Alerta por crecidas en ríos del Pirineo
Vie, 11/06/2010
Las cabeceras de algunos ríos del Pirineo han multiplicado hasta por siete su caudal en las últimas horas tras un temporal de lluvia, que la madrugada de ayer dejó hasta cien litros por metro cuadrado en algunos valles, como el de Boí. En esta zona las copiosas precipitaciones caídas han coincidido con la apertura de compuertas de la presa de Cavallers, que el miércoles alcanzó su cota máxima por el agua recogida del deshielo. El aumento del caudal inundó parte de la central de Boí, ocasionó algunos daños en caminos vecinales -en el tramo del río Noguera de Tor, que discurre entre Erill y Barruera- y obligó a desalojar a los ocupantes del camping El Remei, ubicado en el término de El Pont de Suert.
Joan Perelada, alcalde de la Vall de Boi, afirmó a última hora de ayer que la situación -siempre que no haya nuevas precipitaciones- estaba controlada. "La zona más problemática es la atravesada por el río entre las poblaciones de Erill y Barruera. Ahí se han inundado algunos prados y hemos constatado ya daños en caminos vecinales que discurrían paralelos al río y que han desaparecido al ser arrastrados por el agua", añade Perelada. Como medida de precaución, el Ayuntamiento de la Vall de Boí procedió ayer a cortar el acceso a las pistas y caminos en ese tramo de río, "El agua baja con mucha fuerza y acercarse a los márgenes del río es peligroso", advierte el alcalde. A primera hora de la mañana de ayer también se cortó el acceso a la carretera que va desde el balneario de Caldes de Boí hasta el mismo pie de la presa de Cavallers. El temor Perelada es que la intensidad de las precipitaciones caídas la pasada madrugada se repitan el fin de semana.
En el caso del camping desalojado, ubicado junto al cauce del río, la medida únicamente afectó a cinco turistas holandeses y la evacuación se acordó como medida de precaución, ya que el agua en ningún momento llegó a afectar ayer a esas instalaciones.
Las lluvias que han causado todos esos problemas en la Vall de Boí fueron generalizadas en todo el Pirineo, por lo que la Generalitat ha activado el plan Inuncat y varias presas se han visto obligadas a soltar agua. En Sort la crecida del Noguera Pallaressa alteró el programa del campeonato mundial de descenso de aguas bravas, mientras que en Lleida la Urbana cerró ayer los accesos al Segre al preverse una crecida del caudal a partir de hoy.
Joan Perelada, alcalde de la Vall de Boi, afirmó a última hora de ayer que la situación -siempre que no haya nuevas precipitaciones- estaba controlada. "La zona más problemática es la atravesada por el río entre las poblaciones de Erill y Barruera. Ahí se han inundado algunos prados y hemos constatado ya daños en caminos vecinales que discurrían paralelos al río y que han desaparecido al ser arrastrados por el agua", añade Perelada. Como medida de precaución, el Ayuntamiento de la Vall de Boí procedió ayer a cortar el acceso a las pistas y caminos en ese tramo de río, "El agua baja con mucha fuerza y acercarse a los márgenes del río es peligroso", advierte el alcalde. A primera hora de la mañana de ayer también se cortó el acceso a la carretera que va desde el balneario de Caldes de Boí hasta el mismo pie de la presa de Cavallers. El temor Perelada es que la intensidad de las precipitaciones caídas la pasada madrugada se repitan el fin de semana.
En el caso del camping desalojado, ubicado junto al cauce del río, la medida únicamente afectó a cinco turistas holandeses y la evacuación se acordó como medida de precaución, ya que el agua en ningún momento llegó a afectar ayer a esas instalaciones.
Las lluvias que han causado todos esos problemas en la Vall de Boí fueron generalizadas en todo el Pirineo, por lo que la Generalitat ha activado el plan Inuncat y varias presas se han visto obligadas a soltar agua. En Sort la crecida del Noguera Pallaressa alteró el programa del campeonato mundial de descenso de aguas bravas, mientras que en Lleida la Urbana cerró ayer los accesos al Segre al preverse una crecida del caudal a partir de hoy.