La construcción de las presas se rige por una norma "sismoresistente"
Mar, 15/03/2011
La construcción de las presas se rige por la Norma de Construcción Sismoresistente, una directriz que marca un mapa de las zonas de seísmos en España y que plantea, en cada caso, cómo se debe construir en cada proyecto de acuerdo con el mapa que elabora el Instituto Geográfico Nacional. Las presas, pues, como los puentes, están construidos con unas consideraciones especiales que garantizan su resistencia en casos de actividad sísmica.
A través del mapa de riesgo sísmico, la normativa establece un Máximo Sismo Posible en la zona donde se construirá la presa. De esta manera se fija el máximo terremoto que debería poder soportar la construcción en caso de haberlo. Además, según fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro, las grandes presas de la Cuenca del Ebro, como el caso de Rialb, Itoiz o Yesa, cuentan con estudios sísmicos individualizados propios, que además se suman a la normativa de obligado cumplimiento (Norma Sismoresistente). Las mismas fuentes explicaron que cuando se registra un terremoto en una zona donde hay una presa se activa inmediatamente el protocolo que marca la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones. Esta normativa, que marca una gradación de 0 a 6 escenarios distintos y que arbitra planes de emergencia por riesgo de inundación por rotura de la presa o afectación de la misma por un seísmo u otra disfunción, se activa en grado 0 cuando se registra actividad sísmica. En este estadio se aumentan los controles de vigilancia y se comprueba si hay afectación a la presa. Si la hubiera se activa otro estadio del plan de emergencias y todas las presas, además, están conectadas por un sistema informático de avisos tanto a la población como a las administraciones.
A través del mapa de riesgo sísmico, la normativa establece un Máximo Sismo Posible en la zona donde se construirá la presa. De esta manera se fija el máximo terremoto que debería poder soportar la construcción en caso de haberlo. Además, según fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro, las grandes presas de la Cuenca del Ebro, como el caso de Rialb, Itoiz o Yesa, cuentan con estudios sísmicos individualizados propios, que además se suman a la normativa de obligado cumplimiento (Norma Sismoresistente). Las mismas fuentes explicaron que cuando se registra un terremoto en una zona donde hay una presa se activa inmediatamente el protocolo que marca la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones. Esta normativa, que marca una gradación de 0 a 6 escenarios distintos y que arbitra planes de emergencia por riesgo de inundación por rotura de la presa o afectación de la misma por un seísmo u otra disfunción, se activa en grado 0 cuando se registra actividad sísmica. En este estadio se aumentan los controles de vigilancia y se comprueba si hay afectación a la presa. Si la hubiera se activa otro estadio del plan de emergencias y todas las presas, además, están conectadas por un sistema informático de avisos tanto a la población como a las administraciones.