Ecologistas en Acción dice que los invernaderos restan drenaje a las ramblas
Vie, 20/08/2010
Ecologistas en Acción demandó ayer, a través de un comunicado, «un mayor control de los proyectos de urbanización para evitar que se construya en zonas inundables y conos de deyección», a tenor de las últimas tormentas y los episodios de lluvias torrenciales en el sur de la Región.
Al mismo tiempo, dicha organización puso de manifiesto, tal y como publicó ayer este diario, que «el aumento imparable de superficie artificializada de invernaderos y estructuras agrícolas merman, de una manera significativa, la capacidad de drenaje de las aguas de lluvia». Opinan que «esta situación de ocupación del suelo ha contribuido, en muchos casos, a disminuir considerablemente la superficie de ramblas y cauces haciendo que el agua de las precipitaciones se vuelva más rápida y agresiva en la acción de ésta».
Del mismo modo, las fuentes argumentaron que «el urbanismo desaforado en las costas ha provocado la disminución del tamaño de las ramblas con la ocupación del suelo por parte de las viviendas en algunos casos». En concreto, según Ecologistas , «los planes urbanísticos desarrollan un modelo basado en la ocupación casi total del terreno, por lo que el suelo artificial (hormigón, asfalto y enlosado, entre otros) provoca que no haya permeabilidad del agua, aumentando el problema del drenaje de ésta».
En otros casos, continuaron, «la ocupación de zonas inundables provoca que, ante las lluvias torrenciales de gran magnitud, se produzcan daños por inundación de sótanos, plantas bajas y bajos comerciales». Otro elemento significativo son las «escasas» zonas verdes en las urbanizaciones con objeto de «rentabilizar al máximo el negocio inmobiliario, que causa que no haya los suficientes espacios verdes que actúen como zonas de amortiguación y drenaje naturales en las ocasiones en que se produce estos tipos de lluvias torrenciales».
Por todo ello, propuso ayer «el cumplimiento estricto en los planes urbanísticos de las medidas tendentes a evitar la ocupación de zonas inundables», ya que, advirtió «es necesario un respeto integro a las cauces de ramblas, torrentes y ríos; así como a sus zonas inundables». Igualmente, en las zonas costeras «es necesario respetar los drenajes naturales hacia el mar, impidiendo la ocupación de estas zonas por elementos artificiales de obra pública».
Por último, demandó una «mayor coordinación de las diferentes administraciones estatal, regional y local a la hora de abordar medidas preventivas.
Al mismo tiempo, dicha organización puso de manifiesto, tal y como publicó ayer este diario, que «el aumento imparable de superficie artificializada de invernaderos y estructuras agrícolas merman, de una manera significativa, la capacidad de drenaje de las aguas de lluvia». Opinan que «esta situación de ocupación del suelo ha contribuido, en muchos casos, a disminuir considerablemente la superficie de ramblas y cauces haciendo que el agua de las precipitaciones se vuelva más rápida y agresiva en la acción de ésta».
Del mismo modo, las fuentes argumentaron que «el urbanismo desaforado en las costas ha provocado la disminución del tamaño de las ramblas con la ocupación del suelo por parte de las viviendas en algunos casos». En concreto, según Ecologistas , «los planes urbanísticos desarrollan un modelo basado en la ocupación casi total del terreno, por lo que el suelo artificial (hormigón, asfalto y enlosado, entre otros) provoca que no haya permeabilidad del agua, aumentando el problema del drenaje de ésta».
En otros casos, continuaron, «la ocupación de zonas inundables provoca que, ante las lluvias torrenciales de gran magnitud, se produzcan daños por inundación de sótanos, plantas bajas y bajos comerciales». Otro elemento significativo son las «escasas» zonas verdes en las urbanizaciones con objeto de «rentabilizar al máximo el negocio inmobiliario, que causa que no haya los suficientes espacios verdes que actúen como zonas de amortiguación y drenaje naturales en las ocasiones en que se produce estos tipos de lluvias torrenciales».
Por todo ello, propuso ayer «el cumplimiento estricto en los planes urbanísticos de las medidas tendentes a evitar la ocupación de zonas inundables», ya que, advirtió «es necesario un respeto integro a las cauces de ramblas, torrentes y ríos; así como a sus zonas inundables». Igualmente, en las zonas costeras «es necesario respetar los drenajes naturales hacia el mar, impidiendo la ocupación de estas zonas por elementos artificiales de obra pública».
Por último, demandó una «mayor coordinación de las diferentes administraciones estatal, regional y local a la hora de abordar medidas preventivas.