Iberdrola prevé rematar a finales de semana el vaciado del embalse de Santo Estevo
Mar, 18/05/2010
El embalse de la eléctrica Iberdrola en Santo de Estevo (Nogueira de Ramuín) se encuentra ya a un nivel de nueve metros de altura, por lo que solamente resta un descenso de cuatro metros más para poder comenzar a acometer las obras de ampliación de la central hidroeléctrica. Previsiblemente, a finales de la presente semana, según apuntaron fuentes de la empresa vasca.
La trabajos, que consistirán principalmente en la colocación de unos tubos para trasladar el agua a una segunda turbina de reaprovechamiento hidroeléctrico, necesitan que el nivel del agua no supere los cinco metros de altura para poder realizarse adecuadamente. En total, ya ha descendido 25 metros, lo que sitúa al embalse en torno al 35% de su capacidad y los 75 hectómetros cúbicos.
A finales de esta semana el ritmo de vaciado se ralentizará "para hacerlo siempre del modo más seguro posible", según indicaron los técnicos de Iberdrola.
A día de hoy el descenso del nivel se hace por turbinación a una media de 0,8 metros por día.
Los biólogos especializados en controlar este tipo de variación de nivel, que cuentan con diez puntos de control situados en su mayoría en la cola del embalse,por el riesgo de desprendimiento de los sedimentos acumulados en el fondo de la presa, no ha detectado hasta el momento ningún tipo de afección ambiental, en lo que a flora y fauna se refiere.
La cola del embalse de Santo Estevo, que pudo presumir en su momento de arropar a la "central hidroeléctrica más grande de Europa", alcanza los 43 kilómetros de longitud.Tras el vaciado progresivo del pantano, el paisaje de la zona está sufriendo un cambio radical, ya que el río Sil está recuperando a lo largo de unos veinte kilómetros de esa presa, el mismo aspecto que tenía antes de que la mole de hormigón de 115 metros de altura y 240 de anchura se interpusiera en su cauce. No obstante, todavía quedarán como embalse, según Iberdrola, unos 23 kilómetros, de los que once corresponden al cañón.
Las obras incluyen la construcción de un túnel en la ladera de la zona de Nogueira de Ramuín para hacer un nuevo paso para el agua y colocar una turbina que posibilite generar 175 megavatios más, que se sumarán a los 265 de la central.
Los trabajos a pie del embalse, que se prolongarán hasta el próximo mes de octubre, tienen por objeto incrementar la capacidad de generación eléctrica del embalse,lo que propiciará la suspensión, de entre otros servicios, de los catamaranes turísticos que la Diputación de Lugo mantiene en este embalse.
En total, la eléctrica vasca Iberdrola desalojará del pantano 147,7 millones de metros cúbicos de agua, casi la mitad de lo que consumió la comunidad gallega a lo largo de 2007, para proceder a excavar la ladera de la montaña e iniciar así la segunda fase de las obras de su proyecto hidroeléctrico de Santo Estevo II.
El objetivo es alcanzar la cota de los 180 metros de altura al nivel del mar para poder comenzar los trabajos de ampliación que cambiarán la imagen de la Ribeira Sacra por unos meses.
La trabajos, que consistirán principalmente en la colocación de unos tubos para trasladar el agua a una segunda turbina de reaprovechamiento hidroeléctrico, necesitan que el nivel del agua no supere los cinco metros de altura para poder realizarse adecuadamente. En total, ya ha descendido 25 metros, lo que sitúa al embalse en torno al 35% de su capacidad y los 75 hectómetros cúbicos.
A finales de esta semana el ritmo de vaciado se ralentizará "para hacerlo siempre del modo más seguro posible", según indicaron los técnicos de Iberdrola.
A día de hoy el descenso del nivel se hace por turbinación a una media de 0,8 metros por día.
Los biólogos especializados en controlar este tipo de variación de nivel, que cuentan con diez puntos de control situados en su mayoría en la cola del embalse,por el riesgo de desprendimiento de los sedimentos acumulados en el fondo de la presa, no ha detectado hasta el momento ningún tipo de afección ambiental, en lo que a flora y fauna se refiere.
La cola del embalse de Santo Estevo, que pudo presumir en su momento de arropar a la "central hidroeléctrica más grande de Europa", alcanza los 43 kilómetros de longitud.Tras el vaciado progresivo del pantano, el paisaje de la zona está sufriendo un cambio radical, ya que el río Sil está recuperando a lo largo de unos veinte kilómetros de esa presa, el mismo aspecto que tenía antes de que la mole de hormigón de 115 metros de altura y 240 de anchura se interpusiera en su cauce. No obstante, todavía quedarán como embalse, según Iberdrola, unos 23 kilómetros, de los que once corresponden al cañón.
Las obras incluyen la construcción de un túnel en la ladera de la zona de Nogueira de Ramuín para hacer un nuevo paso para el agua y colocar una turbina que posibilite generar 175 megavatios más, que se sumarán a los 265 de la central.
Los trabajos a pie del embalse, que se prolongarán hasta el próximo mes de octubre, tienen por objeto incrementar la capacidad de generación eléctrica del embalse,lo que propiciará la suspensión, de entre otros servicios, de los catamaranes turísticos que la Diputación de Lugo mantiene en este embalse.
En total, la eléctrica vasca Iberdrola desalojará del pantano 147,7 millones de metros cúbicos de agua, casi la mitad de lo que consumió la comunidad gallega a lo largo de 2007, para proceder a excavar la ladera de la montaña e iniciar así la segunda fase de las obras de su proyecto hidroeléctrico de Santo Estevo II.
El objetivo es alcanzar la cota de los 180 metros de altura al nivel del mar para poder comenzar los trabajos de ampliación que cambiarán la imagen de la Ribeira Sacra por unos meses.