Vila-real activa un plan para prevenir los efectos de las temidas gotas frías

Mar, 13/07/2010

Mediterráneo

Vila-real quiere protegerse de la gota fría y de sus devastadoras consecuencias. Así, la Concejalía de Servicios Públicos y Agricultura de Vila-real ha activado un ambicioso plan para prevenir los efectos de las lluvias torrenciales, tras el desastre que supusieron las inundaciones del pasado septiembre. Entonces, en tan solo 24 horas se llegaron a recoger cerca de 300 litros por m2, desbordando la zona del Barranquet e incluso obligando a la policía a evacuar a decenas de personas de sus casas.
Para ello, el responsable del área, Ramón Tomás, anunció ayer que van a llevar a cabo una amplia mejora en la red de alcantarillado que ayude a proteger las zonas con riesgo de inundación de la localidad. Así, aprovechando la última fase de las obras de reforma de la avenida França, un área "muy conflictiva" según el edil, se mejorará el alcantarillado de la avenida del Cedre, de forma que se desvíe el agua sobrante hacia la depuradora, ya que la falta de desnivel impide que se lleve hasta el río Millars.
En este sentido, Tomás recordó que el proyecto del colector oeste --incluido en el plan municipal de obra pública (PMOP)-- mejorará las infraestructuras pluviales en la carretera de Onda. En concreto, detalló que la intención de su departamento es crear dos depósitos en los dos lados de la carretera para desviar a otras zonas del municipio las aguas pluviales que llegan desde el Madrigal y la carretera. El coste de este proyecto asciende a 2,4 millones de euros y se financia a través del plan Confianza de la Generalitat.
El regidor avanzó además que ayer finalizó el plazo para que las empresas que quisieran optar a la adjudicación del proyecto presentasen sus propuestas, de forma que, una vez el Ayuntamiento los estudie y escoja uno de ellos, las obras puedan comenzar a finales de agosto o principios de septiembre para finalizar en un plazo estimado de diez meses.
El principal objetivo de ambas reformas es, según Tomás, "mejorar la calidad de vida de los vecinos que residen en estas zonas y que sufre directamente las consecuencias de la gota fría". Y es que Vila-real no quiere repetir el torrente del año pasado.