La CHS draga el dique formado por sedimentos en la desembocadura del Segura después de 21 años
Mié, 11/08/2010
Desde 1989 no se dragaba esa zona de la desembocadura del Segura conocida como los Humedales. Situada entre el puente de la Nacional 332 a su paso por Guardamar y el mar, es el punto de intersección donde el antiguo cauce del río enlaza con el nuevo, y allí comenzó a trabajar la maquinaria pesada a mediados de julio. Son varias las retroexcavadoras de brazo largo cuya misión es la de extraer las toneladas de lodos depositados en el lecho fluvial obstruyendo el paso del agua. Más de veinte años hace que no se llevaba a cabo una operación de «limpieza» similar, a pesar de que los depósitos acumulados con los aportes del cauce nuevo y del viejo, había formado ya un dique que podría funcionar peligrosamente a modo de tapón en caso de aumentos rápidos de caudal. Muy habituales en una zona que con frecuencia registra episodios de precipitaciones de fuerte intensidad horaria, especialmente en los meses de septiembre y octubre.
Según aseguró para este diario el Comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Manuel Aldeguer, «si no se draga este tramo, el dique que hay formado actualmente, podría provocar la rotura del río en una parte más arriba en caso de riada». La función estética también es importante en cuestiones ambientales, pero sobre todo hay que prestar atención a la funcionalidad. Con una inversión que ronda el medio millón de euros, sufragada por el Ministerio de Medio Ambiente, se lleva a cabo una actuación que pretende ser especialmente respetuosa con el peculiar hábitat de esta zona fluvio-marina. De hecho el comienzo de las obras, previsto para el pasado mes de enero, hubo de retrasarse para respetar el período de nidificación de algunas especies de avifauna local. Las obras de dragado mantienen fecha de finalización en septiembre coincidiendo con la llegada del otoño y la aparición de posibles episodios de «gota fría» sus ceptibles de producir inundaciones. Otro de los beneficios que para el delicado ecosistema de este tramo del Segura se derivarán de esta actuación afectará a la fauna piscícola. Al dejar la zona libre de sedimentos las aguas del viejo cauce quedarán conectadas con las aguas de la desembocadura que podrán remontar río arriba permitiendo a las especies que todavía se encuentran en la zona, como el mújol y el pardete, ampliar su hábitat llegando incluso hasta el término municipal de Rojales, tal y como aseguró el Comisario de Aguas de la CHS. No es la primera vez que se limpia el cauce del Segura en Guardamar, pero esta actuación pretende rehabilitar definitivamente el cauce viejo, cubierto por un permanente manto de cañizo. Con el corredor verde se podrá pasear desde el puente de hierro hasta la confluencia con el cauce actual, recuperando por ejemplo la vieja estampa de los juncos.
Según aseguró para este diario el Comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Manuel Aldeguer, «si no se draga este tramo, el dique que hay formado actualmente, podría provocar la rotura del río en una parte más arriba en caso de riada». La función estética también es importante en cuestiones ambientales, pero sobre todo hay que prestar atención a la funcionalidad. Con una inversión que ronda el medio millón de euros, sufragada por el Ministerio de Medio Ambiente, se lleva a cabo una actuación que pretende ser especialmente respetuosa con el peculiar hábitat de esta zona fluvio-marina. De hecho el comienzo de las obras, previsto para el pasado mes de enero, hubo de retrasarse para respetar el período de nidificación de algunas especies de avifauna local. Las obras de dragado mantienen fecha de finalización en septiembre coincidiendo con la llegada del otoño y la aparición de posibles episodios de «gota fría» sus ceptibles de producir inundaciones. Otro de los beneficios que para el delicado ecosistema de este tramo del Segura se derivarán de esta actuación afectará a la fauna piscícola. Al dejar la zona libre de sedimentos las aguas del viejo cauce quedarán conectadas con las aguas de la desembocadura que podrán remontar río arriba permitiendo a las especies que todavía se encuentran en la zona, como el mújol y el pardete, ampliar su hábitat llegando incluso hasta el término municipal de Rojales, tal y como aseguró el Comisario de Aguas de la CHS. No es la primera vez que se limpia el cauce del Segura en Guardamar, pero esta actuación pretende rehabilitar definitivamente el cauce viejo, cubierto por un permanente manto de cañizo. Con el corredor verde se podrá pasear desde el puente de hierro hasta la confluencia con el cauce actual, recuperando por ejemplo la vieja estampa de los juncos.