Tarragona impulsa dos nuevos planes directores de agua y alcantarillado con la finalidad de garantizar el suministro de agua a los ciudadanos y, al mismo tiempo, establecer las conexiones necesarias para el futuro crecimiento de la ciudad. Se prevé una inversión de 108 millones los próximos 10 años.

Según el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, el objetivo es adecuar la red para dar respuesta al futuro Pla d'Ordenació Urbanística Municipal (POUM) así como mejorar la capacidad de reserva de agua para evitar posibles situaciones de sequía. Desde el consistorio se ha explicado que la iniciativa también permitirá tener un inventario exacto del alcantarillado de la ciudad. Entre el conjunto de acciones programadas está la construcción de dos nuevos depósitos de agua, la interconexión de todos los depósitos o la creación de nuevos colectores de agua en la ciudad.

Tanto Ballesteros como el presidente de Ematsa, Ferran Sánchez, destacaron ayer que esta gran inversión no representa ni un euro de sobrecoste a los tarraconenses ya que se pagará mediante inversiones de la propia Ematsa, subvenciones de otras administraciones y los costes urbanísticos del futuro crecimiento de la ciudad. El director-gerente de Ematsa, Eduard Zaragoza, comentó que «con estos planes mejoramos la capacidad de la reserva de agua de Tarragona».

Uno de los depósitos que se construirán podrá albergar 15.000 m3 y se construirá en Sant Pere i Sant Pau, el otro tendrá 25.000 m3 y se instalará en la zona del Llorito, para alimentar nuevas zonas de crecimiento como la Budallera.