El país enfrenta el mayor temporal de lluvias en su historia, evaluó ayer el presidente Felipe Calderón, en recorrido por el estado de Tabasco, uno de los más afectados por la contingencia climática.

Los pasados julio y agosto fueron los meses con el mayor registro de precipitaciones en toda la historia de que se tenga memoria, indicó el mandatario, quien ubicó como prioridad salvaguardar las vidas humanas.

Técnicos de la Comisión Nacional del Agua y de la Comisión Federal de Electricidad evalúan minuto a minuto tanto los niveles de las presas, como de los ríos, para evitar inundaciones catastróficas, explicó el jefe del Ejecutivo.

Por su parte, las dependencias federales están atentas para realizar los censos de daños a la población, a fin de apoyar a todos, de manera equitativa y por igual, aseguró el Presidente.
Ejército y Marina-Armada de México también continúan prestando auxilio a la población civil en las zonas de riegos, donde hay registros de severas inundaciones.

Primero el huracán Frank, luego varias ondas tropicales y la más reciente depresión 11-E provocaron inusuales aguaceros, en toda la región sureste del territorio nacional, comentó Calderón.

Protección Civil en el estado de Oaxaca, donde hay 80 mil afectados, informó de dos muertos entre domingo y lunes pasados, mientras que el gobierno de Guerrero reportó al menos otro deceso.

En Veracruz Protección civil reportó unos 200 mil damnificados y 10 mil evacuados, en tanto el gobernador de Tabasco, Andrés Granier, dio cuenta de 124 mil afectados en ese territorio.
La situación podría agravarse en las próximas horas, al sumarse a la nubosidad sobre el océano Pacífico la presencia de la tormenta tropical Hermine, que tocó tierra en Tamaulipas (noreste).

De acuerdo con las evaluaciones oficiales, la subida de las aguas perjudica principalmente a los territorios sureños de Tabasco, Veracruz, Chiapas y Oaxaca.