La CHS admite que un canal del Segura sufre el vertido más tóxico en varios años
Mié, 21/07/2010
Después de que durante años el río Segura viviera un momento de recuperación medioambiental, de nuevo los productos tóxicos han podido dañar notablemente la fauna del río. Y es que este fin de semana han aparecido una tonelada de peces muertos en el azarbe de la Villa, en la huerta de Guardamar y lindando con la de Rojales, a consecuencia de un vertido muy dañino. El comisario de Aguas de la CHS (Confederación Hidrográfica del Segura), Manuel Aldeguer, quiso comprobar este delito ecológico de primera mano. También acudieron los síndicos de Aguas de la Huerta de Rojales y de Guardamar, Terencio Huertas y Ramón Aldeguer, respectivamente. Los tres coincidieron en que este vertido es uno de los más importantes de los últimos años, tras la regeneración de la cuenca.
La Confederación ha contabilizado más de una tonelada de peces muertos y las consecuencias pueden ser aún más graves. Las aguas de este azarbe desembocan, al igual que todas las que poseen las llamadas «aguas de retorno», en el cauce del río. De esta forma habrían afectado a los animales acuáticos. Y no sólo eso. Los peces llegarían también al cauce y cualquier otro animal, como los patos, puedan alimentarse de éstos. De esta forma se podría crear una cadena infecciosa entre la fauna del río. El comisario de la CHS afirmó que se van abrir las investigaciones pertinentes para averiguar la naturaleza del vertido. Barajan varias hipótesis; vertido directo o indirecto, en mayor cantidad pero menos concentrado o viceversa. Una de las opciones con mayor peso se basa en que han vertido un material menos dañino pero en mucha más cantidad. No tiene por qué haber sido un vertido directo. Según los expertos, el agricultor que haya hecho ésto pudo hacerlo de otra forma o quizá que desconociera sus consecuencias. Probablemente, ha añadido el producto tóxico en su regadío, por lo que las aguas sobrantes han desembocado en el azarbe causando el daño. Si fuese así se sospecha que hubiese sido mediante el desinfectante de la tierra «Metansodio». Un producto que, según el síndico, «puede hacer todo este daño con dosis pequeñas». Pero, además, se trata de un producto prohibido pero que algunos siguen utilizando. Pero no sólo se ha abierto una investigación para detectar e identificar el producto tóxico, sino que van a intentar encontrar al responsable. Para ello se han tomado muestras de las explotaciones agrícolas cercanas al hallazgo de la mortandad para tratar de averiguar si algún agricultor ha empleado productos prohibidos.
Manuel Aldeguer aboga por un uso más responsable de los materiales peligrosos a la hora de regar y fumigar. Para hallar el producto desencadenante de esta situación la Confederación estudiará y analizará el agua del canal.
La Confederación ha contabilizado más de una tonelada de peces muertos y las consecuencias pueden ser aún más graves. Las aguas de este azarbe desembocan, al igual que todas las que poseen las llamadas «aguas de retorno», en el cauce del río. De esta forma habrían afectado a los animales acuáticos. Y no sólo eso. Los peces llegarían también al cauce y cualquier otro animal, como los patos, puedan alimentarse de éstos. De esta forma se podría crear una cadena infecciosa entre la fauna del río. El comisario de la CHS afirmó que se van abrir las investigaciones pertinentes para averiguar la naturaleza del vertido. Barajan varias hipótesis; vertido directo o indirecto, en mayor cantidad pero menos concentrado o viceversa. Una de las opciones con mayor peso se basa en que han vertido un material menos dañino pero en mucha más cantidad. No tiene por qué haber sido un vertido directo. Según los expertos, el agricultor que haya hecho ésto pudo hacerlo de otra forma o quizá que desconociera sus consecuencias. Probablemente, ha añadido el producto tóxico en su regadío, por lo que las aguas sobrantes han desembocado en el azarbe causando el daño. Si fuese así se sospecha que hubiese sido mediante el desinfectante de la tierra «Metansodio». Un producto que, según el síndico, «puede hacer todo este daño con dosis pequeñas». Pero, además, se trata de un producto prohibido pero que algunos siguen utilizando. Pero no sólo se ha abierto una investigación para detectar e identificar el producto tóxico, sino que van a intentar encontrar al responsable. Para ello se han tomado muestras de las explotaciones agrícolas cercanas al hallazgo de la mortandad para tratar de averiguar si algún agricultor ha empleado productos prohibidos.
Manuel Aldeguer aboga por un uso más responsable de los materiales peligrosos a la hora de regar y fumigar. Para hallar el producto desencadenante de esta situación la Confederación estudiará y analizará el agua del canal.