Usuarios de pozos y balsas buscan defensa contra la Ley de Aguas
Lun, 05/07/2010
Los regantes y usuarios de pozos, manantiales, tomas directas del río o balsas privadas se enfrentan desde que se aprobó la nueva Ley de Aguas de Andalucía a multitud de problemas burocráticos y legales, como la imposición de nuevos cánones y obligaciones, lo que ha motivado que desde Asaja se propicie una nueva Asociación para agrupar a estos regantes y que pueden defender sus intereses en conjunto.
La nueva asociación, llamada Rega, está presidida por el también presidente de Asaja Andalucía, Ricardo Serra, y ha nacido ya con 10.000 afiliados y sedes provinciales en Sevilla, Granada, Huelva, Málaga y Almería, mientras que las de Jaén, Córdoba y Cádiz están en fase de formación. Serra explicó a ABC que la nueva asociación de regantes no pretende competir ni ocupar el espacio de otras asociaciones como es el caso de Feragua que tiene entre sus afiliados principalmente a los regantes que se abastecen de los embalses de regulación general. Según Serra, Rega nace a demanda de los agricultores asociados en Asaja que han venido en los últimos años demandando que la organización agraria representara sus intereses.
Los problemas de estos regantes son variados pero básicamente hay dos: uno derivado de las nuevas obligaciones que impone la Ley de Aguas de Andalucía a los usuarios en forma de canones que no se compensan desde la administración con protección alguna a sus derechos; y otra la necesidad de que la Administración abra nuevas vías de aprovechamiento del agua por parte de estos regantes que no se abastecen del sistema de regulación general.
Por ejemplo, Serra explica que en Andalucía las lluvias son muy irregulares y se dan años, como el pasado, en el que llueve mucho más de la media y el exceso de caudal de los ríos se vuelve perjudicial. Rega entre otras cosas defenderá que se regule la posibilidad de hacer balsas particulares que en casos de exceso de caudal en los ríos se puedan llenar, aliviando el problema, y guardando ese agua para los riegos estivales.
Otro asunto al que pretende dar respuesta Rega es a los problemas burocráticos, «expedientes interminables», que sufren los usuarios de pozos con los expedientes de inscripción en el catálogo de pozos de aguas privadas. Tampoco cubre la orden las pérdidas de los ganaderos que a causa de las lluvias y temporales tuvieron un sobrecoste en la alimentación del ganado.
Por lo que se refiere a la orden publicada, uno de los requisitos básicos para poderse acoger a los beneficios es o tener en el momento de los daños una póliza en vigor o en el caso de los cultivos en los que no se hubiera iniciado el plazo de suscripción, haber tenido el seguro en la campaña anterior. Los cultivos que no tengan una línea específica de seguro agrario también quedan amparados por la orden de ayudas. En cualquier caso para beneficiarse de estas subvenciones es necesario que los daños sufridos no los garantice la poliza. Asimismo, esos daños deberán ser superiores al 30% de la producción esperada, o bien afectar a instalaciones de riego, tutores y mallas antipedrisco (las únicas infraestructuras que cubre la orden)y en ese caso la ayuda puede ascender hasta el 50% de la reparación que se haya realizado.
Entre los cultivos que podrán beneficiarse de estas ayudas destacan los frutales, cítricos y productos hortofrutícolas.
Así en las producciones de frutales y cítricos, se concederán compensaciones económicas, para los casos en que a consecuencia del siniestro se haya producido la muerte del árbol, o que, en el caso de frutales, se hubiera perdido toda la hoja y la cosecha de la campaña presente, mediante poda severa (eliminación de elementos productivos dejando solo elementos estructurales para nueva formación) y se pueda perder mas de un 70% de la cosecha siguiente, y en el caso de cítricos, que presenten una defoliación superior al 70%.
Las cuantías máximas serán para melocotón y nectarina, la de una cosecha y para el resto de especies una cosecha y media.
En cuanto a los cultivos hortícolas, en las producciones de fresa y frambuesa, se compensarán las pérdidas de producción causadas por enfermedades provocadas por las lluvias; en tomate de invierno, las pérdidas por rajado de los frutos; en las producciones hortícolas cultivadas bajo protección, las pérdidas causadas por rajado de frutos, y por plagas y enfermedades, siempre que no se hayan podido realizar los tratamientos adecuados a consecuencia de los fenómenos climáticos contemplados; en producciones hortícolas de siembra directa, se tendrán en cuenta los gastos de reposición del cultivo, a causa de la falta de nascencia; en las producciones de patata y remolacha, las pérdidas de producción causadas por las heladas tardías.
