La calidad del agua es buena en ocho de las diez zonas de baño naturales de Navarra

Mar, 03/08/2010

Diario de Noticias de Navarra

Navarra cuenta con diez enclaves naturales, entre ríos, pantanos y embalses, que todos los veranos son habilitados para el baño con la llegada de nuevo de las altas temperaturas y del buen tiempo. En todas estas zonas de baño, el agua es analizada para comprobar su calidad y si es aconsejable o no su disfrute. Según el último registro del departamento de Medio Ambiente del Gobierno foral, de las diez, en tan sólo dos se desaconseja zambullirse, mientras que las otras ocho están habilitadas para este uso ya que han superado con éxito los análisis.

Estas zonas, cuya temporada de baño va desde el 12 de julio hasta el 31 de agosto, se extienden por toda la geografía navarra. Están aconsejadas para el baño la balsa de la Morea, en Galar; balsa el Pulguer, en el municipio de Tudela; el barranco de la foz de Benasa, en Navascués; Embalse de Alloz, en Lerate; el manantial de agua salada, en el municipio de Estella; el río Aragón, a su paso por Carcastillo; el río Esca a su paso por Burgui y el río Uztárroz en Uztárroz.

En cambio, otras dos zonas calificadas como playas controladas para el baño, se encuentran por el momento desaconsejadas para su uso. Es el caso del río Anduña a su paso por Ochagavía y el río Urederra, en la Amescoa Baja, a su paso por Zudaire. Estos son los dos únicos casos en los que se desaconseja el baño, ya que no han superado los análisis realizados.

Análisis semanales
Los diez puntos en los ríos y embalses navarros en los que se analiza el agua para comprobar si es o no apta para el baño son examinados semanalmente por el departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, que remite las muestras tomadas al Instituto de Salud Pública, donde se determina si son aptas o no.

Los diez puntos oficiales están dando cifras buenas, excepto en Ochagavía y Zudaire, donde se ha suprimido el baño temporalmente hasta que las aguas vuelvan a estar en condiciones. No obstante, cada semana la calidad del agua vuelve a ser analizada y puede cambiar, por lo que las zonas que en este momento no están recomendadas para el baño, pueden acabar estándolo hacia el final de la temporada.

Este cambio de calidad puede estar motivado tanto por la mejora de las condiciones y la reducción de residuos, como por las diversas condiciones climatológicas, ya que si el día anterior a la analítica las precipitaciones son abundantes, el carácter del agua puede variar. En ese caso, las muestras se toman de nuevo al día siguiente, cuando el cauce del río está más calmado.

A la hora de realizar los análisis, según explicaron fuentes del departamento, se tiene en cuenta no la calidad del agua en sí, sino la calidad bacteriológica de ésta. A la hora de analizarla se tienen en cuenta dos aspectos que son la Escherichia coli, una bacteria situada en el intestino de los mamíferos y que se traslada a las aguas negras; y los Estreptococos fecales. Los datos recogidos se comparan con el umbral estimado como recomendable, regulado mediante un Real Decreto, y si el resultado se encuentra por encima de dicho umbral, se desaconseja el baño, mientras que, si se sitúa por debajo, las aguas son calificadas como aptas para el recreo.

Evolución en la web
Estas analíticas se encuentran completamente historiadas, ya que los datos se introducen en una red oficial a nivel estatal que se va actualizando y comparando con años anteriores. Atendiendo a esta evolución, las diez zonas controladas siguen estando en las mismas condiciones en las que se encontraban durante la temporada de baño de 2009. Tanto las ocho zonas aptas para el baño como las otras dos que no lo son no han experimentado ninguna mejoría ni han empeorado.

Estos datos se encuentran al alcance de cualquier ciudadano y pueden consultarse en la página del Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño, www.nayade.msc.es, donde también puede comprobarse el estado de las playas marítimas y continentales de todo el Estado. Además, esta dirección de Internet permite leer los informes técnicos, documentados desde el año 2007, y las diferentes legislaciones sobre aguas de baño, tanto estatales como autonómicas o europeas, las cuales pueden resultar de interés.