La CHD ensaya 8 sistemas "baratos" para depurar el agua de 2.200 pueblos
Dom, 06/03/2011
El refrán que dice «a grandes males, grandes remedios» no tiene razón de ser en el complejo mundo de la depuración de aguas. Y mucho menos aún en una Comunidad como Castilla y León, que cuenta con un elevado número de municipios, pero de muy escaso tamaño, lo que convierte en inviable la construcción de grandes estaciones de tratamiento de aguas por su elevado presupuesto pero, sobre todo, por su coste de mantenimiento, inasumible para los municipios que tienen la competencia de depurar las aguas y carecen de los presupuestos necesarios para ello.Este es el problema que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) trata de resolver con el desarrollo de 8 soluciones de depuración de "bajo coste" en 14 núcleos de población repartidos por toda la cuenca de Duero. Aunque unos proyectos van más avanzados que otros, el objetivo final es concluir las obras antes del verano de 2012. Un año después, cuando ya se disponga de los datos necesarios para evaluar un ciclo hidraúlico anual completo, se decidirá qué tipo de depuración se desarrolla en los más de 2.200 núcleos de población de menos de 2.000 habitantes equivalentes que aún no depuren sus aguas en la Comunidad.De esta forma la solución final a los problemas de depuración coincidirá con el último plazo arbitrado por la Unión Europea para garantizar el «tratamiento adecuado de las aguas» en la Directiva Marco del Agua: el 1 de enero de 2015.La elección de los 14 núcleos de población de la Cuenca del Duero (uno de ellos está emplazado en la localidad orensana de Arzadegos) no ha sido aleatoria. Fuentes autorizadas del Comisariado de Aguas de la CHD explican que para desarrollar estas depuradoras experimentales se han elegido «desde municipios con muy poca población a otros que estuvieran cerca del parámetro de los 2.000 habitantes equivalentes» y que «fueran representativos de toda la variedad de vertidos que se pueden registrar en pequeñas poblaciones». Además, también ha habido que escoger «diferentes ubicaciones geográficas» y tener en cuenta la colaboración municipal de cara a la cesión de parcelas próximas a los puntos de vertido. El objetivo final es «experimentar con diferentes tipos de tecnologías de bajo coste, utilizando desde los sistemas más convencionales a los más novedosos, pero siempre teniendo en mente que permitan hacer una comparativa entre todos ellos en relación al coste de inversión, el coste de explotación, la facilidad de mantenimiento, los rendimientos o la calidad del vertido».De esta forma ya se ha iniciado la construcción de distintos sistemas (ver gráfico) en las localidades de Villalba de los Alcores (Valladolid), Gilbuena (Ávila), Castrillo de Guareña (Zamora), Mironcillo (Ávila), Monleras (Salamanca) y Torreiglesias (Segovia) que concluirán «antes del otoño».Antes de fin de año comenzarán los trabajos en Gordoncillo (León), Arzadegos (Orense) y Valdeprados (Segovia) y se prevé acabar antes del verano de 2012 las obras en Langa de Duero (Soria), Peñaranda de Duero (Burgos), Tardajos (Burgos) y Tariego (Palencia).
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El Plan de Calidad de Aguas, al rescate Teniendo en cuenta que el primer plazo marcado por la Unión Europea para que todas las poblaciones, incluidas las de menos de 2.000 habitantes equivalentes, depuraran adecuadamente sus aguas residuales concluyó el 1 de enero de 2006, el Plan de Calidad de las Aguas, firmado entre la CHD y la Junta, que supondrá una inversión de más de 1.000 millones de euros, se ha convertido en herramienta clave para poder cumplir la Directiva Marco del Agua que prorroga hasta el uno de enero de 2015 el plazo para que todas las aguas residuales que se generan en Castilla y León cuenten con un «tratamiento adecuado». Aminorar el coste de mantenimiento, la claveEl coste de mantenimiento de las instalaciones de depuración es la clave sobre la que pivota todo este programa experimental ya que para los expertos de la Confederación Hidrográfica del Duero «es vital lograr una significativa disminución de costes y que un solo operario pueda ser el encargado de revisar no una, sino muchas depuradoras». Los 8 tipos de sistemas de depuración experimental van desde el más sencillo, la tradicional fosa séptica que no precisa ningún tipo de energía para funcionar y que sólo requiere un mantenimiento «de una o dos veces al año», al denominado 'reactor biológico secuencial' o los "biodiscos", en los que es necesario emplear energía para que funcionen.Los costes de estas instalaciones también varían de forma sustancial. Los 15.000 o 45.000 euros que pueden llegar a costar las tradicionales fosas sépticas en función de los modelos y tamaños, pueden convertirse en 700.000 euros en el caso de los sistemas de "biodiscos" o "reactores secuenciales". En estos dos últimos casos, la energía necesaria para hacer funcionar un compresor que oxigene el agua (caso de los reactores secuenciales) o un motor que haga girar los 'biodiscos' que contienen las bacterias que se encargan de depurar el agua, pueden acabar suponiendo un sobrecoste añadido que no pueda llegar a soportar un pequeño municipio.
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El Plan de Calidad de Aguas, al rescate Teniendo en cuenta que el primer plazo marcado por la Unión Europea para que todas las poblaciones, incluidas las de menos de 2.000 habitantes equivalentes, depuraran adecuadamente sus aguas residuales concluyó el 1 de enero de 2006, el Plan de Calidad de las Aguas, firmado entre la CHD y la Junta, que supondrá una inversión de más de 1.000 millones de euros, se ha convertido en herramienta clave para poder cumplir la Directiva Marco del Agua que prorroga hasta el uno de enero de 2015 el plazo para que todas las aguas residuales que se generan en Castilla y León cuenten con un «tratamiento adecuado». Aminorar el coste de mantenimiento, la claveEl coste de mantenimiento de las instalaciones de depuración es la clave sobre la que pivota todo este programa experimental ya que para los expertos de la Confederación Hidrográfica del Duero «es vital lograr una significativa disminución de costes y que un solo operario pueda ser el encargado de revisar no una, sino muchas depuradoras». Los 8 tipos de sistemas de depuración experimental van desde el más sencillo, la tradicional fosa séptica que no precisa ningún tipo de energía para funcionar y que sólo requiere un mantenimiento «de una o dos veces al año», al denominado 'reactor biológico secuencial' o los "biodiscos", en los que es necesario emplear energía para que funcionen.Los costes de estas instalaciones también varían de forma sustancial. Los 15.000 o 45.000 euros que pueden llegar a costar las tradicionales fosas sépticas en función de los modelos y tamaños, pueden convertirse en 700.000 euros en el caso de los sistemas de "biodiscos" o "reactores secuenciales". En estos dos últimos casos, la energía necesaria para hacer funcionar un compresor que oxigene el agua (caso de los reactores secuenciales) o un motor que haga girar los 'biodiscos' que contienen las bacterias que se encargan de depurar el agua, pueden acabar suponiendo un sobrecoste añadido que no pueda llegar a soportar un pequeño municipio.