En lo que va de año se han detectado 14 vertidos tóxicos en el río Barbaña
Mar, 16/11/2010
Podrían ser más, pero hay constancia ofi cial de que se han producido al menos catorce vertidos tóxicos al río Barbaña en lo que va de año. La Confederación Hidrográfi ca del Miño-Sil confi rmaba ayer estos datos, al tiempo que matizaba que en solo dos ocasiones se detectaron niveles de contaminación del agua por encima de los límites máximos legales. A raíz de esta circunstancia se abrieron sendos expedientes sancionadores que, según fuentes de la entidad gestora de la cuenca, aún no se han resuelto puesto que este tipo de procedimientos suelen alargarse durante aproximadamente año y medio.
No sería la primera vez que un proceso de este tipo acaba con una multa. Estas, habitualmente, las acaba pagando el Concello de San Cibrao como responsable que es del servicio de saneamiento en este municipio. De los polígonos industriales que existen en el ayuntamiento es de donde partirían los vertidos, que acaban llegando en el río Barbaña sin haber pasado por el adecuado proceso de depuración.
Según la oposición nacionalista en el Concello de San Cibrao, las multas están llegando con una periodicidad preocupante. La última de ellas, según denuncian, acaba de recibirse y exige al Ayuntamiento el pago de una sanción de 19.000 euros por un vertido tóxico registrado en el año 2008.
Por otro lado, los grupos ecologistas alertan de que los sucesos de este tipo podrían ser muchos más de los que acaban siendo detectados por las autoridades. Solo se actúa, dicen, cuando los vertidos se ven porque cambian la tonalidad del agua, porque van acompañados de espuma o porque provocan una alta mortalidad de peces.
El senador nacionalista Xosé Manuel Pérez Bouza compareció ayer en rueda de prensa junto al portavoz del BNG en el Concello de San Cibrao, Miguel Álvarez, para pedir una acción coordinada de todas las instituciones implicadas para evitar los continuos vertidos tóxicos que llegan al río Barbaña. El Ayuntamiento, según reclaman los nacionalistas, debería controlar el origen de la contaminación y adecuar su red de saneamiento de modo que ésta sea capaz de tratar las aguas residuales de los polígonos industriales que existen en el municipio. En esta tarea debería colaborar la Xunta, dicen desde el BNG.
Finalmente, el Estado también debe participar en este proceso llevando a cabo actuaciones en la depuradora para que, en el caso de que lleguen vertidos, estos sean controlados antes de pasar al Barbaña. Además, según dicen, se debe regenerar el cauce. Las multas por los vertidos tóxicos al río Barbaña las acaba pagando el Concello de San Cibrao. Existen diversas interpretaciones en torno a si el Ayuntamiento podría o no reclamar responsabilidades a la empresa concesionaria de la gestión del servicio de saneamiento municipal. En el BNG entienden que sí, que la compañía debe pagar por no detectar los vertidos a tiempo.
No sería la primera vez que un proceso de este tipo acaba con una multa. Estas, habitualmente, las acaba pagando el Concello de San Cibrao como responsable que es del servicio de saneamiento en este municipio. De los polígonos industriales que existen en el ayuntamiento es de donde partirían los vertidos, que acaban llegando en el río Barbaña sin haber pasado por el adecuado proceso de depuración.
Según la oposición nacionalista en el Concello de San Cibrao, las multas están llegando con una periodicidad preocupante. La última de ellas, según denuncian, acaba de recibirse y exige al Ayuntamiento el pago de una sanción de 19.000 euros por un vertido tóxico registrado en el año 2008.
Por otro lado, los grupos ecologistas alertan de que los sucesos de este tipo podrían ser muchos más de los que acaban siendo detectados por las autoridades. Solo se actúa, dicen, cuando los vertidos se ven porque cambian la tonalidad del agua, porque van acompañados de espuma o porque provocan una alta mortalidad de peces.
El senador nacionalista Xosé Manuel Pérez Bouza compareció ayer en rueda de prensa junto al portavoz del BNG en el Concello de San Cibrao, Miguel Álvarez, para pedir una acción coordinada de todas las instituciones implicadas para evitar los continuos vertidos tóxicos que llegan al río Barbaña. El Ayuntamiento, según reclaman los nacionalistas, debería controlar el origen de la contaminación y adecuar su red de saneamiento de modo que ésta sea capaz de tratar las aguas residuales de los polígonos industriales que existen en el municipio. En esta tarea debería colaborar la Xunta, dicen desde el BNG.
Finalmente, el Estado también debe participar en este proceso llevando a cabo actuaciones en la depuradora para que, en el caso de que lleguen vertidos, estos sean controlados antes de pasar al Barbaña. Además, según dicen, se debe regenerar el cauce. Las multas por los vertidos tóxicos al río Barbaña las acaba pagando el Concello de San Cibrao. Existen diversas interpretaciones en torno a si el Ayuntamiento podría o no reclamar responsabilidades a la empresa concesionaria de la gestión del servicio de saneamiento municipal. En el BNG entienden que sí, que la compañía debe pagar por no detectar los vertidos a tiempo.