Galicia, a diferencia de otras zonas de España, no tiene escasez de agua ni es probable que este problema se plantee a medio plazo, pero sí es previsible que el cambio climático traiga una disminución de sus recursos hídricos de hasta un 10% de aquí a fi n de siglo. No es que vaya a llover menos, ya que los modelos climáticos no son concluyentes en este aspecto, aunque la tendencia sea hacia una ligera disminución, sino que el problema vendrá por el aumento de las temperaturas que propiciarán una mayor evapotranspiración (pérdida de la humedad por evaporación directa y por el efecto de la transpiración de la vegetación). Así lo avanzó ayer en A Coruña en la jornada inaugural de la Conferencia da Auga, promovida por el organismo autónomo Augas de Galicia, el catedrático de Edafología de la Universidade de Santiago Francisco Díaz-Fierros, uno de los mayores expertos en cambio climático en la comunidad.

En los últimos treinta años, Galicia ha experimentado «unha lixeira perda en recursos hídricos», ya que en los caudales de los ríos solo se ha observado una ligera tendencia a la disminución en el cuenca Miño-Sil, aunque la previsión de cara el futuro es que «a evapotranspiración aumente de xeito signifi cativo», según Díaz-Fierros.

Otro aspecto llamativo, que habrá que tener en cuenta en las políticas de planifi cación del recurso, es la captación de agua por parte de las plantaciones forestales de crecimiento rápido, como el eucalipto y los pinos, cuya superfi cie en los últimos once años ha aumentado en 200.000 hectáreas. Solo las nuevas plantaciones de este tipo que se crean cada año -alrededor de 20.000 hectáreas- consumen tanta agua como la destinada a la agricultura de regadío en Galicia, en torno a 50 hectómetros cúbicos por año. «Débense ter en conta estes novos elementos á hora de facer unha planifi cación dos recursos hídricos, e sería preciso facer tamén un seguimento máis personalizado do nivel das cuncas», apunta como posibles soluciones Francisco Díaz-Fierros. La conferencia inaugural de la Conferencia da Auga corrió a cargo de Pedro Arrojo, ex presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua y Premio Goldman de Medio Ambiente. Arrojo dijo que «recuperar la salud del agua es inteligente desde el punto de vista económico», ya que la explotación y la contaminación del agua, pese a que pueda ser rentable en un primer momento para una empresa, es algo que va en detrimento de la sociedad y que a la larga es más costoso, de ahí la necesidad de una responsabilidad conjunta por parte de las Administraciones, agentes socieconómicos y ciudadanos en la protección de este recurso natural.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, fue el encargado de inaugurar ayer la Conferencia da Auga, en la que habló de todos los proyectos que está llevando a cabo el Gobierno autonómico en este campo, que tiene como principal proyecto la nueva Lei de Augas de Galicia, que estará lista el próximo mes de diciembre. «É necesario un esforzo permanente, porque cada gota de auga ten un valor incalculable», apuntó el presidente gallego, quien dijo que este bien «non sobra nin en Galicia».

Feijoo también enumeró algunas de las novedades que traerá consigo la nueva normativa, que entre sus iniciativa contempla la creación de la nueva Axencia de Augas de Galicia, un organismo que fusionará Augas de Galicia y la Empresa Pública de Obras e Servizos Hidráulicos. También se pondrá en marcha una comisión especial para el uso sostenible del agua, y que se convertirá en una vía de participación de empresas, Administraciones y ciudadanos. En este sentido, el presidente de la Xunta también anunció que la nueva ley recogerá la mayoría de las enmiendas presentadas, porque «enriquecen el documento», dijo.

El nuevo canon del agua, cuya recaudación irá íntegramente destinada a nuevas infraestructuras hidráulicas, es otra de las apuestas de la nueva normativa que prepara la Xunta. Además, Feijoo recordó la inversión de más de 800 millones de euros hasta el año 2015 «para o saneamento integral das rías galegas, e para achegar o saneamento e abastecemento a toda a poboación».