecto,se detalla que "entre la ictiofauna continental destacan especies como el salmón atlántico, desaparecido en varios ríos, pero aún presente en los cauces del Masma, Ouro, Landro, Mera, Mandeo, Ulla y Lérez", pero cuya supervivencia choca con las agresiones al medio fluvial. Así, se alerta de que "la creciente y rápida presión sobre los cauces y la zona marítimo-terrestre, fundamentalmente urbanística, reduce día a día el espacio fluvial y marino, incrementa los riesgos frente a inundaciones y menoscaba la protección medioambiental del dominio público". De hecho, el propio Plan ya advierte en su borrador de que el Lérez es uno de los ríos de Galicia-Costa con más alteraciones.
El otro río de la comarca que obtiene esta protección es el Umia, a lo largo de casi veinte kilómetros, aunque esta vez por su riqueza en truchas. Uno de los puntos de interés piscícola, según el Plan Hidrolóxico, es el embalse de A Baxe, pese a los frecuentes episodios de microcystis que padece.
Al margen de la protección que esta declaración piscícola el documento recuerda que la Ría de Pontevedra está declarada como zona sensible, junto con la de Ferrol."En ambos casos -apunta- las principales aglomeraciones urbanas que vierten a las rías tienen un saneamiento deficitario por lo que son zonas donde implantar medidas específicas para controlar estas presiones de vertido puntual para cumplir con los objetivos en zonas sensibles en particular y con el buen estado de las masas en general".