El Pas se bebe el bitrasvase
Dom, 05/09/2010
Aunque más que un río parezca un pedregal, el bitrasvase está calmando la sed del Pas. Desde que el pasado 31 de agosto la ciudad de Santander dejó de exprimir su buche, agotado en pleno estiaje, el río camina hacia la recuperación de sus niveles habituales por estas fechas.
Es la primera vez que el bitrasvase del Ebro-Besaya-Pas cumple la misión para la que fue construido, reforzar el abastecimiento de los cántabros con la conducción del agua del embalse hasta la costa y garantizar que las cuencas mantengan un nivel ecológico óptimo. Se trata de un préstamo de 'ida y vuelta' que se paga después con el excedente de los ríos en invierno.
El contrato actual es por quince días, durante los cuales Santander, junto con los municipios conectados a su red, Camargo y El Astillero, recibe del embalse del Ebro un caudal constante, las 24 horas del día, de 475 litros por segundo (de los 800 que consume), que deja de coger del Pas, su fuente captación.
Según los datos recogidos en Puente Viesgo -donde se encuentra un punto de la red oficial de estaciones de aforo (ROEA)-, se aprecia una mejoría en el nivel del río desde el día 1 de septiembre. Si el nivel de la lámina de agua se encontraba antes del bitrasvase a una media de siete centímetros, con valores mínimos de cinco, tras la puesta en marcha del sistema se ha alcanzado una media de 10 centímetros, que desde entonces se mantiene estable con ligeros picos al alza.
La directora general de Obras Hidráulicas y Ciclo Integral del Agua, Ana Isabel Ramos, interpreta que, como los niveles en otros ríos cántabros (como Saja, Besaya, Asón, Miera y Agüera) no han variado en este periodo, todo indica que el cambio del Pas en Puente Viesgo obedece al efecto del bitrasvase.
No hay que esperar que el nivel del Pas se asemeje al que suele tener en otras épocas del año ni dejarse engañar por su imagen socarrada. «El acuífero del Pas tiene una gran potencia», explica Ramos, y bajo su gran espesor de material granular va llenando sus reservas. Como sucede bajo tierra, no se puede marcar un plazo de recuperación: «aunque la mejoría superficial es inmediata en algunos tramos, es difícil predecir cuál va a ser el proceso de recarga del acuífero».
Para la directora general, el estreno de la infraestructura del bitrasvase está siendo un éxito, que se mide en la «ausencia de incidencias» y en la «normalidad» del proceso, que hasta ahora ha conseguido mantener un caudal constante de aporte de agua hasta Santander, donde los ciudadanos no tendrán que sufrir cortes en el suministro por mucho que durante este verano, sobre todo en julio, las lluvias hayan escaseado.
El cauce del río Pas, ayer, totalmente seco a la altura de Soto Iruz (Santiurde de Toranzo). Desde el día uno de septiembre los niveles del río Pas alcanzan una media constante de diez centímetros, según la gráfica de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico. Antes de la puesta en marcha del bitrasvase, el río estaba a siete centímetros y bajó en algunos momentos hasta cinco centímetros.
La infraestructura creada para garantizar el abastecimiento de los cántabros y mantener el nivel ecológico de las cuencas se estrena sin incidencias
Es la primera vez que el bitrasvase del Ebro-Besaya-Pas cumple la misión para la que fue construido, reforzar el abastecimiento de los cántabros con la conducción del agua del embalse hasta la costa y garantizar que las cuencas mantengan un nivel ecológico óptimo. Se trata de un préstamo de 'ida y vuelta' que se paga después con el excedente de los ríos en invierno.
El contrato actual es por quince días, durante los cuales Santander, junto con los municipios conectados a su red, Camargo y El Astillero, recibe del embalse del Ebro un caudal constante, las 24 horas del día, de 475 litros por segundo (de los 800 que consume), que deja de coger del Pas, su fuente captación.
Según los datos recogidos en Puente Viesgo -donde se encuentra un punto de la red oficial de estaciones de aforo (ROEA)-, se aprecia una mejoría en el nivel del río desde el día 1 de septiembre. Si el nivel de la lámina de agua se encontraba antes del bitrasvase a una media de siete centímetros, con valores mínimos de cinco, tras la puesta en marcha del sistema se ha alcanzado una media de 10 centímetros, que desde entonces se mantiene estable con ligeros picos al alza.
La directora general de Obras Hidráulicas y Ciclo Integral del Agua, Ana Isabel Ramos, interpreta que, como los niveles en otros ríos cántabros (como Saja, Besaya, Asón, Miera y Agüera) no han variado en este periodo, todo indica que el cambio del Pas en Puente Viesgo obedece al efecto del bitrasvase.
No hay que esperar que el nivel del Pas se asemeje al que suele tener en otras épocas del año ni dejarse engañar por su imagen socarrada. «El acuífero del Pas tiene una gran potencia», explica Ramos, y bajo su gran espesor de material granular va llenando sus reservas. Como sucede bajo tierra, no se puede marcar un plazo de recuperación: «aunque la mejoría superficial es inmediata en algunos tramos, es difícil predecir cuál va a ser el proceso de recarga del acuífero».
Para la directora general, el estreno de la infraestructura del bitrasvase está siendo un éxito, que se mide en la «ausencia de incidencias» y en la «normalidad» del proceso, que hasta ahora ha conseguido mantener un caudal constante de aporte de agua hasta Santander, donde los ciudadanos no tendrán que sufrir cortes en el suministro por mucho que durante este verano, sobre todo en julio, las lluvias hayan escaseado.
El cauce del río Pas, ayer, totalmente seco a la altura de Soto Iruz (Santiurde de Toranzo). Desde el día uno de septiembre los niveles del río Pas alcanzan una media constante de diez centímetros, según la gráfica de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico. Antes de la puesta en marcha del bitrasvase, el río estaba a siete centímetros y bajó en algunos momentos hasta cinco centímetros.
La infraestructura creada para garantizar el abastecimiento de los cántabros y mantener el nivel ecológico de las cuencas se estrena sin incidencias