Los delfines rosados del Amazonas están en peligro de extinción
Mar, 27/07/2010
La existencia de los delfines rosados del Amazonas está siendo amenazada por los pescadores que los matan para utilizar su carne como cebo. Se cree que 1.500 delfines son asesinados cada año en la Amazonía occidental para sostener un lucrativo comercio de bagre.
Vera da Silva, experta en mamíferos acuáticos del Instituto Nacional de Investigación Amazónica, lidera un grupo científico que ha estado estudiando una superficie de 27.000 hectáreas durante 17 años, y han descubierto que en la última década la población de estos delfines ha disminuido un siete por ciento cada año.
Los delfines, que pueden ser de 2,5 metros de largo y pesar lo mismo que un hombre adulto, son los más grandes de cuatro especies conocidas en América del Sur y Asia. La causa de su color rosado se debate, algunos científicos dicen que se debe a los vasos sanguíneos que están cerca de la piel.
Matar delfines es ilegal en Brasil, y es sancionado con un año y medio de prisión. Pero la aplicación de la ley es casi imposible. Menos de cinco agentes tienen la tarea de protección de la fauna en una región selvática que cubre el oeste de las dos terceras partes del estado de Amazonas, que es más del doble del tamaño de España
De un canal, los pescadores pueden capturar al día 500 kilos del bagre autóctono conocido como piracatinga. En dos noches de trabajo se pueden ganar unos 350 euros, aproximadamente el doble del salario mínimo mensual de Brasil.
Todos los delfines de río son muy vulnerables. El delfín del río chino está funcionalmente extinto, y con las poblaciones humanas que habitan la rivera del río Amazonas se teme que el delfín de río Amazonas pueda seguir el mismo camino.
Vera da Silva, experta en mamíferos acuáticos del Instituto Nacional de Investigación Amazónica, lidera un grupo científico que ha estado estudiando una superficie de 27.000 hectáreas durante 17 años, y han descubierto que en la última década la población de estos delfines ha disminuido un siete por ciento cada año.
Los delfines, que pueden ser de 2,5 metros de largo y pesar lo mismo que un hombre adulto, son los más grandes de cuatro especies conocidas en América del Sur y Asia. La causa de su color rosado se debate, algunos científicos dicen que se debe a los vasos sanguíneos que están cerca de la piel.
Matar delfines es ilegal en Brasil, y es sancionado con un año y medio de prisión. Pero la aplicación de la ley es casi imposible. Menos de cinco agentes tienen la tarea de protección de la fauna en una región selvática que cubre el oeste de las dos terceras partes del estado de Amazonas, que es más del doble del tamaño de España
De un canal, los pescadores pueden capturar al día 500 kilos del bagre autóctono conocido como piracatinga. En dos noches de trabajo se pueden ganar unos 350 euros, aproximadamente el doble del salario mínimo mensual de Brasil.
Todos los delfines de río son muy vulnerables. El delfín del río chino está funcionalmente extinto, y con las poblaciones humanas que habitan la rivera del río Amazonas se teme que el delfín de río Amazonas pueda seguir el mismo camino.