El colectivo ecologista Vaipolorío denunció ayer un nuevo vertido al río de Os Gafos. En esta ocasión, el derrame contaminante causó la muerte a decenas de peces, en su mayoría truchas, de este cauce fluvial.

Fue al mediodía cuando se dio la voz de alerta al 112 al observar los miembros de esta asociación un vertido de aspecto jabonoso que además desprendía un olor "moi desagradable". Afectaba al tramo de este río que discurre entre el sendero peatonal del río de Os Gafos en dirección hacia el cruce en donde este cauce fluvial se une con el río Pintos. Hasta el lugar se desplazaron efectivos de la Policía Local, Nacional, Autonómica y del Seprona de la Guardia Civil. Al tratarse de una zona rural fueron estos últimos los que se hicieron cargo de la investigación y tomaron varias muestras del agua del río que posteriormente serán analizadas.

Los miembros de Vaipolorío también fueron capaces de identificar el origen del derrame que se encontraba, según explicaron, en una tubería que se encontraba rota. Una canalización que, al parecer, procede del parque empresarial de O Campiño y a la que también están conectadas varias casas particulares.

Por este motivo, desde el colectivo cívico no se limitaron a alertar de los hechos a las fuerzas del orden sino que también se dio aviso a Aquagest,empresa concesionaria del servicio de agua y el saneamiento en el Concello de Pontevedr. El objetivo es que se"proceda a arranxar canto antes esta avería e evitar así que se produzan novos vertidos", indicaron desde Vaipolorío.

En cuanto a la mortandad de la fauna del río de Os Gafos, los miembros de esta asociación contabilizaron un total de 32 peces muertos dispersados a lo largo de un tramo de unos 800 metros del cauce del río por lo que consideran que el vertido "era moi abrasivo" y con una carga mortífera bastante elevada.

Desde Vaipolorío recuerdan que este tipo de vertidos se repiten con demasiada frecuencia en el cauce del río de Os Gafos. De hecho, el pasado mes de mayo entregaron un informe a la Fiscalía Provincial en el que se denunciaba a los concellos de Pontevedra y Vilaboa por las reiteradas descargas de contenido contaminante que sufre el cauce fluvial. En este dossier se informaba de las agresiones medioambientales sufridas por el río a lo largo de los últimos cuatro años.

En aquella denuncia, que se presentaba dando cumplimiento a un acuerdo adoptado por la junta directiva de la entidad, ya se apuntaba al mal estado del colector de aguas fecales que discurre paralelo al río, y que pertenece a estos dos concellos,como posible origen de muchos de los vertidos.