Hasta el 20% de los casos de legionelosis podría tener su origen en el agua de los limpiaparabrisas
Mar, 15/06/2010
El agua que se usa para limpiar los parabrisas de los automóviles podría ser la fuente de hasta 20 por ciento de los casos de legionelosis, según los resultados de una investigación llevada a cabo por la Agencia de Protección de la Salud del Reino Unido (HPA, por sus siglas en inglés).
El estudio, publicado en el "European Journal of Epidemiology", surgió después de que la HPA detectara en Inglaterra y Gales una alta tasa de infecciones por legionelosis (cinco veces más) entre los camioneros, las personas que se desplazaban en coche por zonas industriales y las que pasaban mucho tiempo en el automóvil o conducían más a menudo con la ventana abierta.
Según informa la BBC, los investigadores británicos descubrieron que la clave se encontraba en la presencia, o no, de líquido limpiador en el depósito, ya que uno de cada cinco recipientes para almacenar el agua para limpiar el parabrisas que no contenían este líquido presentaban restos de la bacteria de la "legionella".
En este sentido, la directora regional de la HPA, la doctora Isabel Oliver, señala que, aunque se necesitan más estudios para confirmar el vínculo, los conductores deberían añadir líquido limpiaparabrisas a sus coches, ya que éste contiene a menudo agentes que evitan el crecimiento de las bacterias.
"La bacteria no se propaga de persona a persona pero está presente en determinados ambientes de agua, y el patógeno puede respirarse cuando éste entra en el aire en finas partículas o a través de la evaporación", dice esta experta.
Por su parte, el profesor Hugh Pennington, especialista británico en bacteriología, afirma que añadir líquido limpiaparabrisas es un "buen consejo", especialmente porque dejará al parabrisas "mucho más limpio".
La legionelosis es una enfermedad relativamente rara que se manifiesta de forma esporádica y que, por lo general, no se asocia a un foco de infección reconocido. Frecuentemente afecta a las personas mayores de 50 años y es más común entre los hombres.
Esta infección bacteriana puede ser mortal en cerca de 15 por ciento de las personas infectadas y se caracteriza porque su patógeno se aprovecha de los sistemas de agua tibia que no están limpios para multiplicarse.
El estudio, publicado en el "European Journal of Epidemiology", surgió después de que la HPA detectara en Inglaterra y Gales una alta tasa de infecciones por legionelosis (cinco veces más) entre los camioneros, las personas que se desplazaban en coche por zonas industriales y las que pasaban mucho tiempo en el automóvil o conducían más a menudo con la ventana abierta.
Según informa la BBC, los investigadores británicos descubrieron que la clave se encontraba en la presencia, o no, de líquido limpiador en el depósito, ya que uno de cada cinco recipientes para almacenar el agua para limpiar el parabrisas que no contenían este líquido presentaban restos de la bacteria de la "legionella".
En este sentido, la directora regional de la HPA, la doctora Isabel Oliver, señala que, aunque se necesitan más estudios para confirmar el vínculo, los conductores deberían añadir líquido limpiaparabrisas a sus coches, ya que éste contiene a menudo agentes que evitan el crecimiento de las bacterias.
"La bacteria no se propaga de persona a persona pero está presente en determinados ambientes de agua, y el patógeno puede respirarse cuando éste entra en el aire en finas partículas o a través de la evaporación", dice esta experta.
Por su parte, el profesor Hugh Pennington, especialista británico en bacteriología, afirma que añadir líquido limpiaparabrisas es un "buen consejo", especialmente porque dejará al parabrisas "mucho más limpio".
La legionelosis es una enfermedad relativamente rara que se manifiesta de forma esporádica y que, por lo general, no se asocia a un foco de infección reconocido. Frecuentemente afecta a las personas mayores de 50 años y es más común entre los hombres.
Esta infección bacteriana puede ser mortal en cerca de 15 por ciento de las personas infectadas y se caracteriza porque su patógeno se aprovecha de los sistemas de agua tibia que no están limpios para multiplicarse.