Para los daños producidos sobre las instalaciones de riego, tutores y mallas antigranizo, se valorarán los costes de reposición de dichos sistemas, compensando como máximo, el 50% de la reparación efectuada.
Feragua ha logrado que todos los representantes de los regantes en los órganos de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir sean los propuestos por esta Federación. Así, todos los representantes electos, los cuatro elegidos por las comunidades de regantes para la Junta de Gobierno y los ocho para el Consejo del Agua, además de los representantes votados por los regantes de toma directa para cada uno de esos órganos, son candidatos promovidos por Feragua.
Previamente se había procedido a la renovación de los representantes del regadío en las Juntas de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (Guadalquivir Bajo, Medio, Alto, Genil y Alto Guadiana Menor), proceso que , según Feragua, culminó con un balance abrumadoramente favorable a esa asociación, pues, de los representantes elegidos, más del 80% fueron sus candidatos.
Ese logro ha tenido continuidad en la elección de los representantes del regadío en los órganos decisorios de la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir (Junta de Gobierno y Consejo del Agua), que produjo en una Asamblea de Usuarios celebrada la semana pasada, en la que se eligieron los cuatro representantes de las comunidades de regantes para la Junta de Gobierno y los ocho para el Consejo del Agua, además de los representantes votados por los regantes de toma directa para cada uno de esos órganos, y todos ellos fueron los propuestos por Feragua. Asimismo, la presidenta de Feragua, Margarita Bustamante fue elegida vicecepresidenta segunda del Consejo del Agua y de la Junta de Gobierno, y por tanto, representará a todos los usuarios del Guadalquivir en el Consejo Nacional del Agua. En este sentido, Feragua recuerda que el pasado mes de marzo cambió sus estatutos y desde entonces tiene abiertas sus puertas no sólo a las comunidades de regantes sino a todos los regantes incluyendo a los de toma directa o pozos. Por el Consejo del Agua de la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir tendrá que pasar próximamente la aprobación del Plan Hidrológico de la Demarcación del Guadalquivir. Ricardo Serra, presidente de Rega y de Asaja Andalucía
La nueva asociación, llamada Rega, está presidida por el también presidente de Asaja Andalucía, Ricardo Serra, y ha nacido ya con 10.000 afiliados y sedes provinciales en Sevilla, Granada, Huelva, Málaga y Almería, mientras que las de Jaén, Córdoba y Cádiz están en fase de formación. Serra explicó a ABC que la nueva asociación de regantes no pretende competir ni ocupar el espacio de otras asociaciones como es el caso de Feragua que tiene entre sus afiliados principalmente a los regantes que se abastecen de los embalses de regulación general. Según Serra, Rega nace a demanda de los agricultores asociados en Asaja que han venido en los últimos años demandando que la organización agraria representara sus intereses.
Los problemas de estos regantes son variados pero básicamente hay dos: uno derivado de las nuevas obligaciones que impone la Ley de Aguas de Andalucía a los usuarios en forma de canones que no se compensan desde la administración con protección alguna a sus derechos; y otra la necesidad de que la Administración abra nuevas vías de aprovechamiento del agua por parte de estos regantes que no se abastecen del sistema de regulación general.
Por ejemplo, Serra explica que en Andalucía las lluvias son muy irregulares y se dan años, como el pasado, en el que llueve mucho más de la media y el exceso de caudal de los ríos se vuelve perjudicial. Rega entre otras cosas defenderá que se regule la posibilidad de hacer balsas particulares que en casos de exceso de caudal en los ríos se puedan llenar, aliviando el problema, y guardando ese agua para los riegos estivales.
Otro asunto al que pretende dar respuesta Rega es a los problemas burocráticos, «expedientes interminables», que sufren los usuarios de pozos con los expedientes de inscripción en el catálogo de pozos de aguas privadas. Tampoco cubre la orden las pérdidas de los ganaderos que a causa de las lluvias y temporales tuvieron un sobrecoste en la alimentación del ganado.
