Los payeses del Ebro denuncian los daños por el caracol manzana

Mar, 22/06/2010

El Periódico

De las 380 especies invasoras detectadas en los ecosistemas acuáticos de Catalunya por la Conselleria de Medi Ambient, el tramo final del río Ebro, entre Riba-roja y la desembocadura, acoge unas 40, entre plantas, invertebrados y peces. Las repercusiones medioambientales y económicas de la introducción de cada especie varían. Pero empresas, agricultores y Administración se esfuerzan en combatir la expansión de cuatro de las especies más dañinas: el siluro, el cangrejo americano, el mejillón cebra y el recién llegado caracol manzana, cuyos efectos empiezan a ser «devastadores» en zonas de arrozal, según los afectados.
Este caracol gigante procedente de Suramérica ha escogido la red de canales que abastecen de agua los campos del delta del Ebro para expandirse entre los arrozales, ahora recién sembrados. Un año después de que Unió de Pagesos (UP) hiciera pública su alarma por la especie, los agricultores ya sufren los rápidos efectos de una plaga que amenaza su cosecha. De hecho, el sindicato agrario denunció ayer la «falta de previsión y la lentitud de la Administración catalana para combatirla».

Ayer mostraron la virulencia con que los ejemplares atacan los tallos del arroz que empezó a plantarse en el delta hace apenas dos semanas. «Estamos muy preocupados porque hay campos con más de 30 ejemplares adultos por metro cuadrado, y si replantamos, a las pocas horas han acabado con los nuevos tallos», afirmó ayer Joan Arques, un responsable de UP.
El sindicato puso en duda los datos que el pasado 21 de abril hizo públicos la delegación del Govern de las Terres de l'Ebre, que subrayó que la recogida de más de 36.000 ejemplares por parte de una brigada de 13 personas contratadas había eliminado en un 80% de la población de caracol manzana del delta.
Otra de las especies invasoras que ya ha originado importantes afectaciones medioambientales es el mejillón cebra, un molusco fluvial también de gran capacidad reproductora. La compañía Endesa dispone de un laboratorio de investigación en Riba-roja donde analiza los métodos más efectivos para reducir la población de este bivalvo tanto en aguas libres como en circuitos cerrados.

TRATAMIENTOS QUÍMICOS

Endesa ha comprobado que los desembalses controlados en Riba-roja «reducen drásticamente la densidad de larvas», según Antoni Palau, responsable del laboratorio. En aguas cerradas, tras evaluar diferentes métodos como la microfiltración o los ultrasonidos, Palau sostiene que los tratamientos químicos con cloro y agua oxigenada son los más eficaces y baratos. «La clave es determinar la cantidad mínima necesaria para controlar el coste y causar la mínima afectación en el agua», apunta Palau.
Medi Ambient puso en marcha el año pasado un plan de erradicación del siluro en el tramo final del Ebro que fracasó. La pesca de esos grandes ejemplares iba vinculada a su exportación a Rumania mediante una empresa que comercializaba las piezas para fabricar piensos. La toxicidad de los peces, con elevados niveles de mercurio, acabó dando al traste con el plan. Por su parte, el cangrejo americano causa graves daños económicos en las infraestructuras de riego del delta y afectan a la productividad de los arrozales.