Una invasión de mejillones se extiende por la cuenca del Río de la Plata
Mar, 24/08/2010
La cuenca del Río de la Plata registra una "invasión" de mejillones que causa graves problemas ambientales y económicos en torno a los afluentes de Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay, informó a Efe un científico argentino.
La sobrepoblación de pequeños mejillones exóticos, que puede alcanzar una densidad de 200.000 individuos por metro cuadrado, avanza a un ritmo de "200 kilómetros al año" hacia el norte de la cuenca del Plata a través del río Paraná y sus afluentes, explicó el científico Demetrio Boltovskoy, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Las industrias instaladas en las orillas de los ríos son las grandes perjudicadas por este significativo incremento en la población de mejillones, que afecta por igual a centrales atómicas o plantas potabilizadoras.
La concentración de estos moluscos tapona, por ejemplo, los filtros que tienen las industrias en los ríos y también deteriora las cañerías de la planta de energía nuclear de Embalse Río Tercero, ubicada en la ciudad argentina de Córdoba (centro), 700 kilómetros al oeste de Buenos Aires.
De hecho, según una investigación de Boltovskoy, los 47 kilómetros cuadrados de Embalse Río Tercero alberga a unos 45.000 millones de mejillones.
La proliferación de mejillones altera además el ecosistema de la región al potenciar la floración de algas tóxicas que matan a los peces del entorno y pueden causar afecciones gastrointestinales y alérgicas en personas, añadió el investigador.
Boltovskoy atribuye el crecimiento de moluscos, desde que se instalaron en los años noventa en la cuenca del Plata, a las condiciones ambientales de los ríos de la región que tienen la temperatura, la cantidad de alimento y de calcio en el agua "adecuada" para su desarrollo.
La invasión de mejillones aún no ha alcanzado el río Amazonas, pero sí "todos los afluentes" de los ríos de la Plata y Paraná en Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay.
El crecimiento de mejillones es "imposible de erradicar", según Boltovskoy, quien apuesta por estudiar y limitar su afectación en las industrias de la cuenca.
Este fenómeno también ocurre en la región de los grandes lagos de Canadá, por lo que científicos de la Universidad canadiense de Windsor y de la UBA impulsan una investigación conjunta.
La sobrepoblación de pequeños mejillones exóticos, que puede alcanzar una densidad de 200.000 individuos por metro cuadrado, avanza a un ritmo de "200 kilómetros al año" hacia el norte de la cuenca del Plata a través del río Paraná y sus afluentes, explicó el científico Demetrio Boltovskoy, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Las industrias instaladas en las orillas de los ríos son las grandes perjudicadas por este significativo incremento en la población de mejillones, que afecta por igual a centrales atómicas o plantas potabilizadoras.
La concentración de estos moluscos tapona, por ejemplo, los filtros que tienen las industrias en los ríos y también deteriora las cañerías de la planta de energía nuclear de Embalse Río Tercero, ubicada en la ciudad argentina de Córdoba (centro), 700 kilómetros al oeste de Buenos Aires.
De hecho, según una investigación de Boltovskoy, los 47 kilómetros cuadrados de Embalse Río Tercero alberga a unos 45.000 millones de mejillones.
La proliferación de mejillones altera además el ecosistema de la región al potenciar la floración de algas tóxicas que matan a los peces del entorno y pueden causar afecciones gastrointestinales y alérgicas en personas, añadió el investigador.
Boltovskoy atribuye el crecimiento de moluscos, desde que se instalaron en los años noventa en la cuenca del Plata, a las condiciones ambientales de los ríos de la región que tienen la temperatura, la cantidad de alimento y de calcio en el agua "adecuada" para su desarrollo.
La invasión de mejillones aún no ha alcanzado el río Amazonas, pero sí "todos los afluentes" de los ríos de la Plata y Paraná en Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay.
El crecimiento de mejillones es "imposible de erradicar", según Boltovskoy, quien apuesta por estudiar y limitar su afectación en las industrias de la cuenca.
Este fenómeno también ocurre en la región de los grandes lagos de Canadá, por lo que científicos de la Universidad canadiense de Windsor y de la UBA impulsan una investigación conjunta.