Por lo que se refiere a la orden publicada, uno de los requisitos básicos para poderse acoger a los beneficios es o tener en el momento de los daños una póliza en vigor o en el caso de los cultivos en los que no se hubiera iniciado el plazo de suscripción, haber tenido el seguro en la campaña anterior. Los cultivos que no tengan una línea específica de seguro agrario también quedan amparados por la orden de ayudas. En cualquier caso para beneficiarse de estas subvenciones es necesario que los daños sufridos no los garantice la poliza. Asimismo, esos daños deberán ser superiores al 30% de la producción esperada, o bien afectar a instalaciones de riego, tutores y mallas antipedrisco (las únicas infraestructuras que cubre la orden)y en ese caso la ayuda puede ascender hasta el 50% de la reparación que se haya realizado.
Entre los cultivos que podrán beneficiarse de estas ayudas destacan los frutales, cítricos y productos hortofrutícolas.
Así en las producciones de frutales y cítricos, se concederán compensaciones económicas, para los casos en que a consecuencia del siniestro se haya producido la muerte del árbol, o que, en el caso de frutales, se hubiera perdido toda la hoja y la cosecha de la campaña presente, mediante poda severa (eliminación de elementos productivos dejando solo elementos estructurales para nueva formación) y se pueda perder mas de un 70% de la cosecha siguiente, y en el caso de cítricos, que presenten una defoliación superior al 70%.
Las cuantías máximas serán para melocotón y nectarina, la de una cosecha y para el resto de especies una cosecha y media.
En cuanto a los cultivos hortícolas, en las producciones de fresa y frambuesa, se compensarán las pérdidas de producción causadas por enfermedades provocadas por las lluvias; en tomate de invierno, las pérdidas por rajado de los frutos; en las producciones hortícolas cultivadas bajo protección, las pérdidas causadas por rajado de frutos, y por plagas y enfermedades, siempre que no se hayan podido realizar los tratamientos adecuados a consecuencia de los fenómenos climáticos contemplados; en producciones hortícolas de siembra directa, se tendrán en cuenta los gastos de reposición del cultivo, a causa de la falta de nascencia; en las producciones de patata y remolacha, las pérdidas de producción causadas por las heladas tardías.
Para los daños producidos sobre las instalaciones de riego, tutores y mallas antigranizo, se valorarán los costes de reposición de dichos sistemas, compensando como máximo, el 50% de la reparación efectuada.
Feragua ha logrado que todos los representantes de los regantes en los órganos de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir sean los propuestos por esta Federación. Así, todos los representantes electos, los cuatro elegidos por las comunidades de regantes para la Junta de Gobierno y los ocho para el Consejo del Agua, además de los representantes votados por los regantes de toma directa para cada uno de esos órganos, son candidatos promovidos por Feragua.
Previamente se había procedido a la renovación de los representantes del regadío en las Juntas de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (Guadalquivir Bajo, Medio, Alto, Genil y Alto Guadiana Menor), proceso que , según Feragua, culminó con un balance abrumadoramente favorable a esa asociación, pues, de los representantes elegidos, más del 80% fueron sus candidatos.
Ese logro ha tenido continuidad en la elección de los representantes del regadío en los órganos decisorios de la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir (Junta de Gobierno y Consejo del Agua), que produjo en una Asamblea de Usuarios celebrada la semana pasada, en la que se eligieron los cuatro representantes de las comunidades de regantes para la Junta de Gobierno y los ocho para el Consejo del Agua, además de los representantes votados por los regantes de toma directa para cada uno de esos órganos, y todos ellos fueron los propuestos por Feragua. Asimismo, la presidenta de Feragua, Margarita Bustamante fue elegida vicecepresidenta segunda del Consejo del Agua y de la Junta de Gobierno, y por tanto, representará a todos los usuarios del Guadalquivir en el Consejo Nacional del Agua. En este sentido, Feragua recuerda que el pasado mes de marzo cambió sus estatutos y desde entonces tiene abiertas sus puertas no sólo a las comunidades de regantes sino a todos los regantes incluyendo a los de toma directa o pozos. Por el Consejo del Agua de la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir tendrá que pasar próximamente la aprobación del Plan Hidrológico de la Demarcación del Guadalquivir. Ricardo Serra, presidente de Rega y de Asaja Andalucía