Espinosa alude a los planes urbanos de los años 40 a 60 para explicar las riadas

Vie, 18/06/2010

El Comercio

La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, que acudió ayer aArriondas en compañía del Presidente del Principado, esgrimió ayer dos factores como los desencadenantes de las inundaciones sufridas en Asturias: las lluvias torrenciales concentradas en muy pocas horas y las prácticas urbanísticas desarrolladas entre 1940 y 1960. Después de visitar las zonas más afectadas por la riada enArriondas (Parres), la ministra -que esgrimió una gráfica de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico en la que se indicaba el repentino nivel de las aguas de los ríos- descartó que los embalses tuvieran algo que ver con estas inundaciones, asegurando que «no han tenido ninguna incidencia». No opinó lo mismo con otras obras y planificaciones, fundamentalmente urbanísticas, y lo fundamentó en que «hace muchos años no se conocía lo que hoy conocemos. Cuando las administraciones denegamos ahora alguna licencia lo hacemos por motivos de seguridad. Pero eso lo sabemos hoy y en los años 40 a 60 no se tenía esa información. Ahora contamos con una planificación hidrológica para tomar las medidas preventivas que sean necesarias».

Elena Espinosa, que achacó a un viejo puente privado los problemas ocurridos en Verdicio (Gozón), sentenció que el origen de este desastre estuvo en «las fuertes precipitaciones producidas en unas horas determinadas, independientemente de cualquier otro elemento».

La maquinaria del Estado se pondrá de inmediato en funcionamiento para habilitar las subvenciones tanto para restituir las infraestructuras públicas arrasadas por la riada como los bienes privados dañados.Así lo indicó ayer Elena Espinosa, quien aseguró que «el Consejo de Ministros aprobará en su próxima reunión las ayudas específicas para las zonas afectadas. Ahora es el momento de que la gente vuelva a la normalidad, a sus casas, lo más pronto posible».

La ministra explicó cuál será el mecanismo de estas ayudas, que ya se aplicó en las riadas sufridas en Andalucía el pasado febrero. «Hoy es imposible saber la cuantía total. Lo que vamos a aprobar son unas ayudas para restituir las infraestructuras públicas y unas subvenciones para las situaciones de emergencia con la pérdida de enseres o daños en las viviendas. El Consejo de Ministros aprobará unas asignaciones individuales. A partir de ahí, cuando se evalúen los daños, sabremos la cantidad total».

Elena Espinosa apuntó que los afectados ya pueden iniciar las reparaciones que sean precisas en las viviendas, al tiempo las pérdidas sufridas serán clasificadas bajo los siguientes baremos: destrucción de la vivienda, daños en la estructura de la vivienda, en su interior, pérdida de enseres y afecciones a elementos comunes de las comunidades de propietarios. Tras su recorrido por la localidad, se mostró especialmente sensibilizada por «la situación de las personas que se han visto afectadas por la inundación y presentan un delicado estado de salud. Pero hay que tener en cuenta que todos y cada uno de los afectados viven una situación difícil y complicada, ya que sufren sus pérdidas». En cuanto al impacto que estas riadas pueden tener en el turismo en la región, ante la inminente llegada del verano, la ministra aseguró que «en las playas haremos actuaciones de choque para que las personas las puedan disfrutar. Dejaremos las obras de mayor envergadura para después del verano. Dificulta más al turismo que haya máquinas trabajando en las playas a que se coloque una zona vallada». Se pondrán el máximo de medios posibles a desarrollar estas tareas de limpieza en los arenales. Para ello, han llegado a la región 40 efectivos y mandos de la empresa Tragsa «que colaborarán en la recuperación.Además, sumaremos más esfuerzos cuando podamos llegar a más zonas que todavía están inaccesibles», aseguró la ministra, que también visitó ayer Gozón, Pravia y Vegadeo.

En esta última localidad, y respecto al estado de conservación de los cauces de los ríos, Espinosa descartó que vaya a modificarse la ley para autorizar a los vecinos a actuar sobre la vegetación de las riberas. «Estudiaremos casos puntuales, pero lo que tenemos que hacer es respetar la naturaleza porque así evitamos catástrofes naturales». Ante la consternación por la situación desastrosa que había visto en Arriondas, el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, quiso resaltar el «compromiso» y «comportamiento ejemplar» de los servicios de emergencia que atendieron las primeras necesidades de los vecinos afectados. Y es que ensalzó que fueron muchos los profesionales de los distintos departamentos, desde Bomberos de Asturias hasta Protección Civil, pasando por el SAMU o la Guardia Civil, que acudieron a sus puestos a pesar de estar gozando de días de descanso o vacaciones. La situación mejoró mucho ayer. Se desactivó el plan de inundaciones y la Unidad Militar de Emergencias regresó a su base en León tras prestar servicio en varios puntos de Asturias.

Areces remarcó que «toda la región está afectada, pero la situación tiende a normalizarse». Además, aseguró que las consecuencias de las riadas tanto en la capital parraguesa como en Vegadeo fueron mitigadas «por las obras que hemos acometido en los últimos años, que evitaron un drama. La escollera de Arriondas evitó que la crecida afectara a la zona más sensible del pueblo, mientras que en Vegadeo las canalizaciones del río hicieron que los problemas fueran menores. Hay que tener en cuenta que la fuerza de la naturaleza fue brusca e inesperada, llegando el agua a alcanzar en algunos puntos los dos metros de altura». A pesar de ello, el presidente asturiano se comprometió a «poner de inmediato las máquinas que sean necesarias para acometer la limpieza de casas y calles y tratar de que los vecinos desalojados puedan volver pronto a sus viviendas».

El Gobierno regional estableció en la sede del Ayuntamiento de Parres un equipo de coordinación específica para los problemas que puedan surgir en el concejo, aunque en las instalaciones de La Morgal seguirá estando el centro de coordinación de incidencias.

Areces mostró su esperanza en que el duro golpe recibido por la región en los últimos días no empañe la actividad económica en los próximos meses, pues aseguró que «en no muchos días se podrá restablecer la normalidad. Nuestra oferta turística no tiene por qué resentirse, ya que Asturias es muy atractiva». Arriondas, durante la visita a las áreas afectadas por las riadas.