La producción de trigo en España caerá en 2010 un 16% por el exceso de lluvia, según la CE
Jue, 05/08/2010
La cosecha de trigo duro en España caerá en 2010 un 16% respecto a la media de los últimos cinco años por el exceso de precipitaciones registradas en Andalucía durante el pasado invierno, según las previsiones presentadas este miércoles por la Comisión Europea. Sin embargo, la cebada de primavera, cereal del que España produce la cuarta parte de la cosecha europea, tendrá un rendimiento un 15% superior.
En concreto, según fuentes del Ejecutivo comunitario, la producción de trigo en España será de 3 toneladas por hectárea igual que la de cebada. La cosecha de maíz prevista es de 10 toneladas por hectárea; la de girasol de 1,2 toneladas; la de colza de 1,6 y la de remolacha azucarera de 76,2, mientras en el caso de la patata será de 28,5 toneladas por hectárea.
Para el conjunto de la Unión Europea la CE augura que la producción total de cereales en 2010 se sitúe en torno a la media de los cinco últimos años a pesar de unas condiciones climáticas extremas. El rendimiento por hectárea será un 5 % superior a la media pero las superficies cultivadas globales han disminuido.
El Ejecutivo comunitario recuerda que la presente campaña agrícola se ha caracterizado por fenómenos climáticos dispersos poco frecuentes que van desde graves sequías a inundaciones. Sin embargo, los efectos del mal tiempo en los cultivos en algunas zonas de la UE se han compensado en otras. El pronóstico de la Comisión Europea se basa en análisis del servicio científico de la propia CE y del Centro Común de Investigación.
El rendimiento previsto de los cereales (trigo, cebada, maíz y otros cereales) es de 5,1 toneladas por hectárea en toda la UE, la misma cifra que el año pasado (+0,7 %) y por encima de la media de cinco años (+5,0 %). Se calcula que la superficie total utilizada en la Unión Europea para el cultivo de cereales en 2010 ha disminuido un 3 % respecto a 2009.
Dado que Europa ha sufrido un duro invierno, con oleadas de temperaturas excepcionalmente bajas en diciembre, enero, febrero y también en marzo, como las nevadas de España, se ha retrasado el comienzo de la temporada.
A ello hay que añadir que durante la primavera y el comienzo del verano hubo escasez de lluvia en el Reino Unido, el oeste de Francia, los países del Benelux, el norte de Alemania, el este de Polonia y Grecia mientras que hubo inundaciones en la República checa, Eslovaquia, Hungría, Polonia y Rumanía. En cambio, España e Italia tuvieron abundante lluvia en la pasada primavera.
MALAS COSECHAS EN RUSIA.
Por otro lado, se calcula que la cosecha total de trigo blando sea superior a la media de los cinco últimos años, pero las previsiones para los dos grandes productores, Alemania y Francia, revelan un rendimiento inferior a la media y también por debajo de 2009.
En esos países, las cosechas se han visto afectadas por las condiciones de sequía y calor sufridas recientemente. Italia, el principal productor de trigo duro, registrará un rendimiento medio similar al de Francia.
Aunque la producción de cereales de la UE debería alcanzar unas cifras medias, el pronóstico del Centro Común de Investigación indica que las condiciones extremas de calor y sequía afectarán gravemente a la producción vegetal de invierno en Rusia, especialmente a lo largo del río Volga.
En concreto, según fuentes del Ejecutivo comunitario, la producción de trigo en España será de 3 toneladas por hectárea igual que la de cebada. La cosecha de maíz prevista es de 10 toneladas por hectárea; la de girasol de 1,2 toneladas; la de colza de 1,6 y la de remolacha azucarera de 76,2, mientras en el caso de la patata será de 28,5 toneladas por hectárea.
Para el conjunto de la Unión Europea la CE augura que la producción total de cereales en 2010 se sitúe en torno a la media de los cinco últimos años a pesar de unas condiciones climáticas extremas. El rendimiento por hectárea será un 5 % superior a la media pero las superficies cultivadas globales han disminuido.
El Ejecutivo comunitario recuerda que la presente campaña agrícola se ha caracterizado por fenómenos climáticos dispersos poco frecuentes que van desde graves sequías a inundaciones. Sin embargo, los efectos del mal tiempo en los cultivos en algunas zonas de la UE se han compensado en otras. El pronóstico de la Comisión Europea se basa en análisis del servicio científico de la propia CE y del Centro Común de Investigación.
El rendimiento previsto de los cereales (trigo, cebada, maíz y otros cereales) es de 5,1 toneladas por hectárea en toda la UE, la misma cifra que el año pasado (+0,7 %) y por encima de la media de cinco años (+5,0 %). Se calcula que la superficie total utilizada en la Unión Europea para el cultivo de cereales en 2010 ha disminuido un 3 % respecto a 2009.
Dado que Europa ha sufrido un duro invierno, con oleadas de temperaturas excepcionalmente bajas en diciembre, enero, febrero y también en marzo, como las nevadas de España, se ha retrasado el comienzo de la temporada.
A ello hay que añadir que durante la primavera y el comienzo del verano hubo escasez de lluvia en el Reino Unido, el oeste de Francia, los países del Benelux, el norte de Alemania, el este de Polonia y Grecia mientras que hubo inundaciones en la República checa, Eslovaquia, Hungría, Polonia y Rumanía. En cambio, España e Italia tuvieron abundante lluvia en la pasada primavera.
MALAS COSECHAS EN RUSIA.
Por otro lado, se calcula que la cosecha total de trigo blando sea superior a la media de los cinco últimos años, pero las previsiones para los dos grandes productores, Alemania y Francia, revelan un rendimiento inferior a la media y también por debajo de 2009.
En esos países, las cosechas se han visto afectadas por las condiciones de sequía y calor sufridas recientemente. Italia, el principal productor de trigo duro, registrará un rendimiento medio similar al de Francia.
Aunque la producción de cereales de la UE debería alcanzar unas cifras medias, el pronóstico del Centro Común de Investigación indica que las condiciones extremas de calor y sequía afectarán gravemente a la producción vegetal de invierno en Rusia, especialmente a lo largo del río Volga.