A su paso por la ciudad de Murcia, por más de cinco millones de euros.

En concreto, los objetivos principales de esta actuación son aumentar la capacidad hidráulica del cauce, mejorar el hábitat de la fauna existente, eliminar el impacto visual negativo del afloramiento de sedimentos en el tramo urbano del río y mejorar las condiciones actuales para la realización de actividades recreativas en la zona.

La actuación se emplaza en el término municipal del Murcia, en el tramo del río Segura que atraviesa la ciudad y que queda definido aguas arriba por el puente de la autovía A-30 y aguas abajo por la presa de La Fica.

Dicha actuación, que consisten en el dragado del tramo del río indicado y en el tratamiento de la mezcla dragada por decantación, finalizará con la demolición de las balsas y el resto de elementos e instalaciones empleadas y con el traslado al vertedero autorizado de los residuos generados en la demolición, de modo que se restituyan las parcelas a su estado original.

Así, al eliminar las zonas de estancamiento de agua, uno de los principales causantes de los malos olores y la proliferación de molestos insectos, sólo quedará extraer los lodos acumulados durante años. A principios de 2011, se iniciará el proyecto de dragado de fangos. El proceso será complicado, pero efectivo. A través de plataformas flotantes una cabeza motora romperá los lodos acumulados y a la misma vez, una mecanismo de bombas succionará los residuos naturales que serán trasladados a través de una tubería hasta el meandro de La Azacaya, para que se someta al proceso de decantación y secado anterior al traslado al vertedero, aseguró a elfaro el director del proyecto, Juan Antonio Cánovas.

Trasladando los lodos quieren perjudicar lo menos posible a los ciudadanos del centro de la ciudad, ante el fuerte olor de los 100.000 metros cúbicos de fangos que se estima que serán retirados. Además, al mismo tiempo se fumigará con un spray antibacteriano sobre la superficie.