49 municipios mantienen el mismo riesgo de inundación que hace una década
Jue, 13/05/2010
Una década después la provincia mantiene el mismo riesgo de sufrir inundaciones. La revisión y actualización del Plan de Acción Territorial contra las Inundaciones de la Comunitat Valenciana (Patricova) confirma que 30 municipios castellonenses mantiennen el mismo riesgo de inundación que hace diez años. Cinco de ellos (Castellón, Benicàssim, Peñíscola, Benicarló y Caudiel) presentan un riesgo alto; otros catorce un riesgo medio y los 30 restantes, un riesgo bajo.
El escaso grado de ejecución de las actuaciones contempladas en el Patricova, aprobado por el Consell mediante el Decreto 156/1999, explica por qué apenas se ha avanzado en la minimización de riesgos. Actuaciones como el encauzamiento del barranco de Fraga -ahora en ejecución- son clave para que la capital de La Plana reduzca el riesgo de sufrir los impactos de las avenidas de agua. El PSPV se encargó de denunciar el pasado otoño, cuando La Plana volvió a sufrir un episodio de gota fría, que la Generalitat sólo había ejecutado dos de las 14 actuaciones previstas en el Patricova.
El Plan Especial ante el Riesgo de Inundaciones, aprobado el pasado viernes por el Consell y que supone la actualización del Patricova, refleja que 81.562 castellonenses (el 13,71% de la población respecto al padrón de 2008) vive en zonas susceptibles de sufrir inundaciones.
A pesar del retraso en la ejecución de las infraestructuras necesarias para rebajar la vulnerabilidad del territorio, fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente subrayan que la vigencia del Patricova ha permitido rebajar el ritmo de ocupación del suelo catalogado como inundable.
Las actuaciones urbanísticas aprobadas entre 1987 y 2000 supusieron la ocupación de algo más de 3.300 hectáreas, de las que 1.682 se permitieron en los municipios costeros donde se da la mayor concentración de población y ocupación del territorio que se ha desarrollado en los últimos veinte años. Sin embargo, con el Patricova ya en vigor (entre 2000 y 2006) sólo se autorizaron cambios en 1.638 hectáreas inundables (el 1,4%), y sólo el 0,43% (497 hectáreas) en el litoral.
La normativa no marca plazos de ejecución para las actuaciones que se arrastran desde hace una década, algunas de ellas en marcha, como el citado barranco de Fraga en Castellón. Calle inundada en plena Marjalería de Castellón.
El escaso grado de ejecución de las actuaciones contempladas en el Patricova, aprobado por el Consell mediante el Decreto 156/1999, explica por qué apenas se ha avanzado en la minimización de riesgos. Actuaciones como el encauzamiento del barranco de Fraga -ahora en ejecución- son clave para que la capital de La Plana reduzca el riesgo de sufrir los impactos de las avenidas de agua. El PSPV se encargó de denunciar el pasado otoño, cuando La Plana volvió a sufrir un episodio de gota fría, que la Generalitat sólo había ejecutado dos de las 14 actuaciones previstas en el Patricova.
El Plan Especial ante el Riesgo de Inundaciones, aprobado el pasado viernes por el Consell y que supone la actualización del Patricova, refleja que 81.562 castellonenses (el 13,71% de la población respecto al padrón de 2008) vive en zonas susceptibles de sufrir inundaciones.
A pesar del retraso en la ejecución de las infraestructuras necesarias para rebajar la vulnerabilidad del territorio, fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente subrayan que la vigencia del Patricova ha permitido rebajar el ritmo de ocupación del suelo catalogado como inundable.
Las actuaciones urbanísticas aprobadas entre 1987 y 2000 supusieron la ocupación de algo más de 3.300 hectáreas, de las que 1.682 se permitieron en los municipios costeros donde se da la mayor concentración de población y ocupación del territorio que se ha desarrollado en los últimos veinte años. Sin embargo, con el Patricova ya en vigor (entre 2000 y 2006) sólo se autorizaron cambios en 1.638 hectáreas inundables (el 1,4%), y sólo el 0,43% (497 hectáreas) en el litoral.
La normativa no marca plazos de ejecución para las actuaciones que se arrastran desde hace una década, algunas de ellas en marcha, como el citado barranco de Fraga en Castellón. Calle inundada en plena Marjalería de Castellón.