Pakistán sufre la mayor catástrofe de su historia

Mié, 11/08/2010

Público

La temporada de lluvias continúa causando estragos en China. Al menos 702 personas murieron y otras 1.042 permanecían ayer enterradas bajo el lodo tras el masivo corrimiento de tierras ocurrido el sábado por la noche en una remota región de la provincia de Gansu, al noroeste del país, a causa de las lluvias torrenciales de los últimos días. El ejército chino desplazó a 5.300 soldados a la zona afectada y los militares trabajan a contrarreloj para salvar a las víctimas. Los masivos desprendimientos de tierra se cebaron sobre los municipios de una zona montañosa y de difícil acceso, habitada principalmente por población tibetana. Decenas de viviendas quedaron sepultadas bajo el lodo, que se extiende por una superficie de cinco kilómetros de largo y 500 metros de ancho. Más de 700 edificios corren riesgo de derrumbarse. El corrimiento de tierras bloqueó el cauce del río Bailong, amenazando con inundar las poblaciones cercanas. Los militares utilizan explosivos desde el domingo para liberar el paso del agua. El primer ministro chino, Wen Jiabao, ordenó a las autoridades locales que "no se ahorre ni un solo esfuerzo para salvar vidas". Sin embargo, las previsiones meteorológicas anuncian más lluvias torrenciales para los próximos días, amenazando con entorpecer las tareas de rescate y la llegada de ayuda humanitaria.

Al menos 1.400 personas murieron en los últimos tres meses a causa de inundaciones. Las lluvias también forzaron la evacuación de más de 12 millones de chinos. El primer ministro ruso, Vladimir Putin, se subió ayer a un hidroavión en la devastada región de Riazán para demostrar que toma el mando personalmente de la lucha contra los incendios que están asolando Rusia. El primer ministro vertió 24 toneladas de agua y logró extinguir los dos focos de fuego que habían surgido en la zona. Desde el comienzo del verano, Rusia ha sufrido 26.229 incendios que han arrasado 766.068 hectáreas, además de una sequía sin precedentes que ha destruido más de diez millones de hectáreas de cultivos, un 20% del total. Hasta ahora, 54 personas han perecido a causa del fuego y se calcula que cientos más han muerto por inhalar el denso humo tóxico que cubre muchas poblaciones, entre ellas Moscú.

Las cifras de muertos en Pakistán crecen cada día y quedan pocas dudas de que se trata de la mayor catástrofes natural de la historia del país y una de las peores de toda Asia. Hay pocos precedentes de unas inundaciones de este calibre que, según Naciones Unidas, afectan ya a más de 14 millones de personas. Al rando antes de que empiecen a mejorar". Mogwanja mostraba ayer su preocupación por el hecho de que la inundación siga su curso mientras las lluvias vuelven a afectar a las zonas del norte que parecían empezar a recuperarse. Según la organización, el 15% del país está inundado. Las evacuaciones masivas en la provincia de Sindh han evitado que aumentara de golpe la cifra de víctimas mortales, pero están creando una enorme catástrofe humana. El diario Dawn hablaba ayer de escenas que recordaban la época de la partición de la India, en 1947, cuando millones de musulmanes e hindúes tuvieron que emigrar a uno u otro país. Las inundaciones obligaron a evacuar a los 400.000 habitantes de la ciudad Muzaffar- garh, en el centro de Pakistán. Unas 700.000 personas intentan alcanzar por carretera la cercana ciudad de Multán. Según los datos de UNOCHA, se han anunciado hasta ahora ayudas por poco más de cien millones de dólares, aunque sólo 33 ya han sido aportados. Y eso a pesar de los llamamientos hechos por las propias Naciones Unidas, cuyo enviado especial, JeanMaurice Ripert, anunciaba que sólo para la fase de emergencia harán falta "cientos de millones de dólares".

Sin embargo, los llamamientos de la ONU y de Estados Unidos chocan, según muchos analistas, con la desconfianza de la comunidad internacional en la gestión de los fondos por parte de las autoridades paquistaníes.

El presidente Asif Alí Zardari no regresó hasta ayer a su país, tras una gira por Europa que no interrumpió pese a la catástrofe que padecen sus compatriotas. menos 1.600 han perecido. La Oficina de Asistencia Humanitaria de la ONU (UNOCHA) afirma que se trata de una tragedia peor que el tsunami de 2004 o el terremoto de Haití del pasado 12 de enero. Y el desastre aún no ha terminado. La masa de agua sigue bajando por los principales ríos del país mientras va arrasando parte del Sindh, al sur del país. Como declaraba hace un par de días el coordinador de UNOCHA en Pakistán, Martin Mogwanja, "es probable que las cosas sigan empeo

El número de afectados por las inundaciones se ha cifrado en más de 14 millones, el 8% de la población de Pakistán. Las riadas han causado más de 16.000 muertes y las autoridades temen una segunda oleada de fallecimientos por las enfermedades contagiosas que se transmitirán a través de las aguas contaminadas. Las inundaciones ya han anegado el 15% del territorio de Pakistán, ahogando unas 14.000 cabezas de ganado y arrasando más de un millón de hectáreas de cultivos. Las aguas desbordadas también han dejado en ruinas cerca de 300.000 viviendas. La ONU ha recaudado 32,8 millones de dólares de países donantes, pero advierte de que se necesitan "cientos de millones" para ayuda inmediata y "miles de millones para la reconstrucción".