Endesa rebaja 648.000 euros el coste de la eliminación de lodos en el Cordobilla
Mié, 17/11/2010
Acabar con la colmatación que sufre el embalse de Cordobilla, en el término municipal de Puente Genil, podría ser mucho menos costoso que las previsiones que en un primer momento manejaba la Consejería de Medio Ambiente, que a través de la Agencia Andaluza del Agua es la responsable de esta infraestructura. Así, la compañía Endesa -que tiene intereses en la presa por la generación de electricidad- ha elaborado un estudio en el que reduce a algo más de 648.000 euros el coste de la eliminación de lodos en el pantano. Ese informe muestra que existe la posibilidad de retirar los sedimentos mediante la utilización de técnicas de ultrasonido, todo ello sin necesidad de extraer los barros o emplear maquinaria pesada en esas tareas.
Este novedoso sistema "opera con un conjunto de campanas cuyo diseño y función semejan un radar", cita el estudio, de manera que "las campanas son colgadas de cadenas y sumergidas hasta llegar a las masas de lodo. Una vez situadas, "los aparatos emiten ultrasonido que rompe las estructuras compactas de lodos y las pone en suspensión". Posteriormente, con las ayudas de bombas, los lodos fluidos son desalojados mediante sifones. Estos sedimentos "ricos en minerales" son conducidos hasta zonas agrícolas, puesto que "aumentan el rendimiento de los cultivos", cita el texto.
Las campanas utilizadas son de bronce, están revestidas con resinas y su tapa superior es de acero inoxidable. En su interior llevan una batería de 1,5 voltios, cuya energía activa una carga de óxidos nitrosos para emitir vibraciones. De hecho, generan ultrasonido de alta frecuencia que afecta a la dinámica del agua y disuelve así los lodos. El estudio también especifica que las campanas se colocan cada tres metros donde hay mayor concentración de lodo, si bien cuando ya está disuelto se separan hasta los nueve metros.
El informe de Endesa precisa que esta alternativa es una de la seis que se pueden llevar a cabo para acabar con la colmatación del embalse y apunta que es una solución con "costes medioambientales y económicos bajos, mantenimiento anual y ausencia de maquinaria pesada". De hecho, es muy inferior en el aspecto económico a las otras propuestas con un presupuesto de 648.000 euros, muy por debajo de los 29,2 millones de euros de la opción cinco, consistente en el desplazamiento de las zonas afectadas, o los 15,5 millones de la alternativa cuatro, que supondría la construcción de un canal o escollera en la margen derecha. En cuanto a la alternativa uno, incluye el dragado del embalse con medios convencionales, lo que supondría 241 millones de coste, mientras la opción dos vale 189 millones e incluye el recrecimiento de la presa y la propuesta tres llega a 187 millones de euros y plantea la construcción de un canal por la margen derecha.
No obstante, la consejería de Medio Ambiente guarda silencio sobre el asunto y el delegado del ramo en Córdoba, Luis Rey, no quiso hacer comentarios sobre las propuestas de Endesa.
En Cordobilla confluyen distintos intereses en torno al pantano, de manera que a la generación de electricidad de Endesa se une la captación de agua para el canal principal de los riegos Genil-Cabra. Pero además, se trata de un espacio protegido bajo la figura de Paraje Natural. La acumulación de lodos en este embalse, situado junto a la aldea de Cordobilla, ya hizo saltar las alarmas en el año 2009, si bien el recrecimiento de la presa en unos centímetros retrasó hasta este año los problemas que genera.
Este novedoso sistema "opera con un conjunto de campanas cuyo diseño y función semejan un radar", cita el estudio, de manera que "las campanas son colgadas de cadenas y sumergidas hasta llegar a las masas de lodo. Una vez situadas, "los aparatos emiten ultrasonido que rompe las estructuras compactas de lodos y las pone en suspensión". Posteriormente, con las ayudas de bombas, los lodos fluidos son desalojados mediante sifones. Estos sedimentos "ricos en minerales" son conducidos hasta zonas agrícolas, puesto que "aumentan el rendimiento de los cultivos", cita el texto.
Las campanas utilizadas son de bronce, están revestidas con resinas y su tapa superior es de acero inoxidable. En su interior llevan una batería de 1,5 voltios, cuya energía activa una carga de óxidos nitrosos para emitir vibraciones. De hecho, generan ultrasonido de alta frecuencia que afecta a la dinámica del agua y disuelve así los lodos. El estudio también especifica que las campanas se colocan cada tres metros donde hay mayor concentración de lodo, si bien cuando ya está disuelto se separan hasta los nueve metros.
El informe de Endesa precisa que esta alternativa es una de la seis que se pueden llevar a cabo para acabar con la colmatación del embalse y apunta que es una solución con "costes medioambientales y económicos bajos, mantenimiento anual y ausencia de maquinaria pesada". De hecho, es muy inferior en el aspecto económico a las otras propuestas con un presupuesto de 648.000 euros, muy por debajo de los 29,2 millones de euros de la opción cinco, consistente en el desplazamiento de las zonas afectadas, o los 15,5 millones de la alternativa cuatro, que supondría la construcción de un canal o escollera en la margen derecha. En cuanto a la alternativa uno, incluye el dragado del embalse con medios convencionales, lo que supondría 241 millones de coste, mientras la opción dos vale 189 millones e incluye el recrecimiento de la presa y la propuesta tres llega a 187 millones de euros y plantea la construcción de un canal por la margen derecha.
No obstante, la consejería de Medio Ambiente guarda silencio sobre el asunto y el delegado del ramo en Córdoba, Luis Rey, no quiso hacer comentarios sobre las propuestas de Endesa.
En Cordobilla confluyen distintos intereses en torno al pantano, de manera que a la generación de electricidad de Endesa se une la captación de agua para el canal principal de los riegos Genil-Cabra. Pero además, se trata de un espacio protegido bajo la figura de Paraje Natural. La acumulación de lodos en este embalse, situado junto a la aldea de Cordobilla, ya hizo saltar las alarmas en el año 2009, si bien el recrecimiento de la presa en unos centímetros retrasó hasta este año los problemas que genera.