El agua significa seguridad alimentaria y crecimiento económico, según un informe del IWMI
Mié, 08/09/2010
Huracanes, desprendimientos, sequías y terremotos son sólo algunos de los fenómenos naturales que azotan nuestro planeta. Además, un nuevo informe advierte de que el aumento de la aleatoriedad de las lluvias ligado al cambio climático afectará de forma negativa a la seguridad alimentaria y el crecimiento económico, y que África y Asia se llevarán la peor parte.
El Instituto Internacional de Gestión del Agua (IWMI, Sri Lanka) ha identificado una acción clave que podría ayudar a detener este proceso y a la vez aumentar la producción agrícola de secano: impulsar la inversión en distintas formas de almacenamiento de agua.
«Millones de agricultores de secano están a merced de la disponibilidad de agua, impredecible y menguante», explicó Colin Chartres, Director General del IWMI. «El cambio climático afectará en extremo a estas personas, por lo que es necesario realizar con rapidez grandes inversiones en medidas de adaptación.»
Algunas acciones, como la construcción de presas de gran tamaño, suponen un alivio rápido, pero no garantizan del todo la sostenibilidad a largo plazo. A pesar de su capacidad para controlar inundaciones y mejorar la productividad agrícola, tales presas generan problemas de índole social y medioambiental. El IWMI explica que los cambios en los cursos de los ríos han obligado a hasta 80 millones de personas a desplazarse de sus hogares y afectan a cerca de 470 millones que viven río abajo de presas.
En lugar de centrarse en acciones de este tipo es necesario emplear un método integrado que combine opciones de almacenado de agua a pequeña y gran escala. Por ejemplo, el agua subterránea, almacenada en el subsuelo, y el agua recogida en estanques, embalses y tanques podría utilizarse para solucionar los problemas que pudieran surgir.
«Al igual que los consumidores modernos diversifican sus posesiones para reducir riesgos, los pequeños agricultores precisan una gama amplia de “reservas de agua” para amortiguar los impactos del cambio climático», indicó Matthew McCartney del IWMI, primer firmante del informe. «De esta forma si se seca una fuente de agua podrán utilizar las demás», añadió.
«Para los millones de personas que dependen de la agricultura de secano, el acceso estable al agua puede marcar la diferencia entre el hambre crónica y un progreso constante hacia la seguridad alimentaria. Incluso pequeñas cantidades de agua almacenada pueden propiciar grandes aumentos de la productividad agrícola y del bienestar de las comunidades rurales al permitir que tanto cultivos como ganado sobrevivan a periodos secos.»
Según el IWMI, una mejor gestión agrícola del agua podría mejorar enormemente la situación de casi 500 millones de personas en África e India. La agricultura de secano supone el 94% del total de la superficie de cultivo en el África subsahariana y el 66% en Asia, según datos del IWMI. El problema reside en que las infraestructuras de almacenaje de agua son prácticamente inexistentes en estas zonas.
«Si no reducimos la incertidumbre en la agricultura de secano mediante la mejora de los medios para almacenar agua, muchos agricultores de países en desarrollo se enfrentarán indefensos a un clima mucho más hostil e impredecible», señala el IWMI.
Es necesario meditar en profundidad y adoptar medidas seguras como el desarrollo y la creación de más opciones de almacenado a pequeña escala, pues beneficiarían enormemente a la seguridad alimentaria y la economía local. En resumen, la solución radica en la eficacia en la planificación y la gestión.
El Dr. McCartney advierte que «ninguna de las opciones propuestas es una panacea». «Todas entrañan beneficios y desventajas en función de sus características inherentes, la forma en la que se planifican y gestionan y las condiciones que se pueden dar en emplazamientos concretos.»
En declaraciones realizadas el 30 de agosto durante el Foro Estratégico 2010 en Bled (Eslovenia), que llevó por título «El reto del agua», el Comisario europeo de Medio Ambiente Janez Potocnik indicó que la «aceleración rápida» del siglo XX permitió la cuadruplicación de la población mundial y la multiplicación por cuarenta de la producción económica. No obstante, también multiplicamos por dieciséis y por nueve el empleo de combustibles fósiles y agua respectivamente.
El Comisario Potocnik indicó que la correcta gestión del agua es uno de los principales retos a los que nos enfrentamos. «No hay más que dirigir la vista a cualquiera de los millones de paquistaníes en peligro de muerte debido a las inundaciones y enfermedades derivadas de ellas», subrayó. «Agentes de todo el mundo son conscientes de la importancia de abordar de frente este reto.»
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible (CMDS) trabajan para reducir a la mitad la proporción de personas que no poseen un acceso sostenible a agua potable y alcantarillado básico.
Por su parte, la Comisión Europea ha creado la Iniciativa de la Unión Europea sobre el Agua, que pretende implantar la gestión integrada de recursos hídricos abarcando cada cuenca hidrográfica en su totalidad. Con cerca de 1.500 millones de euros de financiación para proyectos relacionados con el agua, esta iniciativa reúne a grupos y personas procedentes de una enorme variedad de sectores con el fin de asegurar una mejor gobernanza en el sector hídrico y atraer una mayor cantidad de inversiones regionales. Con ella se espera fortalecer la cooperación regional y aumentar la eficacia de los mecanismos financieros para la financiación de programas de desarrollo.
