El Acuífero 23 cambia la tendencia y se recarga con 1.100 hectómetros cúbicos
Sáb, 13/11/2010
El Acuífero 23, el embalse subterráneo que se extiende por unos 5.500 kilómetros cuadrados de superficie del terreno en el Alto Guadiana, se ha recargado con 1.100 hectómetros cúbicos, lo que ha reducido su déficit a 1.800 hectómetros cúbicos y marca un cambio de tendencia en su recuperación.
Así lo ha destacado en Toledo el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Eduardo Alvarado, que ha asegurado que desde el punto de vista ambiental el acuífero está "si no en unas condiciones óptimas, que no se conseguirán hasta que se produzca la recuperación final, si muy buenas y muy favorables".
Según Alvarado, esta recarga que ha cuantificado el Instituto Geológico y Minero, responde por una parte a las precipitaciones que se produjeron durante el pasado invierno y a los efectos que están produciendo las medidas del Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG).
Entre estas medidas destaca la creación de pozos de recarga, que han supuesto el equivalente a introducir en el acuífero una cantidad de agua algo superior a la capacidad del embalse de Peñarroya, en la provincia de Ciudad Real, ha suayado.
También se ha referido a otras medidas como la instalación de caudalímetros, el seguimiento del plan de ordenación de las extracciones y todo un conjunto de medidas "que lentamente irán produciendo la recuperación".
El presidente de la CHG ha añadido que "lo importante es que se ha cambiado y se ha roto la tendencia", porque después de los últimos cinco años de sequía, entre 2005 y 2009, el nivel del acuífero estaba prácticamente estabilizado, con variaciones de cinco a diez centímetros.
Alvarado está convencido que seguirá recargándose, aunque no haya llovido, porque "la recarga es lenta en su conjunto y hay una interconexión de las masas que es la que permite el proceso".
Esta interconexión es la que ayuda también a que Las Tablas de Daimiel se encuentre en la situación en la que están, con más de 1.000 hectáreas encharcadas, ha resaltado, lo que considera "una situación magnífica en comparación con el año pasado", cuando en Las Tablas había sequía, poco más de 12 hectáreas de superficie encharcada, fuego en el subsuelo y previsiones de restricciones de riegos
El año pasado los embalses tenían volúmenes de agua embalsada de en torno al 37 y 27 por ciento y en la actualidad hay más de 1.000 hectáreas encharcadas, ha señalado Alvarado, quien ha agregado que se ha constatado "una recuperación del acuífero en unas condiciones magníficas para seguir recuperándolo, sin situación de sequía y con los embalses al 80 por ciento".
Ha insistido en que la situación "ha cambiado radicalmente", lo que ha tenido efectos no sólo ambientales, sino también efectos económicos y sociales en toda la zona.
"Hay una magnífica recuperación tanto de la avifauna como de la vegetación", que es un activo que tiene que ver con la mejora de las condiciones del agua que llega a Las Tablas y del agua que se infiltra, ha apuntado Alvarado, quien ha insistido en que las condiciones ambientales "nos permiten ser optimistas".
Así lo ha destacado en Toledo el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Eduardo Alvarado, que ha asegurado que desde el punto de vista ambiental el acuífero está "si no en unas condiciones óptimas, que no se conseguirán hasta que se produzca la recuperación final, si muy buenas y muy favorables".
Según Alvarado, esta recarga que ha cuantificado el Instituto Geológico y Minero, responde por una parte a las precipitaciones que se produjeron durante el pasado invierno y a los efectos que están produciendo las medidas del Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG).
Entre estas medidas destaca la creación de pozos de recarga, que han supuesto el equivalente a introducir en el acuífero una cantidad de agua algo superior a la capacidad del embalse de Peñarroya, en la provincia de Ciudad Real, ha suayado.
También se ha referido a otras medidas como la instalación de caudalímetros, el seguimiento del plan de ordenación de las extracciones y todo un conjunto de medidas "que lentamente irán produciendo la recuperación".
El presidente de la CHG ha añadido que "lo importante es que se ha cambiado y se ha roto la tendencia", porque después de los últimos cinco años de sequía, entre 2005 y 2009, el nivel del acuífero estaba prácticamente estabilizado, con variaciones de cinco a diez centímetros.
Alvarado está convencido que seguirá recargándose, aunque no haya llovido, porque "la recarga es lenta en su conjunto y hay una interconexión de las masas que es la que permite el proceso".
Esta interconexión es la que ayuda también a que Las Tablas de Daimiel se encuentre en la situación en la que están, con más de 1.000 hectáreas encharcadas, ha resaltado, lo que considera "una situación magnífica en comparación con el año pasado", cuando en Las Tablas había sequía, poco más de 12 hectáreas de superficie encharcada, fuego en el subsuelo y previsiones de restricciones de riegos
El año pasado los embalses tenían volúmenes de agua embalsada de en torno al 37 y 27 por ciento y en la actualidad hay más de 1.000 hectáreas encharcadas, ha señalado Alvarado, quien ha agregado que se ha constatado "una recuperación del acuífero en unas condiciones magníficas para seguir recuperándolo, sin situación de sequía y con los embalses al 80 por ciento".
Ha insistido en que la situación "ha cambiado radicalmente", lo que ha tenido efectos no sólo ambientales, sino también efectos económicos y sociales en toda la zona.
"Hay una magnífica recuperación tanto de la avifauna como de la vegetación", que es un activo que tiene que ver con la mejora de las condiciones del agua que llega a Las Tablas y del agua que se infiltra, ha apuntado Alvarado, quien ha insistido en que las condiciones ambientales "nos permiten ser optimistas".