La Comisión Balear de Medio Ambiente solicitó el pasado día 6 al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino la documentación correspondiente sobre el cumplimiento del Plan de Vigilancia Ambiental previsto en las obras de la desaladora de Ciutadella y su afectación a las praderas de posidonia. De esta forma la Comisión se ha sumado a la preocupación expresada por el grupo ecologista GOB, que remitió un informe a la Fiscalía de Medio Ambiente, al Ministerio y a la Comisión para que investigara la afectación de hasta 10.000 metros cuadrados de pradera. El Plan de Vigilancia aprobado en su día por la Secretaría General de Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático establece la realización de controles estrictos de salinidad, de las praderas de posidonia oceánica y organismos bentónicos, la protección del suelo, la vegetación, fauna y patrimonio, así como del sistema hidrológico y de la calidad de las aguas, entre otros aspectos.

La Comisión de Medio Ambiente abordará este jueves el proyecto de ampliación e instalación de secado de arena en la cantera de Loreto de Maó. Una vez recibido los informes de la Dirección General de Recursos Hídricos en relación a la conducción de pluviales y de la Dirección General de Residuos sobre los riesgos de contaminación en la zona, la Comisión Balear de Medio Ambiente tiene previsto emitir el próximo mes de noviembre el dictamen para el inicio de los trabajos de desmantelación en Cala Figuera. Los informes del Ayuntamiento y el Consell serán cruciales para iniciar o no un expediente de impacto ambiental sobre el nuevo vial proyectado.