La empresa Espina y Delfín, concesionaria del servicio municipal de aguas de Lalín, exige al Concello una subida de su canon anual, que está en función de la tasa que pagan los contribuyentes, como consecuencia del sobrecoste que le genera el tratamiento de lodos. La firma está planteando esta necesidad de renegociar el precio del servicio desde hace meses e incluso ha reclamado una reunión con el regidor local, Xosé Crespo, pero el encuentro no se ha producido por el momento.

La petición de Espina conduciría,de fructificar,a la adopción de una subida de la tasa que actualmente pagan los contribuyentes, fijada entre 33 y 55 céntimos por m según el consumo, o a la asunción de la nueva cantidad por parte de las arcas municipales. El alcalde lalinense no está por la labor de ninguna de estas salidas en el actual contexto de crisis,ya que no quiere gravar a los contribuyentes pese a que piensa que la tasa del agua es asequible ni tampoco ve con buenos ojos recurrir a la tesorería municipal con la fuerte caída de ingresos fiscales y de las transferencias estatales.

Precisamente por ello, Crespo está alargando la celebración del encuentro y la apertura de negociaciones con Espina, aunque admite que el tratamiento lodos una actuación novedosa costosa y también está satisfecho con el trabajo realizado por Espina. Por ello, el alcalde sabe que está condenado, más pronto que tarde, a reunirse con Espina y, posiblemente, a compensar de algún modo el tratamiento de los lodos que genera el servicio municipal de aguas.

Cabe señalar que, cuando comenzó la concesión, los residuos de la red de abastecimiento de Lalín se trasladaban al basurero municipal de Setefontes, donde se procedía a su incineración, por lo que no generaban coste a la empresa. No obstante, con la clausura del vertedero, la empresa comenzó a gestionar el tratamiento de estos lodos, trasladándolos a una planta en el concello lucense de Outeiro de Rei. La gestora de residuos cobra por cada tonelada tratada y, a mayores, Espina tiene que asumir el coste del desplazamiento.

Ante está situación, que amenaza el equilibrio económico-financiero de la concesión, la empresa del agua solicitó al Concello que afrontará el coste de unos silos para poder almacenar los lodos, pero no ha obtenido ninguna respuesta a esta propuesta ni a las otras posibilidades de índole económica.

En cualquier caso, el Concello aún alberga que este nuevo servicio, ya que no aparecía recogido cuando se firmó la concesión, no tenga ningún coste ni para su tesorería ni para los contribuyentes. Al respecto, se recuerda que el estudio realizado en su momento apuntaba que las altas en el padrón fiscal, cuyas tasas percibe íntegramente la concesionaria, rondarían el 30% en una década, pero finalmente se han elevado por encima de un 100% como consecuencia de la extensión de la canalización a gran parte del municipio. Además, la firma ha localizado los numerosos robos de agua que se producían antes de la privatización gracias a una maquinaria especializada, lo que le ha permitido aumentar en gran medida el padrón. El Concello utilizará los pingües beneficios de tantas altas para evitar una subida del canon.

La empresa solicita desde hace meses una reunión con el alcalde, que está satisfecho del funcionamiento de la concesión Crespo admite que debe pagar más dinero, ya que estos restos antes se depositaban en el basurero