Ban Ki Moon alerta del riesgo de guerras a causa de la sequía, con motivo del Día de la Desertificación

Jue, 17/06/2010

Europa Press

El secretario general de la ONU, Ban Ki Monn, ha alertado este miércoles de que la "pertinaz presión" causada por la sequía, el hambre y el agravamiento de la pobreza "amenaza con desencadenar tensiones sociales" que, a su vez, pueden originar fenómenos de migración involuntaria, desintegración de comunidades, inestabilidad política y conflictos armados.

Con motivo del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se celebra este jueves, Ban ha señalado que la vulnerabilidad humana, la ecológica y la social van unidas con singular intensidad y simetría en las zonas áridas del planeta.

"El cambio climático no hará más que agudizar todas esas presiones", ha añadido el secretario general, al tiempo que recuerda que más de 1.000 millones de personas pobres y vulnerables viven en las zonas áridas del planeta, por lo que las acciones dirigidas a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio "tropiezan con dificultades particulares" y se están quedando rezagadas.

Además, ha explicado que casi las tres cuartas partes de las zonas de pastoreo muestran síntomas de desertificación ya que durante los últimos 40 años, cerca de un tercio de las tierras cultivables del mundo han dejado de ser productivas y, en muchos casos, han quedado abandonadas.

Por este motivo, recuerda que en el Año Internacional de la Diversidad Biológica las tierras áridas son zonas de enorme productividad y diversidad biológica, porque el 30 por ciento de los cultivos que se consumen en todo el mundo proceden, precisamente, de las zonas áridas.
Ban ha insistido también en que la diversidad biológica del suelo de esas zonas desempeña un "papel decisivo" en la transformación del carbono atmosférico en carbono orgánico, porque las tierras áridas son la mayor reserva de carbono orgánico del planeta.

Por otro lado, ha destacado que la protección y la restauración de las zonas áridas permiten avanzar en "muchos frentes al mismo tiempo", porque, con ello, se refuerza la seguridad alimentaria, se hace frente al cambio climático, se ayuda a los pobres a adquirir más control sobre su destino y se impulsa el progreso hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

"En este día, reafirmemos nuestro compromiso en la lucha contra la desertificación y la degradación de las tierras y en la mitigación de los efectos de la sequía, y reconozcamos que cuidar de nuestros suelos equivale a cuidar de la vida en la Tierra", ha exigido.

A 25 CENTÍMETROS DE LA EXTINCIÓN
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas contra la Desertificación (CNULD), Luc Gnacadja, ha insistido en que entre 18 y 25 centímetros de la capa superficial del suelo es "todo lo que se interpone" entre los habitantes de la Tierra y la extinción.
Asimismo, considera que esto no supone sólo hablar únicamente de alimento, sino que todo lo que vive y crece en este "limitado e irremplazable recurso" mantiene a los hombres "cobijados", "preserva" la limpieza del agua y del aire, hace que el suelo se conserve fértil y contribuye a regenerar el alma humana.

"Acabamos de empezar a entender cómo las minúsculas formas de vida son capaces de mantener la productividad del suelo y de alcanzar el óptimo equilibrio del medio ambiente", ha apuntado Gnacadja.

Igualmente, ha destacado el papel de los microorganismos del suelo, que constituyen la mayor parte de la biomasa terrestre y superan en número a todas las especies de la fauna, y lo "vitales" que son sus funciones para enfrentar la gestión medioambiental, el cambio climático y el desarrollo del ser humano.

Por otro lado, ha recordado que los microorganismos que viven en la tierra ofrecen una "amplia gama de servicios al ecosistema" como la fijación de nitrógeno, el control de los procesos de descomposición y de plagas, la polinización, la retención de humedad del suelo, drenaje, secuestro de carbono y reciclaje de residuos, así como el papel que juegan en la regulación del clima. "Un suelo sano puede favorecer el incremento de las lluvias", ha añadido.

"Mejorar los suelos en un lugar mejora la vida en todas partes" es el lema de este año. Se trata de orientar la salud del suelo hacia donde debería apuntar; es decir, hacia la base misma de nuestra supervivencia y bienestar", ha concluido.