La desaladora de Mijas se inicia este año
Vie, 27/08/2010
El Ministerio de Medio Ambiente ha aprobado el proyecto definitivo para la construcción de la nueva desaladora de la Costa del Sol, que se levantará en el municipio de Mijas y que tendrá una capacidad de producción de agua potable similar a las instalaciones de Marbella. El visto bueno al proyecto de obra completa el último trámite administrativo antes del inicio de los trabajos de construcción de las instalaciones. De hecho, la previsión del Ministerio es que la obra comience a lo largo del último trimestre de este año.
Los trabajos estarán a cargo de la unión de empresas formada por Sacyr, Construcciones Vera y Sadyt, con una inversión de 61,7 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses.
Este proyecto permitirá dotar a la Costa del Sol de su segunda planta desaladora, junto a la que funciona en Marbella desde 2005. Con la entrada en servicio de estas instalaciones en 2012, el litoral malagueño tendrá capacidad para cubrir la demanda de agua que soporta, en especial en verano con la alta afluencia de turistas. Fuentes de Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, recordaron que también hay que sumar el ahorro de agua por reutilizar el agua residual para el riego, para lo que ya se está trabajando en las depuradoras de Mijas, Marbella, Estepona y Manilva. La nueva desaladora de Mijas, aunque con algunas instalaciones en Fuengirola, tendrá una capacidad de desalación de 20 hectómetros cúbicos anuales de agua, una aportación igual a los que ofrece la de Marbella.
La nueva desaladora aportará agua depurada a los once municipios de la Costa del Sol, que soportan la mayor afluencia de turistas de la provincia. En concreto, permitirá reforzar el abastecimiento de agua de Torremolinos, Benalmádena, Mijas, Fuengirola, Marbella, Ojén, Istán, Benahavís, Estepona, Casares y Manilva.
Una de las ventajas medioambientales de esta desaladora es que reducirá la dependencia de los acuíferos subterráneos, permitiendo la recuperación de estas reservas, que además cuentan con un nivel de calidad mediocre.
La nueva planta se levantará sobre una parcela de unos 43.000 metros cuadrados de superficie y con una capacidad inicial de 20 hectómetros de agua al año. No obstante, el Ministerio de Medio Ambiente prevé que las conducciones tengan un mayor tamaño, con idea de que se pueda ampliar la desaladora y duplicar su capacidad de producción.
El sistema para desalar será la ósmosis inversa, con un 45? de conversión del agua del mar entrante por la toma situada en el acantilado de Piedras del Cura, mientras que el agua de rechazo de volverá a verter al mar.
La construcción de la desaladora incluye una serie de actuaciones complementarias que permitan su entrada en servicio. Así, además de la planta, se habilitará una toma del agua del mar, una conducción para impulsar el líquido a la planta y otras dos conducciones, para llevar el agua tratada a la red de suministro y otra para verter el rechazo al mar.
La entrada del agua del mar se realizará mediante una toma en el acantilado de Piedras del Cura, con un cajón que sobrepasará un metro sobre el nivel del mar. Allí habrá siete entradas de agua, de las que estarán operativas cuatro, y quedarán tres para atender una futura ampliación. Unas bombas impulsarán el líquido al túnel para conducir el agua hasta la planta, con 2,2 kilómetros de longitud.
Tras el tratamiento del agua del mar, incluido un doble filtrado previo para eliminar sólidos en suspensión y aceites, el líquido tratado y mineralizado se desviará a un canal de 480 metros de longitud que conecta con la red general de suministro de agua. El rechazo, que supondrá el 55% del agua de mar captada, será enviada a una conducción de 1,1 kilómetros de longitud y que entra en el mar para verterla. El proceso se puede mantener durante todo el año.
Los trabajos estarán a cargo de la unión de empresas formada por Sacyr, Construcciones Vera y Sadyt, con una inversión de 61,7 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses.
Este proyecto permitirá dotar a la Costa del Sol de su segunda planta desaladora, junto a la que funciona en Marbella desde 2005. Con la entrada en servicio de estas instalaciones en 2012, el litoral malagueño tendrá capacidad para cubrir la demanda de agua que soporta, en especial en verano con la alta afluencia de turistas. Fuentes de Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, recordaron que también hay que sumar el ahorro de agua por reutilizar el agua residual para el riego, para lo que ya se está trabajando en las depuradoras de Mijas, Marbella, Estepona y Manilva. La nueva desaladora de Mijas, aunque con algunas instalaciones en Fuengirola, tendrá una capacidad de desalación de 20 hectómetros cúbicos anuales de agua, una aportación igual a los que ofrece la de Marbella.
La nueva desaladora aportará agua depurada a los once municipios de la Costa del Sol, que soportan la mayor afluencia de turistas de la provincia. En concreto, permitirá reforzar el abastecimiento de agua de Torremolinos, Benalmádena, Mijas, Fuengirola, Marbella, Ojén, Istán, Benahavís, Estepona, Casares y Manilva.
Una de las ventajas medioambientales de esta desaladora es que reducirá la dependencia de los acuíferos subterráneos, permitiendo la recuperación de estas reservas, que además cuentan con un nivel de calidad mediocre.
La nueva planta se levantará sobre una parcela de unos 43.000 metros cuadrados de superficie y con una capacidad inicial de 20 hectómetros de agua al año. No obstante, el Ministerio de Medio Ambiente prevé que las conducciones tengan un mayor tamaño, con idea de que se pueda ampliar la desaladora y duplicar su capacidad de producción.
El sistema para desalar será la ósmosis inversa, con un 45? de conversión del agua del mar entrante por la toma situada en el acantilado de Piedras del Cura, mientras que el agua de rechazo de volverá a verter al mar.
La construcción de la desaladora incluye una serie de actuaciones complementarias que permitan su entrada en servicio. Así, además de la planta, se habilitará una toma del agua del mar, una conducción para impulsar el líquido a la planta y otras dos conducciones, para llevar el agua tratada a la red de suministro y otra para verter el rechazo al mar.
La entrada del agua del mar se realizará mediante una toma en el acantilado de Piedras del Cura, con un cajón que sobrepasará un metro sobre el nivel del mar. Allí habrá siete entradas de agua, de las que estarán operativas cuatro, y quedarán tres para atender una futura ampliación. Unas bombas impulsarán el líquido al túnel para conducir el agua hasta la planta, con 2,2 kilómetros de longitud.
Tras el tratamiento del agua del mar, incluido un doble filtrado previo para eliminar sólidos en suspensión y aceites, el líquido tratado y mineralizado se desviará a un canal de 480 metros de longitud que conecta con la red general de suministro de agua. El rechazo, que supondrá el 55% del agua de mar captada, será enviada a una conducción de 1,1 kilómetros de longitud y que entra en el mar para verterla. El proceso se puede mantener durante todo el año.