La CHD contempla el cambio climático en su Plan Hidrológico
Lun, 30/08/2010
El nuevo Plan Hidrológico del Duero incluirá, por primera vez, escenarios de cambio climático ante la previsión de la reducción paulatina de las precipitaciones en la cuenca.
Para ello, fijará un conjunto de medidas y actuaciones con el fin de garantizar el agua tanto para agricultura -donde se estima que la demanda caerá con motivo de la modernización del regadío- como para abastecimiento humano y de la industria -sectores donde las solicitudes aumentan-, según explica el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Antonio Gato.
El nuevo documento, que marca las reglas de juego de las decisiones en política del agua, se extenderá hasta el año 2015, fecha en que finaliza la actual Directiva Marco del Agua, cuyo principal objetivo es que en ese horizonte esté garantizado el buen estado ecológico de los ríos.
En su elaboración, la CHD ha contado con la opinión de más de 1.000 entidades que han aportado sus puntos de vista para definir un texto normativo que fijará los caudales ecológicos, dotaciones para abastecimiento y regadío, previsiones de incremento de superficie regada o requisitos para otorgar concesiones, informa Ical.
El Plan Hidrológico establecerá tres tipos de escenarios: situación de normalidad; situación irregular, en la que se prevé la existencia de años lluviosos intercalados con años de sequía; y el escenario de cambio climático, con una reducción continua de las precipitaciones. «Hablar de este último aspecto en un año muy lluvioso parece paradójico, si bien todo indica que puede ser un paréntesis. Lo que parece claro es que el ciclo sea de reducción de la pluviometría, y esto es algo que incluirá el plan», manifiesta.
Fijará nuevas previsiones de inversión en infraestructuras por parte de las distintas administraciones, combinadas con estimaciones de demanda, y de la climatología. «Estamos trabajando en las alternativas que incluirá el plan», explica el presidente de la CHD.
Entre las premisas del plan figuran inventarios de los recursos hidráulicos superficiales y subterráneos, así como las normas para una correcta explotación de los mismos en situaciones normal y de riesgo; actualizar los usos asignados a los recursos existentes; asignación y reserva de los recursos para los usos actuales y futuros.
Para ello, fijará un conjunto de medidas y actuaciones con el fin de garantizar el agua tanto para agricultura -donde se estima que la demanda caerá con motivo de la modernización del regadío- como para abastecimiento humano y de la industria -sectores donde las solicitudes aumentan-, según explica el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Antonio Gato.
El nuevo documento, que marca las reglas de juego de las decisiones en política del agua, se extenderá hasta el año 2015, fecha en que finaliza la actual Directiva Marco del Agua, cuyo principal objetivo es que en ese horizonte esté garantizado el buen estado ecológico de los ríos.
En su elaboración, la CHD ha contado con la opinión de más de 1.000 entidades que han aportado sus puntos de vista para definir un texto normativo que fijará los caudales ecológicos, dotaciones para abastecimiento y regadío, previsiones de incremento de superficie regada o requisitos para otorgar concesiones, informa Ical.
El Plan Hidrológico establecerá tres tipos de escenarios: situación de normalidad; situación irregular, en la que se prevé la existencia de años lluviosos intercalados con años de sequía; y el escenario de cambio climático, con una reducción continua de las precipitaciones. «Hablar de este último aspecto en un año muy lluvioso parece paradójico, si bien todo indica que puede ser un paréntesis. Lo que parece claro es que el ciclo sea de reducción de la pluviometría, y esto es algo que incluirá el plan», manifiesta.
Fijará nuevas previsiones de inversión en infraestructuras por parte de las distintas administraciones, combinadas con estimaciones de demanda, y de la climatología. «Estamos trabajando en las alternativas que incluirá el plan», explica el presidente de la CHD.
Entre las premisas del plan figuran inventarios de los recursos hidráulicos superficiales y subterráneos, así como las normas para una correcta explotación de los mismos en situaciones normal y de riesgo; actualizar los usos asignados a los recursos existentes; asignación y reserva de los recursos para los usos actuales y futuros.