El Instituto Internacional de Gestión del Agua (IWMI, Sri Lanka) ha identificado una acción clave que podría ayudar a detener este proceso y a la vez aumentar la producción agrícola de secano: impulsar la inversión en distintas formas de almacenamiento de agua.
«Millones de agricultores de secano están a merced de la disponibilidad de agua, impredecible y menguante», explicó Colin Chartres, Director General del IWMI. «El cambio climático afectará en extremo a estas personas, por lo que es necesario realizar con rapidez grandes inversiones en medidas de adaptación.»
Algunas acciones, como la construcción de presas de gran tamaño, suponen un alivio rápido, pero no garantizan del todo la sostenibilidad a largo plazo. A pesar de su capacidad para controlar inundaciones y mejorar la productividad agrícola, tales presas generan problemas de índole social y medioambiental. El IWMI explica que los cambios en los cursos de los ríos han obligado a hasta 80 millones de personas a desplazarse de sus hogares y afectan a cerca de 470 millones que viven río abajo de presas.
En lugar de centrarse en acciones de este tipo es necesario emplear un método integrado que combine opciones de almacenado de agua a pequeña y gran escala. Por ejemplo, el agua subterránea, almacenada en el subsuelo, y el agua recogida en estanques, embalses y tanques podría utilizarse para solucionar los problemas que pudieran surgir.
«Al igual que los consumidores modernos diversifican sus posesiones para reducir riesgos, los pequeños agricultores precisan una gama amplia de “reservas de agua” para amortiguar los impactos del cambio climático», indicó Matthew McCartney del IWMI, primer firmante del informe. «De esta forma si se seca una fuente de agua podrán utilizar las demás», añadió.
«Para los millones de personas que dependen de la agricultura de secano, el acceso estable al agua puede marcar la diferencia entre el hambre crónica y un progreso constante hacia la seguridad alimentaria. Incluso pequeñas cantidades de agua almacenada pueden propiciar grandes aumentos de la productividad agrícola y del bienestar de las comunidades rurales al permitir que tanto cultivos como ganado sobrevivan a periodos secos.»
Según el IWMI, una mejor gestión agrícola del agua podría mejorar enormemente la situación de casi 500 millones de personas en África e India. La agricultura de secano supone el 94% del total de la superficie de cultivo en el África subsahariana y el 66% en Asia, según datos del IWMI. El problema reside en que las infraestructuras de almacenaje de agua son prácticamente inexistentes en estas zonas.
«Si no reducimos la incertidumbre en la agricultura de secano mediante la mejora de los medios para almacenar agua, muchos agricultores de países en desarrollo se enfrentarán indefensos a un clima mucho más hostil e impredecible», señala el IWMI.
Es necesario meditar en profundidad y adoptar medidas seguras como el desarrollo y la creación de más opciones de almacenado a pequeña escala, pues beneficiarían enormemente a la seguridad alimentaria y la economía local. En resumen, la solución radica en la eficacia en la planificación y la gestión.
El Dr. McCartney advierte que «ninguna de las opciones propuestas es una panacea». «Todas entrañan beneficios y desventajas en función de sus características inherentes, la forma en la que se planifican y gestionan y las condiciones que se pueden dar en emplazamientos concretos.»
En declaraciones realizadas el 30 de agosto durante el Foro Estratégico 2010 en Bled (Eslovenia), que llevó por título «El reto del agua», el Comisario europeo de Medio Ambiente Janez Potocnik indicó que la «aceleración rápida» del siglo XX permitió la cuadruplicación de la población mundial y la multiplicación por cuarenta de la producción económica. No obstante, también multiplicamos por dieciséis y por nueve el empleo de combustibles fósiles y agua respectivamente.
El Comisario Potocnik indicó que la correcta gestión del agua es uno de los principales retos a los que nos enfrentamos. «No hay más que dirigir la vista a cualquiera de los millones de paquistaníes en peligro de muerte debido a las inundaciones y enfermedades derivadas de ellas», subrayó. «Agentes de todo el mundo son conscientes de la importancia de abordar de frente este reto.»
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible (CMDS) trabajan para reducir a la mitad la proporción de personas que no poseen un acceso sostenible a agua potable y alcantarillado básico.
Por su parte, la Comisión Europea ha creado la Iniciativa de la Unión Europea sobre el Agua, que pretende implantar la gestión integrada de recursos hídricos abarcando cada cuenca hidrográfica en su totalidad. Con cerca de 1.500 millones de euros de financiación para proyectos relacionados con el agua, esta iniciativa reúne a grupos y personas procedentes de una enorme variedad de sectores con el fin de asegurar una mejor gobernanza en el sector hídrico y atraer una mayor cantidad de inversiones regionales. Con ella se espera fortalecer la cooperación regional y aumentar la eficacia de los mecanismos financieros para la financiación de programas de desarrollo.