La desalinizadora gastará el 4% de la energía de toda la provincia de Alicante
Mar, 11/05/2010
El consejo de administración de Acuamed ha desbloqueado los problemas que retrasaban la puesta en marcha y el futuro de la desalinizadora de Torrevieja (la planta estrella del Programa Agua alternativo al trasvase del Ebro) al adjudicar por 7,3 millones de euros a la Iberdrola Ingeniería y Construcción la redacción del proyecto y ejecución de las obras de la línea de alta tensión de 220 KV y la subestación para la conexión eléctrica de la planta. Con este proyecto se asegura, según Acuamed, el suministro de energía, complementando, por otro lado, la instalación actual que permitiría su puesta en marcha en pruebas.
La desaladora de Torrevieja tendrá capacidad para convertir en potables 120 hm3 de agua salada que se derivarán a la Mancomunidad de Canales del Taibilla para completar su red de abastecimiento y al riego agrícola (40 hm3) , aunque todavía no se ha determinado el precio del metro cúbico. La obra de la planta de Torrevieja está prácticamente finalizada y a la espera del permiso de vertido que debe concederle la Conselleria de Medio Ambiente. La lentitud de la ejecución del Programa Agua y la reestructuración que ha sufrido el mismo han provocado que al final el plan se haya quedado en tres desaladoras (Torrevieja, Mutxamel-El Campello y Agua Amarga II). De los proyectos de Dénia, Benidorm (absorbido por la planta de l´Alacantì) y Vega Baja (desalobradora) nada se sabe de forma oficial.
La falta de infraestructuras para suministrar energía eléctrica a la desaladora de Torrevieja, la mayor planta de Europa al preverse que depure 120 hm3 al año, había impedido hasta ahora que la sociedad estatal Acuamed cumpliera su calendario. La empresa no había iniciado el proceso para acometer las dos grandes infraestructuras necesarias para que la planta comience a funcionar: la construcción de una línea eléctrica de alta tensión entre San Miguel de Salinas y Torrevieja y una subestación eléctrica de 220 kilowatios en la localidad salinera. Dos proyectos indispensables para que la desaladora arranque y cuya tramitación es complicada.
El excesivo consumo eléctrico de la desaladora se presentaba como el principal obstáculo para una obra cuyo presupuesto supera los 200 millones de euros y que aportará una solución prácticamente definitiva para garantizar el abastecimiento urbano y agrícola de Alicante y Murcia. El consumo energético de la planta de Torrevieja será de 320 gigawatios hora/año, lo que representa un 4% más de la producción total de la provincia de Alicante que es de 308 GWh al año. Según reza el proyecto de la desaladora, la potencia necesaria es de 51,2 megawatios en la primera fase y 73,8 megawatios en la segunda. Datos que contrastan con la potencia actual de toda la provincia (73,4 megawatios).
La desaladora de Torrevieja tendrá capacidad para convertir en potables 120 hm3 de agua salada que se derivarán a la Mancomunidad de Canales del Taibilla para completar su red de abastecimiento y al riego agrícola (40 hm3) , aunque todavía no se ha determinado el precio del metro cúbico. La obra de la planta de Torrevieja está prácticamente finalizada y a la espera del permiso de vertido que debe concederle la Conselleria de Medio Ambiente. La lentitud de la ejecución del Programa Agua y la reestructuración que ha sufrido el mismo han provocado que al final el plan se haya quedado en tres desaladoras (Torrevieja, Mutxamel-El Campello y Agua Amarga II). De los proyectos de Dénia, Benidorm (absorbido por la planta de l´Alacantì) y Vega Baja (desalobradora) nada se sabe de forma oficial.
La falta de infraestructuras para suministrar energía eléctrica a la desaladora de Torrevieja, la mayor planta de Europa al preverse que depure 120 hm3 al año, había impedido hasta ahora que la sociedad estatal Acuamed cumpliera su calendario. La empresa no había iniciado el proceso para acometer las dos grandes infraestructuras necesarias para que la planta comience a funcionar: la construcción de una línea eléctrica de alta tensión entre San Miguel de Salinas y Torrevieja y una subestación eléctrica de 220 kilowatios en la localidad salinera. Dos proyectos indispensables para que la desaladora arranque y cuya tramitación es complicada.
El excesivo consumo eléctrico de la desaladora se presentaba como el principal obstáculo para una obra cuyo presupuesto supera los 200 millones de euros y que aportará una solución prácticamente definitiva para garantizar el abastecimiento urbano y agrícola de Alicante y Murcia. El consumo energético de la planta de Torrevieja será de 320 gigawatios hora/año, lo que representa un 4% más de la producción total de la provincia de Alicante que es de 308 GWh al año. Según reza el proyecto de la desaladora, la potencia necesaria es de 51,2 megawatios en la primera fase y 73,8 megawatios en la segunda. Datos que contrastan con la potencia actual de toda la provincia (73,4 megawatios).