Utilizan barreras y disolventes para atajar el vertido de mil litros de aceite en el Xuvia
Jue, 10/03/2011
El vertido de aceite al río Xuvia n del que ayer informó en primicia este periódico está siendo atajado con diferentes medios, ya que la cantidad de lubricante derramado es más importante de lo que se pensaba inicialmente y está afectando tanto al cauce fluvial como a los terrenos ribereños. De hecho, se estima que del transformador de la estación de bombeo salieron alrededor de mil litros de aceite-y no 400 como se calculaba el lunes-, parte de los cuales fue a parar directamente al río, mientras que otra cantidad también importante quedó embolsada en la escollera situada al lado de la construcción, que también se está filtrando hacia el cauce.
Este grave incidente medioambiental es consecuencia, tal y como adelantábamos ayer, del robo de seis bobinas de cobre del transformador de planta de bombeo construida por el Concello de Ferrol en el río Xuvia, en Narón, como refuerzo para la dotación de agua potable en un año de gran sequía que había afectado especialmente al pantano de As Forcadas, del que se abastecen los municipios de la ría.
Las instalaciones nunca llegaron a utilizarse y, según la información facilitada por el concejal ferrolano de Medio Ambiente, Rafael Fernández Beceiro, en la actualidad dependen de la empresa Emafesa, que suele realizar una visita a las mismas cada quince días para hacer labores de mantenimiento.
El robo de las bobinas de cobre se descubrió el lunes, a raíz de la aparición de una mancha de aceite en el río. La Policía Nacional está realizando investigaciones para tratar de identificar a los autores de la sustracción. Se cree que el cable fue troceado en la propia planta de bombeo, ya que en el fondo del cauce fluvial aparecieron restos de metales y chatarra.
El hecho de que estas instalaciones estén ubicadas en una zona en la que no hay viviendas, al lado de la Presa do Rei, pudo haber favorecido que los ladrones llevasen a cabo el robo sin ser vistos.
Durante la jornada de ayer, personal de Emafesa y de Estiba del Puerto de Ferrol trabajó intensamente en aras de minorizar el impacto del vertido. Así, y merced a un convenio suscrito con la Autoridad Portuaria, especialistas en la lucha contra la contaminación del agua colocaron barreras para evitar que el aceite continuase avanzando por el río, además de utilizar productos químicos dispersantes.
Por su parte, los operarios de Emafesa trabajaron con una pala retroexcavadora en la retirada de la tierra contaminada por el vertido -se calcula que pueden ser alrededor de cien metros cúbicos-, a fin de evitar que el aceite continúe filtrándose hacia el cauce. El material retirado será entregado a un gestor de residuos -al parecer se hará cargo la empresa Rilo- y en su lugar se depositará tierra limpia. En principio se estima que los trabajos podrían quedar concluidos en el plazo de una semana y media.
A pesar de que, por el momento, no se detectó la presencia de peces muertos, las consecuencias de este vertido pueden tardar tiempo en manifestarse. Así lo indicaba ayer Eloi Saavedra, de la Asociación de Caza y Pesca de Xuvia, quien aseguró que los daños en la fauna piscícola son los menos importantes, porque una vez eliminado el problema, al año siguiente volverá a haber peces.
Este grave incidente medioambiental es consecuencia, tal y como adelantábamos ayer, del robo de seis bobinas de cobre del transformador de planta de bombeo construida por el Concello de Ferrol en el río Xuvia, en Narón, como refuerzo para la dotación de agua potable en un año de gran sequía que había afectado especialmente al pantano de As Forcadas, del que se abastecen los municipios de la ría.
Las instalaciones nunca llegaron a utilizarse y, según la información facilitada por el concejal ferrolano de Medio Ambiente, Rafael Fernández Beceiro, en la actualidad dependen de la empresa Emafesa, que suele realizar una visita a las mismas cada quince días para hacer labores de mantenimiento.
El robo de las bobinas de cobre se descubrió el lunes, a raíz de la aparición de una mancha de aceite en el río. La Policía Nacional está realizando investigaciones para tratar de identificar a los autores de la sustracción. Se cree que el cable fue troceado en la propia planta de bombeo, ya que en el fondo del cauce fluvial aparecieron restos de metales y chatarra.
El hecho de que estas instalaciones estén ubicadas en una zona en la que no hay viviendas, al lado de la Presa do Rei, pudo haber favorecido que los ladrones llevasen a cabo el robo sin ser vistos.
Durante la jornada de ayer, personal de Emafesa y de Estiba del Puerto de Ferrol trabajó intensamente en aras de minorizar el impacto del vertido. Así, y merced a un convenio suscrito con la Autoridad Portuaria, especialistas en la lucha contra la contaminación del agua colocaron barreras para evitar que el aceite continuase avanzando por el río, además de utilizar productos químicos dispersantes.
Por su parte, los operarios de Emafesa trabajaron con una pala retroexcavadora en la retirada de la tierra contaminada por el vertido -se calcula que pueden ser alrededor de cien metros cúbicos-, a fin de evitar que el aceite continúe filtrándose hacia el cauce. El material retirado será entregado a un gestor de residuos -al parecer se hará cargo la empresa Rilo- y en su lugar se depositará tierra limpia. En principio se estima que los trabajos podrían quedar concluidos en el plazo de una semana y media.
A pesar de que, por el momento, no se detectó la presencia de peces muertos, las consecuencias de este vertido pueden tardar tiempo en manifestarse. Así lo indicaba ayer Eloi Saavedra, de la Asociación de Caza y Pesca de Xuvia, quien aseguró que los daños en la fauna piscícola son los menos importantes, porque una vez eliminado el problema, al año siguiente volverá a haber peces.