El Principado pide a Medio Ambiente obras de emergencia para evitar más inundaciones

Jue, 04/11/2010

El Comercio

El Gobierno regional evitó ayer pronunciarse sobre las críticas de los ayuntamientos hacia la supuesta «falta de previsión» de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) ante las lluvias del lunes, aunque anunció que pedirá al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino «que intensifique» el trabajo en determinados puntos de la región, para evitar que se repitan nuevas inundaciones en las mismas localidades que ya se vieron afectadas por la crecida de los ríos en junio. Por otra parte, el Principado descartó abrir una nueva línea de ayudas para los afectados por las últimas riadas, al considerar que «no tienen la misma magnitud» que las que se registraron a finales de la pasada primavera.

Con respecto a las críticas de los ayuntamientos afectados por la actuación de la CHC ante las últimas lluvias, la consejera de Administraciones Públicas y portavoz del Gobierno, Ana Rosa Migoya, apuntó ayer que al Principado «no le corresponde opinar por otras instituciones que tienen las competencias» en la gestión de la cuenca hidrográfica. No obstante, aseguró que «lo que sí conocemos es que en los últimos meses se ha hecho un esfuerzo importante de limpieza y de mejora de los cauces y de los márgenes de los ríos». Aún así, anunció que el Ejecutivo regional «va a seguir insistiendo» ante el Ministerio de Medio Ambiente y ante la propia CHC «para que se intensifique ese esfuerzo en determinadas localidades y en determinados puntos».

En opinión del Principado, lo ocurrido con las lluvias del lunes «no es una situación que afecte a toda Asturias, sino a algunas zonas específicas muy localizadas, acotadas y perfectamente definidas». La portavoz se refirió en concreto a Arriondas y a algunos otros puntos de los cauces del Sella y el Piloña, «donde se pueden producir problemas de desbordamiento de ríos cuando la precipitación alcanza un determinado nivel». Migoya señaló que el Gobierno asturiano «va a pedir que se agilicen esas obras de emergencia que ya están previstas, que se intensifiquen esas actuaciones» en los puntos más complicados, «fundamentalmente en la zona oriental» de la región.

Tanto el Ayuntamiento de Parres como el de Cangas de Onís se han mostrado críticos con la demora de la CHC en la ejecución de las actuaciones programadas, especialmente al paso del río Sella por las localidades de Arriondas y Triongo.

En la capital parraguesa se trabaja desde octubre en el dragado del cauce, pero la obra aún no se ha completado y aunque, según el alcalde, Marcos Gutiérrez, lo ya ejecutado ayudó a evitar que los daños de las últimas lluvias fueran mayores, el Ayuntamiento considera que deberían haberse adelantado los dragados para tener el Sella preparado de cara a las lluvias otoñales. Desde Cangas de Onís, mientras, se pide que se ejecute «cuanto antes» el dragado del río a su paso por Triongo, sin tener que esperar a que se apruebe el ambicioso plan que se baraja para la restauración del Sella.

Otros ayuntamientos que mostraron su enfado con la CHC fueron los de San Martín del Rey Aurelio y Oviedo. El primero lamentó que no se hubiera anticipado el desembalse del pantano de Tanes para evitar que coincidiera con los momentos de tormenta y que tampoco se les avisara de la apertura de la presa. Desde Oviedo, mientras, el concejal de Urbanismo, Alberto Mortera, llegó a reclamar la desaparición de la CHC y que el Principado asumiera sus competencias. En este concejo las peores consecuencias de las lluvias se vivieron de nuevo en la localidad de Trubia.

La crecida de los ríos a consecuencia de las fuertes precipitaciones de la noche del domingo y la mañana del lunes motivó 106 intervenciones de los efectivos de Bomberos de Asturias, entre ellas 34 relativas a inundaciones, 42 relacionadas con problemas por lluvia en carreteras, 18 con labores urgentes de limpieza, además de siete derrumbes y desbordamientos en cinco puntos de los cauces del Sella, Nalón, Piloña y Nora. Las consecuencias se hacían notar aún el martes. El volumen de troncos y maleza arrastrados por el Nalón obligó a cortar anteayer el tráfico desde primera hora de la mañana, y hasta bien avanzada la tarde, en la carretera N-632 a la altura del viaducto que pasa sobre el río en Soto del Barco.

Pese a los daños provocados en viviendas y otras propiedades, el Principado descarta la apertura de una línea de ayudas similar a la que se creó en junio para paliar los efectos de las anteriores riadas. En opinión de la consejera de Administraciones Públicas, «no tienen la misma magnitud». Ana Rosa Migoya explicó que «cuando en junio pusimos en marcha una medida extraordinaria es porque entendíamos que la situación era, en algunos casos, catastrófica y que, además, había afectado de una manera muy importante a bienes particulares y también a bienes públicos». Lo ocurrido ahora «no se puede comparar en modo alguno» con aquellas inundaciones, ya que aunque «se han producido, efectivamente, algunas cuestiones en determinadas zonas, no tienen la magnitud como para tomar una medida extraordinaria de esa naturaleza». Según informó la CHC, la crecida de los caudales «fue muy rápida», y en ríos como el Sella o el Deva ya se alcanzaron hacia las seis de la mañana picos de caudal que alcanzaron los seis metros a la altura de Arriondas, 5 en Cangas de Onís y 4,7 en Panes. En el Nalón los efectos se notaron ya por la tarde, con picos de 5,2 metros en Grullos y 4,2 en Palomar. Un hombre camina por el anegado barrio de San Vicente, en El Entrego, el lunes.

Alertas. La noche del domingo y el lunes, el 112 recibió 2.741 llamadas, de las que 1.180 fueron de emergencias.

Salidas. Los Bomberos de Asturias realizaron 106 intervenciones derivadas de las lluvias: 34 por inundaciones, 42 por problemas en las carreteras, 18 para limpiezas urgentes, 7 por derrumbes y 5 por desbordamientos.