La CHJ descarta canalizar riadas a l'Albufera y aboga por respetar el área de inundación actual

Jue, 15/07/2010

Levante

La derivación de aguas del Xúquer hacia l'Albufera en caso de una gran avenida debe mantener el área inundada y el caudal «lo más parecido posible a la situación actual» por lo que, en la nueva filosofía del plan contra inundaciones de reducir las actuaciones estructurales u obras «duras», se pretende dar salida al agua con la permeabilización de la autopista AP-7 y aplicar un sistema de gestión del suelo que puede verse afectado por los desbordamientos que, a falta de la elaboración de un plan de usos, contemplará la implantación de huertos ecológicos tras una expropiación.

El director adjunto de la CHJ, Teodoro Estrela, que el martes asistió en Riola a una reunión de la mesa de participación del plan contra avenidas, explicó a que las últimas actuaciones que se proponen «descartan» la construcción de un canal o desvío de aguas hacia l'Albufera y destacó que «los principales desbordamientos se producen hacia la zona de la marjal Sur y Tavernes», por lo que en esta margen derecha se ha previsto la actuación para ampliar la capacidad de desagüe de l'Estany y un segundo corredor verde hacia Tavernes, mientras que en la margen izquierda se plantea la permeabilización de la autopista para reducir el efecto barrera que afecta principalmente a Algemesí y defendió que se intenta respetar al máximo «el funcionamiento del río y el espacio fluvial actual, aumentando el nivel de protección».

Tanto en el corredor verde de la marjal Sur como en el que se diseña en la orilla opuesta para conducir los caudales desbordados hacia l'Albufera se ubican la mayor parte de los terrenos que pueden sufrir un cambio de uso. Estrela comentó que, aunque todavía no se ha definido cómo se hará, probablemente se expropiarán algunas zonas que se puedan ver afectadas por los desbordamientos y advirtió que, como resultaría muy complicado para la CHJ gestionar estos terrenos, se está estudiando una fórmula para que se mantenga el uso agrícola (incluso por parte de los actuales propietarios tras llegar a un acuerdo de cesión) que garantice el buen estado de las parcelas, aunque se impondrían limitaciones para favorecer prácticas de cultivo ecológicas. Si bien Estrela eludió detallar la superficie afectada ya que cualquier cambio en los proyectos hará variar las cifras, al parecer, unas 420 hectáreas se podrían destinar a huertas sociales, pastos, recreación de humedales o restauración de otros hábitats.

El portavoz de Xúquer Viu, Paco Sanz, destacó como una de las principales conclusiones de la reunión celebrada en Riola el «compromiso» asumido por la CHJ, a propuesta de la plataforma ecologista, de dar prioridad a la recuperación ambiental de algún tramo del Xúquer que permita mostrar a la sociedad el alcance de la actuación que se pretende realizar en el río. Xúquer Viu, ante el temor de que la ejecución del plan contra inundaciones se pueda demorar en exceso dada la magnitud de la inversión, había solicitado actuar sobre un tramo entre Algemesí y Albalat a modo de experiencia piloto, en el que se pudieran comprobar las ventajas de la recuperación ambiental del río, un aspecto incorporado al plan de defensa y que plantea la recuperación del bosque de ribera y los ecosistemas propios del río al proyectarse una ampliación del cauce. Como ayer informó anunció que la lógica señala que se debe dar prioridad a las obras del curso bajo del río para ampliar la capacidad de desagüe antes de actuar sobre otras zonas ya que, de lo contrario, el tramo final se convertiría en un cuello de botella, pero advirtió que se está estudiando en qué zonas o tramos intermedios se puede actuar de forma simultánea sin que ello tenga una repercusión directa en el curso bajo. El proceso de participación abierto para que ayuntamientos de la Ribera y agentes sociales aporten sugerencias al plan global contra inundaciones se completará con la valoración que de las actuaciones programadas realicen una serie de expertos de reconocido prestigio y, en la mayoría de los casos, conocedores de la problemática hidráulica de la cuenca del Xúquer. La Confederación Hidrográfica ha propuesto a varios catedráticos y profesores como Juan Marco, Jorge Hermosilla, Joan Mateu, Antonio Aguilella, director del jardín botánico, y Juan José Galán, presidente de la Asociación Española de Paisajistas. Los representantes de Xúquer Viu propusieron que se amplíe esta comisión de expertos con el geólogo Carlos Santisteban, la catedrática de Ecología Rosa Miracle y el economista también vinculado a la Universitat Francesc La Roca. El alcalde de Albalat de la Ribera, el socialista Joan Batiste Ferrando, uno de los integrantes de la mesa de participación del plan contra inundaciones, reivindicó ayer la necesidad de acelerar el proceso de debate para acometer cuanto las obras que eviten nuevas riadas. Ferrando defendió que, si como han explicado los técnicos de la CHJ, la construcción de las presas de laminación del Marquesado en el río Magro, en el Sellent y el Cànyoles van a reducir un 40% las aportaciones de agua que recibe el Xúquer en caso de fuertes precipitaciones son éstas las actuaciones que se deberían priorizar ya que tienen una repercusión directa sobre toda la comarca y, según advirtió, se trata de una actuación relativamente económica en comparación con el importe de los proyectos que se pretenden acometer entre Carcaixent y la desembocadura. Según las estimaciones de la CHJ, la construcción de estas tres presas supondría una inversión de 171,3 millones de euros, mientras que las otras diez actuaciones previstas para el acondicionamiento del Xúquer y la mejora del drenaje superan los 2.300 millones. Teodoro Estrela admitió que si bien estos diez proyectos se están redactando y deberían estar acabados a final de año. La previsión es empezar a licitar obras en 2012, los relativos a las presas están «un poco más retrasados». Según dijo, de momento se han hecho los estudios de viabilidad de las presas del Sellent y el Cànyoles «y se prevé en breve sacar el proyecto».